Guía Práctica Para La Implantación De Unidades De Deshabituación Tabáquica En Los Servicios De Prevención

Se hace una descripción pormenorizada del documento indicando claramente cada uno de los elementos del mismo. En una primera parte se repasan las pruebas que permitirán una correcta catalogación del fumador, tanto físicas como psicotécnicas. En la segunda parte se expone el contenido de cada una de las 6 sesiones de que consta la terapia y que constituyen el material que se entrega a cada fumador.
Palabras Clave: 
Deshabituación tabáquica; terapia; guía
Autor principal: 
Ángel Arturo
López González
Coautores: 
Aina Mª
Sureda Parera
Francisca
Puigserver Cañellas
Antonio
Siquier Cantallops
Rafel
Castell Salvá

López González, Ángel Arturo

Servicio de Prevención de Riesgos Laborales / Gestión Sanitaria de Mallorca (GESMA) / Camino de Jesús 40 / 07010 Palma de Mallorca, España,

34 971 21 20 70 /artlopez@teleline.es

Sureda Parera, Aina Mª

Servicio de Prevención de Riesgos Laborales / Gestión Sanitaria de Mallorca (GESMA).

Puigserver Cañellas, Francisca

Servicio de Prevención de Riesgos Laborales/ Administración del Govern de les Illes Balears.

Siquier Cantallops, Antonio

Servicio de Prevención de Riesgos Laborales/ Sol Meliá.

Castell Salvá , Rafel

Servicio de Prevención de Riesgos Laborales/ Administración del Govern de les Illes Balears.

ABSTRACT                                                                                                                           

Se hace una descripción pormenorizada del documento indicando claramente cada uno de los elementos del mismo.

En una primera parte se repasan las pruebas que permitirán una correcta catalogación del fumador, tanto físicas como psicotécnicas.

En la segunda parte se expone el contenido de cada una de las 6 sesiones de que consta la terapia y que constituyen el material que se entrega a cada fumador.

Palabras clave

Deshabituación tabáquica, terapia, guía.

INTRODUCCIÓN                                                                                                                  

A comienzos del siglo XXI, el tabaquismo continúa siendo la primera causa aislada y evitable de morbilidad y mortalidad en los países industrializados.

En España, ocasiona unas 56000 muertes al año.[1] Según los datos de la Encuesta Nacional de Salud del año 2001, el 34,4% de la población española mayor de 15 años consume tabaco de forma habitual; de ellos aproximadamente el 56% quieren dejar de fumar.

Según datos de la OMS, la mitad de las personas que fuman y no consigan dejarlo, morirán a causa del consumo y de éstas, el 50% lo harán durante su vida activa, perdiendo entre 20 y 25 años de su vida.

La finalidad de una política de empresa en relación al tabaquismo no es cuestionar el consumo de tabaco de los empleados, sino ordenar los lugares y los momentos donde se puede fumar. En este punto es donde se enclava la necesidad de implantar unidades de deshabituación tabáquica en los Servicios de Prevención.

FORMATO DEL TEXTO                                                                                                       

OBJETIVOS:

  • Potenciar la política de espacios libres de humo en los centros de trabajo.
  • Facilitar una herramienta útil y de sencilla aplicación en cualquier Servicio de Prevención de Riesgos Laborales.
  • Proteger la salud de los trabajadores con independencia de su conducta en relación al tabaco.
  • Mejorar las condiciones de seguridad en los lugares de trabajo.
  • Reducir  los  costes  económicos  derivados  del  tabaco  que  generalmente recaen en la empresa.

MATERIAL Y MÉTODO:

Con el ánimo de poder cumplir todos los objetivos antes mencionados se elabora un documento con formato guía que se pretende que sea ágil y de fácil aplicación para que cualquier profesional que esté interesado lo pueda desarrollar. El documento debe servir de punto de partida sobre el que cada uno va sumando sus propias experiencias, de manera que se puede considerar como una guía viva que se deberá ir enriqueciendo con la experiencia de cada uno.

Se divide en 2 partes que están bien diferenciadas, una primera donde se analizan los métodos de captación y evaluación inicial de los trabajadores fumadores y una segunda donde se analizan los diversos tratamientos, haciendo especial hincapié en la vertiente conductual.

A partir de este momento vamos a desarrollar más en profundidad cada uno de los componentes.

a)Captación y evaluación inicial.

Los medios con los que se van a captar a los trabajadores que acudirán posteriormente a la terapia son muy diversos, y van desde los reconocimientos médicos o las consultas por diversa patología hasta los carteles, folletos o notificaciones a través de nómina. Un elemento importante de difusión son los delegados de prevención.

Una vez que el trabajador manifiesta su intención de acudir se le incorpora a cualquiera de las dos modalidades que existen, terapia individual o terapia de grupo (nosotros preferimos esta última por los motivos que luego expondremos).

Como paso previo a una correcta evaluación se concierta una entrevista con cada trabajador que dura aproximadamente 30-45 minutos, en ella se le realizan una serie de pruebas físicas (tensión arterial, peso, frecuencia cardiaca, cooximetria..) y se les hace rellenar una batería de test ( Fagerström, Richmond, Glover-Nilsson, Horn, cuestionario de confianza() y escala de estrés percibido de Lowenstein) con estos datos y con una correcta anamnesis podemos catalogar al fumador dentro de una de las tres escalas posibles (Fig 1): fumador leve, moderado o severo.[2] Para ello nos basaremos en tres datos, a saber, nº de cigarrillos que consume, valor del monóxido de carbono(CO) en aire espirado (lo da la cooximetria) y valor del test de Fagerström.[3]

Con la información que nos dan todas la pruebas realizadas se elabora un informe que se entregará al fumador en la primera sesión. Independientemente de ello se comentan los resultados con la persona en esta sesión inicial.

Lo que se persigue con esta entrevista inicial es conseguir un doble objetivo, por una parte obtener la mayor información posible acerca del hábito tabáquico de manera que sepamos como enfocar a cada fumador, pero también darle al fumador toda la información posible sobre su proceso de manera que se conozca mejor y sepa como

puede aprovechar cada una de las sesiones, atacando a su hábito allí donde este es más relevante.

Con estas ideas podemos comprender mejor porque preferimos la terapia colectiva, ya que de alguna manera se puede considerar como una terapia individualizada dentro del grupo, es decir, aunque esté dentro de un grupo la persona puede actuar selectivamente sobre aquellos aspectos que se están explicando que más le afecten a ella. De esta manera aprovechamos las ventajas tanto de la terapia individual como colectiva.

•1-3 puntos• 4-6 puntos•

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