El mensaje de HENK STIPDONK : La seguridad vial empieza en casa.
El mensaje de HENK STIPDONK : La seguridad vial empieza en casa.
Los grandes descensos de mortalidad de tráfico que sobre todo en el ámbito europeo se van consiguiendo desde que se ha impuesto el objetivo de ir disminuyendo a la mitad las pérdidas de vidas humanas en la vía pública en los decenios de 2000 a 2010 y del 2010 al 2020 ,influido por la pandemia del Covid al inicio de la década actual, a un ritmo además adecuado que va cumpliendo con las previsiones, van dejando cada vez más difícil de conseguir nuevas reducciones de las cifras de siniestralidad grave y viene obligando a los reponsables de seguridad vial a ir profundizando en las investigaciones sobre las causas más generalizadas y frecuentes para aplicar las medidas más rentables. Y muy a pesar que vía y vehículo siguen con sus procesos de mejora (con altibajos por los períodos de crisis), el factor humano sigue siendo el gran elemento de estudio para ir encontrando soluciones y aplicando medidas que consigan una convivencia que, al margen de la utopía, pueda permitir hablar sin rubor a la "Visión cero" para el año 2050, pero que, incluso al ver que se cumplen las predicciones de reducción ya se empieza a oir en Europa que puede alcanzarse el cero muertos antes del 2050.
En la medida en que los paises que tienen más desarrollada la seguridad vial buscan implantar medidas que consigan nuevas e importantes situaciones de disminución de riesgos individuales y colectivos, se ven más precisados de la búsqueda de los escalones sociales de apoyo porque las Administraciones Públicas responsables agotan sus recursos en solitario. Y por ello cobran especial relevancia las instituciones de la sociedad civil que con mayor o menor responsabilidad colectiva, profesional o social, se brindan como grandes catalizadores de las fórmulas de mejora. En el Reino Unido ya no esconden que la solución está en movilizar a las empresas y las familias como referentes en la lucha contra la accidentalidad vial.
Los holandeses del SWOV (Intituto de Investigación de la Seguridad Vial) han proclamado mediante Henk Stipdonk, su portavoz en el Congreso sobre Políticas Europeas del Tráfico celebrado en Barcelona que para llegar al 2050 con garantías de éxito en la eliminación práctica de siniestros viales, hay que encontrar las fórmulas de implantar ahora mismo, hoy, las precisas estrategias de educación vial familiar, para lo que la implicación de los cabezas de familia, generalmente más motorizados, apliquen sin pestañeo, sin lugar a dudas y con convencimiento, un discurso con los jóvenes cachorros de la casa que les convenza de que conducir es una forma de convivir en el respeto hacia los demás, sin dejarse influir por las amenazas de las sensaciones de fuerza, energía, potencia y velocidad que tantos estragos ha venido haciendo en el siglo XX en el mundo. Solo generando hábitos adecuados ahora, se podrán obtener resultados en 2050.
La principal campaña es la del ejemplo, dado el mimetismo que tienden a adquirir los jóvenes al contemplar la forma de conducir y de comportarse de sus progenitores (mimentismo que ya se ha estudiado y constatado que puede engancharse en los más jóvenes con los grandes campeones y sus triunfos en las carreras de velocidad). Ellos deberán fijarse en los comportamientos moderados y respetuosos de sus proadres. Hechos simples de respeto de los semáforos, de las prioridades, de la comprensión, de la complicidad entre usuarios en la seguridad, son elementos claves de la educación vial familiar. Los buenos consejos pierden virtualidad si no van acompañados de la coherencia del ejemplo de quien se los da.
El gran pacto para la seguridad vial familiar llega sin embargo cuando quienes tienen recursos para poder disponer de un vehículo a motor, de dos o de cuatro ruedas, deciden adjudicar un vehículo a los más jóvenes de la casa. Es en ese momento cuando hay que exponer las reglas del juego. Tendrás vehículo siempre que....y ahí entra todo el catálogo de medidas de seguridad que van desde el alcohol o la droga, hasta el cansancio, la desatención o la velocidad. Y no estableciendo medidas cautelares de tener un alcoholímetro en casa (ya se encargará el autolock de tenerlo en el propio vehículo) sino adviertiendo de las consecuencias si hay problemas. Convencimiento de la seguridad como base, pero pérdida de autonomía e incluso del vehículo si hay infracciones, multas o accidentes, e incluso si hay comportamientos insolidarios visibles con los demás en la vida cotidiana. Ya que el reciclaje de los conductores es tan políticamente dificil de implantar a las autoridades, establezcamos las medidas coercitivas en casa donde la jerarquía aun prevalece. Una jerarquía que esconde el amor de padres a hijos. La campaña más cercana. La más entrañable. La más económica.