Incidencia De La Formación En Prevención De Riesgos Laborales Sobre La Accidentalidad, En Un Colectivo De Conductores De Transporte Urbano Terrestre De Viajeros

En la presente comunicación, se demuestra cómo la formación al trabajador, actividad que va más allá de la información que se le ofrece al mismo, permite intervenir en la gestión sobre la accidentalidad en una empresa reduciendo la misma en tipos de accidentes tales que permiten delimitar dicha situación, dado que son accidentes donde los factores que intervienen son, en un grado muy importante, humanos; eliminando casi por completo factores relacionados con máquinas o equipos de trabajo diversos.
Palabras Clave: 
Formación; accidentalidad; economía social; transporte urbano; conductores
Autor principal: 
Carles
Salas Ollé
Coautores: 
David C.
Berruezo Varela
Cristina
Lafuente de la Llana
Héctor
Saro Ots


Salas Ollé, Carles

Responsable del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales T.U.S.G.S.A.L. / Camí de Can Ruti s/n. / 08916 Badalona (Barcelona), España 34 93 395 31 11 / csalas@tusgsal.es

Berruezo Varela, David C.

Técnico Superior en Prevención de Riesgos LaboralesT.U.S.G.S.A.L. / Camí de Can Ruti s/n. / 08916 Badalona (Barcelona), España 34 93 395 31 11 / dberruezo@tusgsal.es

Lafuente de la Llana, Cristina

Técnico Básico en Prevención de Riesgos LaboralesT.U.S.G.S.A.L. / Camí de Can Ruti s/n. / 08916 Badalona (Barcelona), España 34 93 395 31 11

Saro Ots, Héctor

Técnico Básico en Prevención de Riesgos LaboralesT.U.S.G.S.A.L. / Camí de Can Ruti s/n. / 08916 Badalona (Barcelona), España 34 93 395 31 11

ABSTRACT

En la presente comunicación, se demuestra cómo la formación al trabajador, actividad que va más allá de la información que se le ofrece al mismo, permite intervenir en la gestión sobre la accidentalidad en una empresa reduciendo la misma en tipos de accidentes tales que permiten delimitar dicha situación, dado que son accidentes donde los factores que intervienen son, en un grado muy importante, humanos; eliminando casi por completo factores relacionados con máquinas o equipos de trabajo diversos.

Palabras clave

Formación, accidentalidad, economía social, transporte urbano, conductores.

INTRODUCCIÓN

El factor humano es de capital importancia en la consecución de los accidentes de trabajo, por ello, trabajando para determinar actitudes seguras los índices de accidentalidad se ven reducidos en todos los casos. En ese sentido, podemos afirmar que trabajar sobre actitudes humanas es una apuesta segura en el ámbito de la prevención de riesgos laborales.

En este trabajo se presenta un plan de reducción de accidentes en un colectivo concreto y en un tipo de accidentes concreto, tomando como elemento fundamental para conseguir dicho objetivo, realizar sesiones formativas con un contenido y una metodología definidos previamente.

Dado el origen multifactorial que tienen los accidentes de trabajo, se hace difícil poder demostrar de forma fehaciente que la inversión en materia formativa en una empresa reduce de manera sistemática los accidentes de trabajo en la misma. Sin embargo, tomando como referencia un puesto de trabajo donde el uso de equipos de trabajo sea muy concreto así como que no determine conductas específicas instrumentales; y, asimismo, tomando como referencia unos tipos de accidentes en los que, por la manera de acontecer así como por su naturaleza, nos permitan acotar el aspecto multifactorial de los mismos y realizar valoraciones centradas en la influencia que la conducta del trabajador, condicionada evidentemente por los riesgos inherentes de su puesto de trabajo y su tipo de trabajo, riesgo real versus riesgo basal [1], nos ofrece la posibilidad de analizar y demostrar que la formación en prevención reduce significativamente los accidentes de trabajo.

