La agenda del liderazgo del CEO

La agenda del liderazgo del CEO

Ser el CEO de una organización supone mantener unos acuerdos, compromisos o promesas con los stakeholders más relevantes de esa organización.
15 October 2017

Mantener la promesa del liderazgo es fundamental para marcar la dirección estratégica adecuada, mantener a la organización en el buen camino, ejecutar con eficacia y liderar la organización con éxito hacia unos resultados positivos, sostenibles y relevantes. Todas estas expectativas constituyen la parte transaccional del liderazgo.

En la parte transformacional del liderazgo, hoy se espera del CEO y de los miembros de su equipo más cercano que mejoren constantemente y que evolucionen en su nivel de consciencia. No existe alternativa en para liderar en este entorno VUCA. Esto significa que estén comprometidos sin ambages tanto con su desarrollo personal como con el desarrollo de su equipo y de la gente a la que sirven.

Conforme un CEO mejora en su competencia como líder, crece su nivel de consciencia respecto a quién es y cómo impacta en los demás. Se vuelve más eficaz, es más consciente de sus acciones, del impacto que tienen sus mensajes y su comportamiento, en definitiva, de cómo es percibido.

Una vez que es consciente de la promesa del liderazgo, de cómo la cumple o no, empieza un camino de mejora que le permite asumir con responsabilidad y autoridad su posición como líder de la organización. El liderazgo competente y consciente, implementado con pasión y autenticidad, es un generador ilimitado de credibilidad y confianza, que va creciendo con el tiempo y la experiencia.

Los mejores líderes analizan y evalúan con valentía cómo están con respecto a la promesa del liderazgo. Y luego la honran con su comportamiento y con el de su equipo directo.

Y de este modo crean una cultura inspiradora para todos que realmente marca la diferencia.

Se aseguran de que todos encuentran sentido en el trabajo que hacen en la organización. Este tipo de CEOs son conscientes de la esperanza que tenemos hoy de que las empresas sean realmente un lugar significativo, relevante y positivo para todos los que estamos involucrados y para la sociedad en general. Que sean parte de la solución y no parte del problema. Y este liderazgo de primera es en sí mismo el gran retorno que obtienen, multiplicando con creces el esfuerzo que hacen.

En definitiva, el CEO y su equipo más cercano deben siempre contestar a las siguientes preguntas:

  • ¿Estamos creando una organización en la que nos gustaría que trabajaran nuestros hijos?
  • ¿Demostramos cariño y aprecio (que no es paternalismo ni complacencia) por aquellos a los que lideramos? ¿Cómo?
  • ¿Modelamos con nuestro comportamiento, entre nosotros miembros del Comité de Dirección y con el resto de colaboradores, la integridad, valentía y autenticidad que esperamos de los demás? ¿Cómo?
  • Si esta organización dejara de existir, ¿cuál sería la pérdida para el mundo? ¿Podemos articular con convicción por qué sería una pérdida relevante?
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