Gordura y salario: relaciones distintas para hombres y mujeres

Gordura y salario: relaciones distintas para hombres y mujeres

Los gordos ganan más que los delgados, pero las gordas, menos que las delgadas
18 March 2014

La asociación negativa entre el peso corporal y el salario (a más peso, menos salario) está bien establecida en la literatura económica. Se ha observado tanto en los Estados Unidos como en varios países europeos como Dinamarca, Inglaterra, Finlandia , Francia, Alemania y Suecia. 

El peso elevado no es únicamente un inconveniente para los que ya tienen empleo, sino también para los que buscan un empleo. Los solicitantes de empleo regordetes tienen posibilidades considerablemente inferiores de encontrar un trabajo que sus colegas más delgados, y algunos empleos ni siquiera admiten a solicitantes con sobrepeso, por lo que los obesos desempleados se ven obligados a pasar más tiempo en el paro.

Sin embargo la mayor parte de los estudios publicados sobre este tema presenta debilidades metodológicas, por lo que muy probablemente no lograron descubrir la verdadera relación entre los salarios y el peso corporal. Ahora, los autores de una reciente publicación del Zukunft der Arbeit Institute (IZA) dicen haber superado las limitaciones de sus antecesores con determinados refinamientos técnicos que, entre otras cosas, consisten en separar los trabajadores manuales y no manuales, distinguiendo entre las ocupaciones en las que el atractivo físico mejora la productividad y aquellas en las que no lo hace.

Sus resultados indican que para las mujeres se produce una discriminación negativa en función del peso, aunque solo en los empleos de "cuello blanco". Incluso las mujeres de peso normal se ven afectadas. Asimismo muestran que en el caso de los hombres la discriminación salarial a favor de los "gordos" parece centrarse en los empleos de "cuello azul", en los que la fuerza física es muchas veces importante, poniendo de manifiesto que en realidad se trataría de una discriminación por corpulencia, más que por peso.

Para las mujeres desempleadas, la máxima probabilidad de encontrar un empleo se sitúa mucho antes de que se alcance el umbral de la obesidad. En cambio, para los hombres la máxima probabilidad se presenta muy cerca del umbral de la obesidad.

Fuente: IZA

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