ENTORNO

La Economía Social

Podríamos definir la economía social como toda actuación económica que actúa en el mercado o en la sociedad con los principios de: (a) Organización democrática; (b) Anteponer la persona antes que el capital; (c) Reparto de beneficios o resultados con criterio colectivo; (d) Propiedad horizontal; (e) Especialmente solidaria con el entorno; y (f) Provocadora de cohesión social.

Las empresas de economía social se caracterizan por disponer de una organización y objetivos que pretenden la distribución del trabajo, su remuneración correspondiente y de los beneficios derivados del mismo entre los trabajadores de dichas empresas. El concepto de economía social agrupa a denominaciones utilizadas en varios países como economía solidaria, tercer sector o CMAFs (cooperativas, mutualidades, asociaciones o fundaciones). Existen diversas formas de organización en este sentido, una de las cuales constituye la denominada Sociedad Anónima Laboral. Sociedad Laboral es toda aquella sociedad en la que la mayoría del capital social es de propiedad de los trabajadores que presten en ella servicios retribuidos en forma personal y directa, cuya relación laboral lo sea por tiempo indefinido, y en forma de trabajador por cuenta ajena.

Desde hace unos años, el sector de la Economía Social en Europa ocupa un lugar de eminente importancia. Según datos facilitados por la Comisión Europea el sector de la Economía Social representa el 6% del PIB y del empleo total de Europa. Con estos datos cabrá afirmar que 270 millones de ciudadanos europeos son miembros de una cooperativa, sociedad laboral, mutualidad, fundación o asociación. [2]

En resumen, podemos concluir diciendo que las empresas de economía social se distinguen de las empresas de capital por la especificidad de sus características comunes, en especial: (a) La primacía de la persona y del objeto social sobre el capital; (b) La adhesión voluntaria y abierta; (c) El control democrático por sus miembros; (d) La conjunción de los intereses de los miembros usuarios y del interés general; (e) La defensa y aplicación de los principios de solidaridad y responsabilidad;(f) La autonomía de gestión e independencia respecto a los poderes públicos; (g) La mayor parte de los excedentes se destinan a la consecución de objetivos a favor del desarrollo sostenible; (h) el interés de los servicios a los miembros y el interés general.

Todas estas características confieren a este tipo de organizaciones el perfil óptimo para responder con eficacia a las elevadas exigencias que un sector como el de servicios, orientado plenamente al servicio de la ciudadanía, presenta.

La Empresa

La empresa T.U.S.G.S.A.L. (Transportes Urbanos y Servicios Generales, Sociedad Anónima Laboral), desarrolla su labor en el ámbito del sector servicios, dedicada al transporte de viajeros en el ámbito urbano de Badalona, Barcelona, Sta. Coloma de Gramenet, Montgat, Tiana, Montcada i Reixac y St. Adrià del Besós, todas ellas ciudades catalanas del estado Español. Funciona desde Mayo de 1985 y sus líneas de autobuses configuran una red local metropolitana que responde satisfactoriamente a la demanda de movilidad de la población, proporcionando una accesibilidad adecuada a todos los puntos del territorio en que opera.

En el centro de trabajo se estructuran varias áreas de trabajo para un total de unos 575 trabajadores: Tráfico, donde se integran todos los conductores-perceptores (que representan un 72% del total de la plantilla, con unos 415 trabajadores), Administración (unos 85 trabajadores) y Taller y Mantenimiento (unos 75 trabajadores, y donde se realizan todo tipo de actividades de mecánica, electricidad y/o electrónica, plancha y pintura).

Las instalaciones de la empresa cuentan con una zona de aparcamiento para los autobuses, tren de lavado, estación de servicio, cabina de pintura, elevadores portátiles y circuito cerrado de aire comprimido. En el taller, existen varias zonas: inyección, electricidad, aire acondicionado, mecánica, oficina, almacén y plancha, distribuidas en una nave de unos 850 metros cuadrados. Se dispone, asimismo de dependencias para el área de administración, vestuarios, comedor, sala de cursos/asambleas; y edificaciones anexas varias (servicio médico, almacén de pinturas y disolventes, cuarto de motores, recepción, sala de conductores y ocio y resto de pequeños almacenes).

