Cada vez cae más el número de autónomos que cotizan por accidentes de trabajo
Cada vez cae más el número de autónomos que cotizan por accidentes de trabajo
En Marzo de 2016 el número de trabajadores autónomos que cotizaban voluntariamente por las contingencias de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales ha bajado de la cifra de 600.000 después de cinco años. EL número actual es de 597.437, frente a los 612.000 del mismo mes del año 2015, 15.000 menos y frente a los 640.000 de media en el año 2011. Es decir en menos de cinco años casi 45.000 autónomos han dejado de pagar por estas contingencias, que si bien tienen carácter voluntario, sin embargo son esenciales para buena parte de las actividades, como el transporte, la construcción o la hostelería.
Para la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) la causa principal es la falta de información, ya que la Administración de la Seguridad Social no permite a las Mutuas Colaboradoras realizar ningún tipo de esfuerzo informativo. Sin embargo la prueba de que el colectivo es sensible lo demuestra el hecho de que desde 2010 a 2011 el número creció en más cien mil después de una campaña realizada por la Seguridad Social, acordada con las principales asociaciones de autónomos.
El desconocimiento de este derecho y sus ventajas hace que muchos autónomos cuando sufren un accidente no puedan acceder a porcentajes superiores de prestación sobre sus bases de cotización y reciben con retraso la prestación, así como renuncian a cuidados de rehabilitación que les permitiría reanudar antes sus trabajos.
Otra de las causas es la falta de incentivos, situación que viene dada por la dificultad de prueba para demostrar ante las entidades gestoras de que se trata realmente de un accidente producido durante o por causa del trabajo, y el no reconocimiento del denominado accidente “in itínere”
UPTA considera que hace falta una modificación en profundidad del sistema para los trabajadores por cuenta propia. Modificar las tarifas, que no tienen por qué coincidir con las del Régimen General, establecer coeficientes reductores especiales para las actividades con más siniestralidad para acceder a la jubilación anticipada, entre otras.
Para Sebastián Reyna, Secretario General de UPTA, “resulta urgente estudiar una universalización de estas contingencias, al menos para las actividades que se consideren de mayor riesgo, siempre y cuando las prestaciones previstas sean realmente incentivadoras y respondan con eficacia a las necesidades del colectivo”
Fuente: UPTA