Empatía laboral y prosocialidad : trabajar en armonía

Empatía laboral y prosocialidad : trabajar en armonía

La empatía se viene describiendo como la capacidad de percibir, compartir y comprender lo que otro puede sentir, preocupándose por experiencias ajenas, un sentimiento de participación afectiva cuando uno es consciente de que otros pueden ver y pensar de manera diferente. El artículo que transcribimos es del profesor emérito del Laboratorio de Investigación Prosocial Aplicada de la UAB (Universidad Autónoma de Barcelona) Roberto Roche el gran defensor de la prosocialidad como instrumento de relación entre personas individuales o a colectivos humanos para aproximar posiciones con moderación, respeto y eficacia. Todo es más sencillo en las relaciones laborales, en la convivencia en el tráfico, en los conflictos internacionales y en general en las relaciones humanas dentro de un marco de prosocialidad. .
9 Octubre 2019

DIALOGO PROSOCIAL ENTRE IDENTIDADES PERSONALES O COLECTIVAS

IDENTIDADES COLECTIVAS

Las lenguas e identidades colectivas son muy delicadas y vulnerables psicológicamente. Como las individuales. Como la autoestima. Incluso aquellas identidades no bien asumidas, no bien logradas o difícilmente expresadas por el propio individuo o colectivo son vulnerables. No siguen las leyes del convencimiento desde fuera. Se rigen por la aspiración, por el deseo,  por los  sentimientos y emociones hacia una identificación con unos valores, procedentes, a menudo, de experiencias de la infancia. Y  por una necesidad profunda de pertenencia a un colectivo de referencia.

No aceptar o poner en cuestión aunque sea sólo una pequeña parte de la identidad del interlocutor, es percibido o sentido por éste como un menosprecio o incluso como una agresión.

CUIDADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE LAS IDENTIDADES

Las identificaciones de una persona, grupo o pueblo a un modelo o con un colectivo superior (por ejemplo patria o nación) surgirán si este modelo (personal o colectivo) transmite estima, amor por el bien de la persona o del grupo aspirante.

Desde fuera, pues, cualquier intento por influir en este proceso de desarrollo debe surgir de la verdadera estima y amor por el bien del otro, del receptor.

Una identificación impuesta y forzada desde el poder, desde el dominio, desde la amenaza y el infundir miedo a otro no es prosocial.

No vale ni sería ético la imposición o absorción o dictado sobre el otro.

VALORACIÓN MUTUA

El diálogo prosocial y la unidad auténticas deben expresar una valoración mutua. Es difícilmente creíble una unidad producida a continuación de lucha y menosprecio.

Diferencia entre unidad fruto de esta valoración mutua y aquella fruto de un interés cooperativo entre diversos pero muy autocentrada en la propia identidad de cada uno. Fenómeno semejante a la cohesión producto de afrontar al enemigo común.

MENOSPRECIO Y VIOLENCIA

El estilo prosocial de la Unidad no es compatible con el menosprecio, agresión verbal, insulto.

No es prosocial aceptar ninguna clase de agresividad o violencia de pensamiento o palabra aunque ésta estuviera externalizada por otra persona, con la que, en realidad, nos estamos identificando. Si eso es así, en realidad somos partícipes de esta violencia.

APERTURA AL OTRO

El diálogo verdadero no puede resultar de posiciones  cerradas  y dogmáticas. En este caso no hay posibilidad de diálogo.

Diálogo supone una apertura de mente a la idea del otro, y por lo tanto, con atención, acogida y al mismo tiempo interés por descubrir lo positivo de esta idea.

Un indicador para la persona que procede con buena voluntad de diálogo prosocial y al mismo tiempo un test para autoevaluarse es el preguntarse si acostumbramos a tener esta apertura con todo el mundo y con todos los temas. (En proceso de elaboración)

POBREZA Y DISMINUCIÓN DE PODER

Una activo operador prosocial no puede pretender doblegar la voluntad del otro. Incluso no debe obstinarse en convencer al otro.

No hay que olvidar que el progreso y la maduración de una personalidad madura prosocial y también de organizaciones prosociales proceden desde una sincera deconstrucción del poder, rehuyendo las relaciones de poder que su aplicación histórica, especialmente de quien ha dispuesto de algún poder (específicamente económico, social, político o religioso) y que ha ido adquiriendo como adherencies indeseables y poco ideales a la luz de las nuevas consciencias del hombre, de la sociedad y del mundo.

Está bien, frecuentemente, preguntarse en cuáles estructuras de poder e imposición estamos participando.

Es necesario que cada uno se examine acerca del porqué quiere convencer o imponerse al otro.

¿Hay expectativas de conseguir ventajas sobre el otro?

Robert Roche

Septiembre 2017

¿Qué opinas de este artículo?