El metro de Estocolmo: ejemplo sobresaliente de convivencia

El metro de Estocolmo: ejemplo sobresaliente de convivencia

​Viene recorriendo las redes sociales un vídeo grabado y difundido por un Ingeniero latino que muestra la existencia en las entradas del Metro de Estocolmo de un acceso libre sin control para el uso de quienes no tuvieran dinero para el billete. Nunca pasa nadie.
30 Octubre 2019

Nos permitimos reproducir el contenido del vídeo de este Ingeniero que se ve en imágenes, en voz y en texto simultáneamente en las redes sociales.

“ El Ingeniero que estaba en un intercambio en Europa entró en una estación de Metro de Estocolmo, capital de Suecia. Allí noto que había, entre muchos molinetes, normales y comunes,  uno que daba paso libre gratuito. Entonces preguntó a la vendedora del ticket el porqué de aquel molinete permanentemente libre para pasar y sin ningún agente de seguridad en las cercanías. La dama entonces le explicó  que ese paso estaba destinado a las personas que, por cualquier motivo no tuvieran dinero para pagar su pasaje. Incrédulo por acostumbrado a la forma de actuar de su entorno habitual, no pudo evitar hacerle una pregunta que, para él, era obvia: ¿Y si la persona tuviere dinero pero simplemente no quisiera pagar?. Le vendedora entrecejó sus ojos y con una sonrisa de pureza sobrecogedora le respondió: ¿Pero porqué haría eso?. Sin acertar en encontrar la respuesta, el Ingeniero pagó su pasaje, y pasó por el molinete seguido de la multitud que también había pagado por su ticket. El paso libre continuó vacío.

La honestidad es uno de los valores más. La sociedad que ha logrado ese valor en algo natural, está en un estado de desarrollo, sin duda, superior. Eso es educación. También, y antes que nada. Cultiva ese valor y transmítelo a tus hijos, a tus nietos, a tus alumnos y a la sociedad. Su mundo cambia cuando usted cambia. No premiemos prácticas fraudulentas, los negocios mal habidos, la corrupción. Hagamos de la honestidad y la buena fe una hábito”.

El mensaje obviamente es un recordatorio sobre el nivel de desarrollo en la convivencia entre las personas somáticamente iguales pero pertenecientes a sociedades que han podido evolucionar política, económica y socialmente de manera  que han podido priorizar aspectos de excelencia relacional por encima de intereses de beneficio social superfluo o de objetivos relacionados con intereses espúreos. Algunos de los lectores se estarán preguntando cuántos años y cuántas cosas deberían pasar en su país para llegar al nivel de Estocolmo. Yo también. Las respuestas de los usuarios de las redes sociales han sido unánimes en confirmar aspectos incomparables de Suecia como el del Metro de Estocolmo que se resumen en que las cosas comunes las sienten como propias. Nadie rebasa el límite máximo de velocidad de 80 Kms/h en carreteras convencionales. No hay ciudadano sueco que deje de pasar la ITV con puntualidad. No hay peor ciudadano mal visto que el defraudador en el pago de los impuestos…   

A mi sin embargo me queda una pregunta que no haría evidentemente a la taquillera del Metro sino a los sociólogos escandinavos. ¿Porqué Suecia es el país con más suicidios del mundo?

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