Maquiavelo en la oficina: cinco enseñanzas en el trabajo

Maquiavelo en la oficina: cinco enseñanzas en el trabajo

Rodearse de los mejores en el trabajo, tener en el círculo más cercano quién le pueda decir la verdad en medio de tanto halago vacío o anticipar tendencias o crisis son algunos de los consejos que el famoso escritor italiano incorporó en su reconocida obra de estrategia política.
6 December 2019

Hace más de 500 años el diplomático, filósofo y político italiano Nicolás Maquiavelo escribió El Príncipe, la obra que sentó las bases de la política moderna. Este libro es considerado uno de los más influyentes para quienes buscan llegar al poder o mantenerlo.

Más de medio siglo después los consejos al ‘Príncipe’ no han perdido vigencia pues se trata de una serie de reflexiones que reflejan muy bien el profundo conocimiento que tenía Maquiavelo de la condición humana. Aunque algunas resultan extremistas, muchas son pragmáticas y se aplican muy bien para la vida laboral.

También en el trabajo las rivalidades son pan de cada día, así como las intrigas y consejas para lograr el poder o para mantenerlo. ¿Qué lecciones de El Príncipe pueden aprovecharse para garantizar el éxito en la vida laboral? Estas son algunas de las frases y enseñanzas que se pueden aplicar en el trabajo.

Escoger a los mejores para el trabajo. Se equivocan quienes creen que un buen líder por si solo es garantía del éxito en una empresa. Quizás esta confusión se presenta porque normalmente son los buenos líderes los que se preocupan por conformar los mejores equipos de trabajo. Por eso, cuando se busquen los mejores resultados, el líder debe saber rodearse bien, pues es la única forma de lograr las metas. En El Príncipe, Maquiavelo se refiere al tema con esta frase: “La primera opinión que se tiene del buen o mal juicio de un príncipe, se funda en base a los hombres que lo rodean. Cuando no elige personas competentes y fieles, no podrá considerarse prudente a un príncipe cuyo principal error lo comete en la elección de las personas que lo rodean.

Crear un círculo de confianza. Cuando una persona llega a la cima en la organización, puede atraer muchos áulicos, incluso antiguos enemigos o incompetentes que solo buscarán estar a su lado para mantener sus beneficios. Sin embargo, es clave que se rodee de un pequeño grupo de personas que le digan la verdad en toda circunstancia. Eso sí, Maquiavelo recomienda que esta labor la ejerza un pequeño grupo cercano, pues de lo contario termina perdiendo el respeto de todo el equipo. Para Maquiavelo “no hay mayor error que decirles a tus hombres que no te ofenden al decirte la verdad; porque resulta que, cuando todos pueden decir la verdad, éstos faltan al respeto, por lo que un líder con buen criterio debe elegir a unos pocos hombres de su confianza y que únicamente ellos puedan decirle la verdad sin adornos”.

No pida lealtad si contrata a un desleal. Existe un refrán popular según el cual ‘el que a hierro mata, a hierro muere’ que resulta muy aplicable a quienes deciden ‘sonsacar’ de otras empresas personas que, de manera desleal, buscan aprovechar el conocimiento o la información que acumularon en un lado para llevarlo a otro lado. Esta especie de profesionales ‘mercenarios’ terminan haciendo lo mismo en cada puesto de trabajo a donde llegan.

Cabe anotar que es distinto un profesional que se prepara en una posición y luego pasa a otra empresa aprovechando el conocimiento y la experiencia que ganó allí, a quienes tienen como único objetivo extraer información de una empresa para llevarla a otra y así ganarse el puesto. En su libro, Maquiavelo advierte que “el príncipe cuyo gobierno descanse sobre soldados mercenarios no estará nunca seguro ni tranquilo, porque están desunidos, porque son ambiciosos, desleales, valientes entre los amigos pero cobardes cuando se enfrentan a los enemigos; porque no tienen disciplina, y ya durante tiempos de paz, despojan a su príncipe tanto como sus enemigos en tiempos de guerra, pues no tienen otro amor o pasión que la paga del príncipe, la cual, por otra parte, no es suficiente como para que deseen morir por él”

No hay enemigo pequeño. Quienes llegan a la cima de una empresa después de haber hecho un largo recorrido por distintas áreas y posiciones tienen muy claro este tema pues a lo largo de su vida laboral han tenido que lidiar con todo tipo de compañeros que a veces se convierten en pequeños enemigos y más adelante aprovechan la oportunidad para tomar venganza.

Esto les permite enseñar la lección de que no hay enemigo pequeño y por eso en la vida laboral siempre hay que cuidarse de no granjear adversarios por cosas que no valen la pena, y siempre es mejor tratar de llevar relaciones armónicas pues no se sabe cuándo van a cambiar los roles. “Se engaña quien cree que, entre personas eminentes, los beneficios nuevos hacen olvidar las ofensas antiguas”, dice Maquiavelo.

Prepararse en paz para tiempos de guerra. Las nuevas tecnologías y los cambios en el estilo de trabajo, que cada vez privilegia más el fortalecimiento de los equipos o el trabajo colaborativo no debe dejar perder de vista un tema fundamental en el trabajo: siempre es mejor prevenir que lamentar, o en el caso práctico, planear que esperar a que llegue una crisis. Justamente estas nuevas tendencias deben aprovecharse al máximo para diseñar procesos de planeación estratégica que permitan evaluar nuevos escenarios y de alguna manera, anticiparse. “Aquel que en un principado no descubre los males sino una vez nacidos, no es verdaderamente sabio; pero ésta es una virtud que pocos tienen”, dice Maquiavelo.

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