El área de Prevención de riesgos se ha estructurado en un Servicio de Prevención propio que asume las cuatro disciplinas preventivas (Seguridad, Higiene industrial, Vigilancia de la Salud y Ergonomía y Psicosociología) desde el 1 de Julio de 2000, fecha desde la cual se sistematiza la gestión de la prevención creando distintos grupos de trabajo. Antes de esa fecha, la empresa disponía de actividades y normativas internas en materia de prevención de riesgos laborales (se elaboraron unas normas de seguridad e higiene para labores de riesgo, básicamente en trabajos del área de taller y mantenimiento); habiéndose realizado una evaluación de riesgos inicial, funcionando periódicamente el comité de seguridad e higiene (posteriormente comité de seguridad y salud), o efectuándose distintas mediciones higiénicas o evaluaciones puntuales en distintos puestos de trabajo. Sobre esta estructura inicial se ha desarrollado un

sistema de prevención de riesgos laborales [3], que funciona con los criterios elaborados por la O.I.T. (plan-do-check-act). [4]

En el año 2001, la empresa obtuvo la certificación de calidad AENOR ISO 9001, integrando en dicha certificación los procedimientos de formación y de prevención de riesgos laborales, los cuales han sido valorados muy positivamente dentro del proceso de auditoría asociado.

LA FORMACIÓN EN TUGSAL

Desde el departamento de formación de TUSGSAL se diseñan, planifican y ejecutan los planes formativos bajo la consideración de que la formación con una metodología social fortalece el desarrollo de actitudes, aptitudes, valores y habilidades que le permiten al sujeto relacionarse y optimizar su profesionalidad.

Bajo este principio fundamental, y bajo esta dimensión, proyectamos la formación para que cualquier trabajador de TUSGSAL aprenda a trabajar en equipo, a convivir en armonía, a conseguir crear grupos de mejora, a valorar la cultura de empresa; a escuchar, a discutir ideas con otras personas, fomentando así el compromiso con y para la empresa y enriqueciendo a cada uno de los trabajadores en nuestras actitudes y aptitudes.

En este sentido, en los planes de formación de TUSGSAL, en muy pocas ocasiones los formadores son externos, el grupo de formadores está elegido por y entre los equipos de trabajo propios, por tanto, son formadores implicados y preparados en técnicas de formación de adultos y su especialidad, que por su perfil profesional y sus técnicas expositivas, hacen de él un líder con carisma en la materia en cuestión. Los materiales y el soporte documental que se utilizan están diseñados desde la coyuntura empresarial tanto interna como externa, analizados bajo un modelo de detección de necesidades que cada área traslada puntualmente al departamento de formación.

Utilizando todos estos mecanismos, los formadores trasladan con una metodología inductiva los valores y la cultura de la empresa, y lógicamente sus experiencias, en el ámbito en el que se desarrolla la acción formativa.

Esta aportación hace que los propios trabajadores que asisten a estos cursos vean en el formador un experto, que conoce de primera línea el contexto socio-laboral de la empresa y por ello, se hacen más compresibles los objetivos de la acción, que los propios contenidos del curso, de ahí que, con esta metodología inductiva se consiga que el trabajador asimile, por si mismo, los objetivos de empresa como si fueran suyos.

