Inventos españoles para proteger del COVID-19

Inventos españoles para proteger del COVID-19

Un respirador que no necesita electricidad se ha convertido en una alternativa económica y eficaz en la lucha contra el COVID-19 en los hospitales
9 Julio 2020

El ingenio español se esfuerza en diseñar decenas de dispositivos para proteger a los ciudadanos  del COVID-19 e, incluso, salvar vidas. Frente a los empresarios sin escrúpulos, retratados por La Celosía, que pretendían obtener beneficios del coronavirus como marca registrada, se encuentran estos inventores que con nuevos productos o mejoras de los existentes buscan el bienestar de la población.

Desde Asturias han solicitado en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) el modelo de utilidad para un respirador que no necesita electricidad y que se ha convertido en una alternativa económica y eficaz en la lucha contra el COVID-19 en los hospitales, según revela la publicación local el Fielato (adjuntamos enlace). Un modelo de utilidad es una forma especial de patente concedida por un estado o jurisdicción a un inventor o solicitante por un período de tiempo determinado. Los términos y condiciones de la concesión difieren ligeramente de los aplicables a patentes de invención, incluyendo un período de protección más corto y requisitos de legibilidad menos estrictos.

El asturiano Daniel González Rajó, técnico especialista en emergencias sanitarias en Transinsa y Javier Tamayo Muñoz, técnico de emergencias en Madrid, se encuentran entre los inventores, junto a otros especialistas, de este dispositivo de presión continua positiva en las vías respiratorias que no necesita de la corriente eléctrica para suministrar aire u oxígeno al usuario que así lo requiera, ya sea por apnea obstructiva del sueño u otros problemas respiratorios como EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), neumonía o bien insuficiencia cardiaca. Los solicitantes de este modelo de utilidad argumentan que lugares como hospitales de  campaña, zonas rurales o zonas de difícil acceso, no disponen del número de tomas de corriente eléctrica necesarias en este tipo de emergencias. “El dispositivo de presión continua positiva en las vías respiratorias de la presente invención solventa todos los inconvenientes anteriores”, subrayan.

Hospitales innovadores y pequeños empresarios

El Departamento de Innovación del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona ha solicitado a la OEPM registrar una válvula para respiradores de su invención. Se trata de una válvula para respiradores, ventiladores, resucitadores y sistemas de CPAP (presión positiva continúa en la vía aérea) en particular, a una válvula PEEP (presión positiva al final de la espiración). Sus inventores destacan numerosas ventajas sobre las válvulas existentes. Se puede fabricar en tiempo récord sin necesidad de moldes ni plástico a inyección; es de fácil ensamblaje y reusable previa esterilización. Además, presenta una mejora ergonómica de los “pomos de ajuste” para que no resbalen con los guantes del personal sanitario humedecidos con gel desinfectante.

Otros inventos contra la pandemia llegan, día sí día no, a la Oficina de Patentes. Entre los más recientes destaca un filtro germicida inercial para desinfectar mediante radiación ultravioleta. Es aplicable en mascarillas, vehículos o, incluso, en una instalación de agua. Entre los más prácticos llama la atención un dispensador individual de fluidos que se puede llevar colgado de la muñeca y al apretarlo sale gel hidroalcohólico. También se ha solicitado una funda desechable para dispositivos electrónicos a base de latex, vinilo o similar, para proteger al móvil de contaminación biológica. Entre los modelos de utilidad hay una mascarilla absorbente con barrera para líquidos” a nombre de #Dokhand una empresa de colchones de Guadalajara.

Otro modelo de utilidad pandémico es un dosificador de desinfectante acoplable a una puerta que se aplica en el pomo después de cada apertura. Está a  nombre de la empresa Barcelona Technical Center. El citado producto desinfectante puede ser una solución antiséptica de las usuales para esta finalidad, pero también cualquier medio desinfectante, tal como una radiación lumínica, susceptible de suministrarse de forma controlada.

Las mascarillas y los atracos a los bancos

En la producción de mascarillas destaca una que resuelve muchos problemas, incluso los que tienen que ver con la seguridad ciudadana. “Ir con la cara tapada es peligroso a nivel de seguridad de bancos y comercios, ya que impide la identificación de los criminales, que con una máscara en la cara van vestidos como en el Far West. En algunos bancos actualmente no dejan entrar a determinados tipos de personas por miedo a atracos, especialmente si van con la cara tapada. Si se facilita la utilización de pantalla transparente para protegerse, la identificación de la cara de las personas no queda restringida”, argumentan sus inventores.

Fuente: Lacelosia

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