Exposición a sustancias químicas y salud reproductiva: los ginecólogos norteamericanos dan la alarma

La Asociación Americana de Ginecólogos y Obstetras y la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva han hecho pública una declaración conjunta en la que alertan sobre los riesgos de la exposición a sustancias químicas para la salud reproductiva y no sólo para las mujeres y los potenciales recién nacidos, sino también para los hombres.

Según la declaración, contenida en una extensa nota de cinco páginas, en los últimos quince años se han acumulado evidencias que demuestran que la exposición a sustancias químicas antes de la concepción y durante el embarazo tienen un efecto profundo y durante toda la vida, sobre la salud reproductiva.

Por otra parte, los datos obtenidos en un estudio realizado en los Estados Unidos en los años 2003-2004 mostraron que prácticamente todas las mujeres norteamericanas embarazadas estaban expuestas a 43 sustancias químicas distintas, algunas de las cuales, como el metil mercurio pueden acumularse en el feto; la exposición prenatal a ciertos pesticidas, por ejemplo, está demostrado que aumenta el riesgo de cáncer infantil.

El problema, sin embargo, no se limita sólo a las mujeres: la exposición a pesticidas de los hombres adultos está relacionada con alteraciones de la calidad del semen, esterilidad y el riesgo de cáncer de próstata.

En resumen, se trata de tener en cuenta que el objetivo de un embarazo no es sólo que el recién nacido goce de buena salud al nacer, sino la de alumbrar un ser humano "predispuesto" a gozar de buena salud desde el nacimiento hasta la vejez

Dada la solidez de las evidencias científicas que relacionan la exposición a sustancias tóxicas con efectos adversos sobre la salud reproductiva y en el desarrollo de los recién nacidos, am-bas asociaciones efectúan un llamamiento a todos los responsables de prestar asistencia sanitaria para que asesoren a sus pacientes desde la fase de preconcepción acerca de las medidas preventivas a adoptar para minimizar la exposición a sustancias químicas; entre ellas pueden encontrarse la sustitución de alimentos procesados por una dieta en la que dominen los productos naturales, la abstención de ciertos pescados de elevado contenido en mercurio, etc.  Asimismo, destacan la importancia de que los profesionales informen de cualquier anomalía que pudiera ser atribuible a la exposición a sustancias químicas.

Fuente Propia: Prevención Integral & ORP Conference