PLANTEAMIENTO DEL ESTUDIO

Atendiendo al planteamiento expuesto en la introducción de la presente comunicación, se hace muy difícil encontrar una tipología de accidente y un puesto de trabajo que sirvan para poder demostrar que la formación en prevención de riesgos laborales reduce directamente los accidentes en las empresas. Por otro lado, el poder llegar a

dicha demostración, significa que las empresas deben apostar de un modo mucho más intenso y directo, por invertir recursos en la formación de sus trabajadores, es decir, elaborar un plan de formación (cada empresa en función de su tamaño, posibilidades y necesidades) y desarrollarlo con la mejor predisposicón, metodología y argumentos posibles. Evidentemente, va a ser necesario, asimismo, preparar a las personas que se van a encargar de elaborar y poner en escena el plan de formación que, con preferencia y como ya se ha mencionado, deberán ser pertenecientes a la plantilla de la empresa, o bien personal externo con unas mínimas garantías de conocimiento no sólo de la materia a impartir sino del entorno laboral al que van a acceder de un modo tan directo. Se hacen necesarios, por tanto, por un lado el trabajo en formación de formadores y por el otro las técnicas de formación de adultos para enfocar, con elementos de certeza en alcanzar los objetivos marcados, cualquier programa formativo en el ámbito empresarial.

Se selecciona para este estudio el puesto de trabajo de conductor de transporte urbano terrestre de viajeros, conductor de autobús urbano. En dicho puesto de trabajo nos encontramos con un trabajador que presenta unos riesgos laborales que en un alto porcentaje se centran en la conducta humana, dado que instrumentalmente el manejo de un vehículo es, salvo fallo mecánico, en gran medida una actividad actitudinal (independientemente de la aptitud que, de forma lógica, debe tener cada persona que la realiza).

Por otro lado, dentro de la casuística en cuanto a riesgos profesionales de este colectivo, nos encontramos, independientemente de riesgos como accidentes de tráfico o conflictos con el público (vehículos en la vía pública, usuarios etc.) entre otros; con accidentes clásicos tales como las caídas a distinto nivel (al subir o bajar del autobús) o las lesiones producidas en los giros de volante. Respecto a estos dos últimos tipos de accidentes, es acerca de los cuales hemos experimentado el planteamiento del presente trabajo. Hay que tener en cuenta que en ellos, aparte de que los vehículos sean más o menos actuales, los factores que intervienen dependen casi exclusivamente de cómo el trabajador realiza su labor.

Cuando en Julio de 2000 pusimos en marcha el servicio de prevención de riesgos laborales en TUSGSAL, una de las prioridades marcadas, debía arrancar de la casuística de accidentes que se presentaba en la empresa. De este modo, al analizar las causas de accidentes que se daban en el colectivo de trabajadores de la empresa, precisamos dos cuestiones: la primera, que el colectivo mayoritario de la empresa, los conductores, tenía unas cifras elevadas de accidentalidad, y la segunda, que dicha accidentalidad en el citado colectivo se caracterizaba por destacar dos tipos de accidentes concretos. Estos tipos de accidentes eran las caídas a distinto nivel (al subir y bajar del autobús en los finales de línea, en las cocheras, en los cambios de turno etc.) y con menor incidencia los giros de volante (golpes con el volante al rectificar la dirección después de realizar el giro, distensiones musculares o articulares etc.).

Una vez planteada esta situación y destacando otras cuestiones de primera índole para los trabajadores en el campo de la prevención (medidas de emergencia, promoción de la salud, conocimiento del entorno legal en prevención de riesgos etc.), decidimos articular unas sesiones formativas a todos los conductores y, asimismo, planificar de igual modo la formación en prevención a impartir en el procedimiento de acogida a nuevos trabajadores (conductores).

Así, se impartieron sesiones formativas en dos fases para todos los conductores, asistiendo el 100 % del colectivo. Esto representó un esfuerzo importante tanto para el servicio de prevención como para la empresa, a nivel de preparación (se configuró un

programa formativo con un contenido concreto), coordinación (mantener servicios teniendo que incluir a toda la plantilla de conductores en las sesiones formativas) o recursos económicos (coste de realizar formación).

