¿Por qué sube la mortalidad en el trabajo pese a la bajada del empleo?
¿Por qué sube la mortalidad en el trabajo pese a la bajada del empleo?
El informe estadístico sobre siniestralidad laboral que dio a conocer el Ministerio de Trabajo para el período enero-agosto de 2020, arrojó un dato tan sorprendente como desgarrador en comparación con lo registrado en ese mismo periodo un año antes. A pesar de que un virus microscópico ha desencadenado la mayor crisis económica de la historia en España, el número de accidentes mortales se incrementó en los primeros ocho meses de este año en 34 fallecimientos, pasando de 437 a 471. Una cifra que aumenta su dramatismo al enmarcarse dentro de una destacada merma en el volumen total de siniestros en este tiempo en los dos últimos años: de los 892.012 de 2019 se ha bajado hasta 633.273 en 2020.
¿A qué se debe, entonces, el aumento de fallecimientos cuando hay más empresas cerradas y menos personas trabajando? A múltiples factores, de los cuales la mayoría orbitan alrededor del coronavirus y sus consecuencias directas e indirectas. “Aunque la disminución del volumen de accidentes está motivado por la caída de la actividad, venimos denunciando desde hace tiempo que la prevención de riesgos se está dejando en un segundo plano, y hay que tomar medidas urgentes”, apunta Ana García de la Torre, secretaria de Salud Laboral de UGT. “Mucha gente está en un ERTE, en casa, y otros están teletrabajando, lo que hace que bajen los accidentes in itinere —cuando el trabajador se desplaza desde su domicilio hasta el centro de trabajo y viceversa—, (35.040, un 35,9 % menos), pero se detectan en sectores que han estado al pie del cañón y con riesgos tradicionales como el agrario (de 31 a 64) o el industrial (de 63 a 96)”, añade García de la Torre.
“Quizás ha habido una cierta laxitud en la prevención de riesgos, porque se ha puesto más énfasis en las medidas de protección contra el covid”, apunta Daniel Toscani, profesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Valencia.
No es la única explicación alrededor de este crecimiento. También hay quien pone en cuarentena algunas de las cifras. “Creemos que se está produciendo una infradeclaración de los accidentes leves. Para que se declare un accidente tiene que emitir un parte el propio empresario para que puedas ir a la asistencia de tu mutua, y es la mutua la que va a acabar decidiendo sobre la inclusión o no al registro de accidentes”, incide Pedro J. Linares, secretario de Salud Laboral de CC OO.
Solo 15 decesos por coronavirus
Sin embargo, en cuanto al aumento de la mortalidad, hay un detalle en el informe que hace torcer el gesto a los sindicatos: tan solo se contabilizan 15 decesos por Covid-19. “¿Esos realmente son los datos que registra el sistema? Algo está mal. Como los contagios pueden darse en el ámbito laboral o social no se está declarando como accidentes muchas exposiciones que sí lo son por razón de la actividad. Estas cifras tienen un importante subregistro en colectivos como el sanitario”, matiza Linares.
Según el registro de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), más de 60 médicos y sanitarios han fallecido como consecuencia del coronavirus en estos últimos meses.
Y es que el sector sanitario se ha enfrentado a un volumen de trabajo inabarcable en el que también se aloja otra de las explicaciones. “La atención primaria ha estado absolutamente colapsada desde el inicio de la crisis. Que el 99% de su actividad fuera tratar pacientes con síntomas de covid y dejara su actividad del día a día ha provocado que se haya perdido el seguimiento a muchos pacientes con enfermedades crónicas, que ahora llegan en un estado muy malo”, alerta Silvia Durán Francisco, médico de familia y Coordinadora de Delegados de Amyts. “¿Por qué estamos teniendo muchos más ictus ahora que antes? Porque nadie está viendo a estos pacientes antes de que lleguen a este punto. Esto se debe a que muchos tienen miedo a acudir a los centros de salud”, añade Durán Francisco.
La última pata de la explicación hace referencia al deterioro en las condiciones laborales de muchos trabajadores. “La precariedad mata”, sostiene De la Torre. “Nuestro sistema preventivo ha tenido una evolución en estos últimos 25 años, en el que después de la entrada de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales hay un descenso en el número de accidentes, y a partir de la reforma laboral de 2012 se produce un incremento”, suscribe Linares.
Fuente: EL PAÍS