Dentro del contenido de las sesiones formativas se hizo hincapié sobre los dos tipos de accidente mencionados y se planificó, deliberadamente, poner más énfasis en los accidentes producidos al subir o bajar del autobús. Para ello, se estudió el mecanismo del accidente llegando a la conclusión de que existen tres elementos clave que influyen en él: el nivel de atención del conductor (que disminuye considerablemente al final del servicio o en pequeños descansos de los servicios), el tono muscular de las extremidades inferiores (inadecuado en su mitad superior si se mantienen posiciones de trabajo prolongadas en el habitáculo del conductor, y si no se estimula dicha tonicidad laboral y extra laboralmente) y, finalmente, la prisa (presente en muchas ocasiones, ya sea por necesidad de cumplir unos horarios y tiempos de descanso ajustados, o por necesidades fisiológicas que no se pueden realizar más que en puntos concretos del recorrido).

Estos tres elementos combinados entre sí, son los que determinarían la probabilidad de un tropiezo y/o caída del trabajador.

De modo muy sintético, diremos que en las sesiones formativas se explicó la necesidad de mantener minimamente el nivel de atención, a pesar de que en los momentos de no conducción y no atención al público disminuye de forma notable, así como mantener el tono muscular mediante la realización de contracciones isométricas durante la conducción, discreta actividad física en los tiempos de descanso o promoviendo la práctica de ejercicio físico en el horario extra-laboral. Respecto a la prisa, no había modo alguno de intervenir sobre los avatares que la pueden condicionar, de modo que sólo se podía atacar el tema desde la intervención sobre la actitud del trabajador.

Respecto a otros elementos que podían intervenir, ya desde el principio se disponía de calzado antideslizante para los trabajadores, así como el diseño del pavimento del autobús goza también de tales características dado que los usuarios la precisan. Respecto a los accesos a los vehículos, son más cómodos cuanto más modernos son los mismos. Este aspecto que podría tener influencia en los datos que se barajan en el presente estudio, queda descartado en este sentido por dos motivos de suficiente peso: por un lado los vehículos de la flota en este período de tiempo se han mantenido en su mayor porcentaje a pesar de que se produce renovación progresiva de la misma, y por otro lado, en los informes internos de accidente de la empresa se recogen los datos correspondientes a número de unidad en que el conductor iba en el momento del accidente, así como el modelo de vehículo; no habiendo constatado en nuestro estudio relación significativa entre esto y el número de accidentes.

En cuanto al otro tipo de accidente, el producido por giro de volante, se puso en evidencia en las sesiones formativas, insistiendo en la necesidad de que se lleva a cabo con los dos brazos y no sólo uno y que no se produzca de forma brusca, salvo necesidad. Así, se destinó menos tiempo, intervención del docente, y menos insistencia que en las caídas a distinto nivel.

DESARROLLO DEL ESTUDIO

Procedemos al análisis de los datos de accidentalidad centrados exclusivamente en los dos tipos de accidentes mencionados pero relativizándolos en el contexto de

ENTE

accidentalidad global de la empresa. Así, según mostramos en las siguientes tablas y gráficos pretendemos poner en evidencia la influencia de la formación en prevención sobre la mejora de los índices de accidentalidad de la empresa a lo largo de los últimos ejercicios.

En la tabla 1 podemos constatar con cifras reales y porcentuales cómo los accidentes por caídas o giros de volante han ido disminuyendo a lo largo del tiempo, y cómo lo han hecho de forma más pronunciada los accidentes por caída al subir o bajar del vehículo. Es claro pues, que el descenso se produce de forma menos pronunciada en el caso de los accidentes generados por giros de volante.

Si apreciamos el gráfico 1, se observa claramente el descenso progresivo de los dos tipos de accidentes a lo largo del tiempo, constatando además que, si valoramos los valores porcentuales, existe una disminución proporcional clara en las caídas a distinto nivel pero no es así en los accidentes por giros de volante, donde se produce un porcentaje casi idéntico en los dos últimos ejercicios y similar en los tres últimos existiendo una proporcionalidad mas ajustada con respecto al otro tipo de accidente.

Tabla 1: Casuística de accidentalidad de los accidentes tipo en relación a la accidentalidad global de la empresa:


AÑO 2000

AÑO 2001

AÑO 2002

AÑO 2003

NÚM. REALES

%

NÚM. REALES

%

NÚM. REALES

%

NÚM. REALES

%

ACCIDENTES GLOBALES

TOTAL

154

100 %

153

100 %

134

100 %

120

100 %

CON BAJA

106

68,83 %

96

62,75 %

82

61,19 %

74

61,67 %

SIN BAJA

48

31,17 %

57

37,25 %

52

38,81 %

46

38,33 %

CAIDAS AL SUBIR Y BAJAR DEL BUS

TOTAL

29

18,83 %

15

9,80 %

11

8,21 %

7

5,83 %

CON BAJA

29

100 %

12

80 %

8

72,73 %

6

85,71 %

SIN BAJA

0

0 %

3

20 %

3

27,27 %

1

14,29 %

VOLANTE REALIZADOS INCORRECTAM

TOTAL

16

10,39 %

11

7,19 %

9

6,72 %

8

6,67 %

CON BAJA

16

100 %

11

100 %

8

88,89 %

7

87,50 %

0

0 %

0

0 %

1

11,11 %

1

12,50 %

SIN BAJA

GRÁFICO 1: Evolución en números reales y porcentajes de los accidentes tipo en el puesto de trabajo de conductor.

35

30

Text Box: NUM. ACCIDENTES

25 20 15 10 50

2000 2001 2 002 200 3

AÑ O S20 ,00% 18 ,00% 16 ,00% 14 ,00%

Text Box: PORCENTAJES

12 ,00% 10 ,00% 8,00% 6,00% 4,00% 2,00% 0,00%

CA ID A S GIR O S % C A ID A S % GIR O S

Profundizando en el tema y vinculando específicamente estos números con la gestión formativa de la empresa, podemos observar en el siguiente gráfico (gráfico 2), cómo la tendencia de los acontecimientos registrados disminuye de forma gradual y cómo esta tendencia global tiene relación con los momentos de máxima intervención en formación (sesiones formativas aplicadas), a pesar de existir pequeños puntos de inflexión en determinadas ocasiones, que podríamos analizar desde una perspectiva puntual. En el análisis sistemático de cada uno de los accidentes, relacionando el accidentado con el número de sesiones formativas recibidas de forma posterior o anterior al accidente, en casi todos los casos el trabajador ha recibido 2 sesiones formativas, no existiendo ningún caso en que no haya ninguna sesión formativa recibida salvo en el año 2000, año en el que en el mes de julio se puso en marcha el Servicio de Prevención y en que aún no había dado tiempo a intervenir de forma global en el plano formativo en cuanto a los conductores. Por otro lado, existen conductores que han recibido hasta 3 sesiones formativas dado que se trata de trabajadores que ingresaron o reingresaron en la empresa y pasaron por el procedimiento de acogida que incluye en todos los casos una sesión formativa específica en prevención de riesgos aplicada, además de quedar integrados en las sesiones formativas aplicadas globalmente. En caso de que el trabajador reingrese, consideramos que si lo hace en el mismo lugar de trabajo y teniendo en cuenta que cuando recibió su última sesión formativa en prevención no haga más de un año, no es preciso volver a realizar la formación específica en cuestión.

TABLA 2: Evolución mensual del número de accidentes tipo.


CAIDAS AL SUBIR Y BAJAR DEL BUS GIROS DE VOLANTE REALIZADOS

INCORRECTAMENTE

2000          2001          20

02 2003 2000 2001 2002 2003

ENERO                4               1               0               1              1             1             1             1

FEBRERO               2               2               2               0              1             1             0             2

MARZO                 3               4               1               2              1             0             0             0

ABRIL                  2               0               0               1              1             2             1             0

MAYO                 1               1               3               1              3             0             4             2

JUNIO                  4               3               1               0              2             1             0             1

JULIO                  1               1               0               0              1             2             0             0

AGOSTO               2               0               2               1              0             0             2             0

SEPTIEMBRE           3               2               1               1              1             1             1             0

OCTUBRE               3               1               1               0              2             1             0             0

NOVIEMBRE            1               0               0               0              2             1             0             0

DICIEMBRE             3               0               0               0              1             1             0             2

GRÁFICO 2: Evolución mensual del número de accidentes tipo relacionados con los eventos formativos en el puesto de trabajo de conductor.

4,543,53

Text Box: NÚM. ACCIDENTES

2,521,510,50

MESES Y AÑOS

CAIDAS            GIROS

Momentos de máxima intervención en formación

Si comparamos la parte inicial del gráfico, correspondiente al año 2000, con la final, correspondiente al año 2003, la diferencia es muy sustancial, indicándonos el descenso significativo de las cifras de accidentes.

Asimismo, si tenemos en cuenta los eventos producidos en 2003, vemos que latendencia a disminuir sigue existiendo pero de forma más contenida. Ello pudiera justificarse en dos sentidos, por un lado podría ocurrir que al haber descendido el número de accidentes de forma importante en la primera fase del estudio, actualmente estemos situados en un punto en el que los accidentes disminuyen en menor proporción y por ello lo hacen también los dos tipos de accidentes que estamos sometiendo a estudio; y por otro lado, los momentos de intervención global en formación deben repetirse de forma periódica y, en este sentido, ya en la actualidad quizás sería conveniente realizar de nuevo una de estas actuaciones.

CONCLUSIONES

  • La formación en el campo de la prevención de riesgos es, probablemente, una de las mejores inversiones que se pueda realizar. Ya no nos ocupamos en demostrar que los accidentes suponen un coste social y económico porque creemos que a estas alturas esto ya está suficientemente claro, sino que nos ocupamos en demostrar que la formación reduce la accidentalidad y, por tanto los costes mencionados.
  • Existe una relación positiva entre el contenido y calidad de la formación a los trabajadores y los tipos de accidentes que se benefician de tal formación.
  • A pesar de la dificultad que entraña el poder definir con garantías el resultado real de  la  formación  en  los  trabajadores  sobre  el  número  de  accidentes  en  una empresa, creemos que a  través  de  este  trabajo  queda  demostrada  tal eventualidad.
  • La formación en el mundo laboral debe ser dirigida con criterios predefinidos y consecuentes con el tipo de organización y la actividad de la empresa. Deben  tenerse  en  cuenta  las  técnicas  de  formación  de  adultos,  así  como  es preferible que los formadores pertenezcan a la propia empresa.
  • En nuestro caso particular, y dentro de una empresa de economía social  con actividad en el sector servicios (uno de los que mejor se adapta a este tipo de organización empresarial y social), la metodología inductiva en formación resulta muy rentable.
  • También en nuestro caso particular, debemos darle un mayor contenido en las sesiones formativas a los conductores al manejo del volante y los giros con el mismo.
  • El análisis de la eficacia de la formación, debe tener en cuenta los eventos relacionados con la misma y su contenido, a la vez que los relacionados con la consecución de los accidentes.
  • Los accidentes los sufren personas con nombres y apellidos, aunque en los análisis estadísticos o deductivos se contemplan cifras y porcentajes. La formación  la reciben también personas con nombres y apellidos.
  • En el caso particular de la tipología de accidentes que hemos estudiado en los conductores de autobús, la conducta del trabajador es, en bastantes casos, la que determina la posibilidad de que se produzca el accidente

REFERENCIAS

  • 1. J.L. Melià, 1998. Modelo causal psicosocial de los accidentes laborales.
  • 2. Fuente CEPES (Confederacion Empresarial Española de la Economia Social).

www.cepes.es

  • 3. Salas, C. (2003). Implantación de un SGPRL (Sistema de Gestión de Prevención de Riesgos Laborales) en una S.A.L. (Sociedad Anónima laboral).  Trabajo presentado en el Simposio Internacional de Prevención de Riesgos Laborales ORP 2003 de Santiago de Chile.
  • 4. Oficina Internacional del Trabajo. MEOSHDirectrices20010503581ES.Doc.

Ginebra. Diciembre, 2001.

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