PROCESOS PRODUCTIVOS Y ACCIDENTES.

PROCESOS PRODUCTIVOS Y ACCIDENTES.

No solo para los prevencionistas, abogados, empresarios, técnicos o ingenieros comprometidos en los procesos productivos, sino, muy especialmente para que lo entiendan los trabajadores y sus familias. Son ellos, los principales afectados, el material favorito de siniestros y calamidades personales.
24 Enero 2018

PROCESOS PRODUCTIVOS, HABITAT DEL ACCIDENTE.

         A la pregunta de ¿por qué la prevención de riesgos en las faenas productivas? La respuesta puede ser simple, entendible a primera vista, o una lucubración intelectual jurídica, económica y laboral compleja y difícil de digerir.

         Por ello, siempre he tendido a dar explicaciones que sean comprensibles para todos.

          No solo para los prevencionistas, abogados,  empresarios, técnicos o ingenieros comprometidos en los procesos productivos, sino, muy especialmente para que lo entiendan los trabajadores y sus familias. Son ellos, los principales afectados, el material favorito de siniestros y  calamidades personales.

         Los padres de familia, las madres que laboran y que son arrancados del seno familiar y la sociedad, por la falta de vocación solidaria, de inteligencia empresarial y muy especialmente por falta de respeto a la vida humana.

         Desde mi punto de vista, la Prevención de Riesgos es absolutamente necesaria en los sistemas de creación de bienes y servicios, debido a que la PRODUCCIÓN ES ESENCIALMENTE DEPREDADORA.

         Lo digo  con mayúsculas para que se lea más claramente, y es depredadora en dos sentidos, a lo menos:

         a)     Utiliza, transforma, usa y se aprovecha de la naturaleza y sus elementos, la mayor parte de la veces indiscriminadamente (conexión medio ambientalista).

        b) Utiliza, desgasta, aprovecha la fuerza humana, física e intelectual, agotando al individuo hasta despojarlo de sus bienes más esenciales: La Salud y la Vida (conexión humanista).

Veamos un fallo de la I. Corte de Apelaciones de Concepción

05 de Noviembre de 2007, rol 373.-

Reflexión: 20. Que apreciados los antecedentes probatorios consignados en el razonamiento anterior conforme a las reglas de la sana crítica, como ya se dijo, esto es, según razones jurídicas, lógicas y de experiencia, resulta idónea para acreditar en el proceso que el demandante, con ocasión del accidente ocurrido el 26 de mayo de 2005, resultó con lesiones como amputación traumática del dedo medio izquierdo a nivel de la articulación interfalángica distal y con daño psicológico consistente en trastorno de estrés post-traumático con inestabilidad emocional y baja autoestima.

21. Que no hay antecedentes en los autos que demuestren certeramente que el demandante se expuso imprudentemente al daño que experimentó, contra lo afirmado por el demandado.

         La apreciación del daño estará sujeta a reducción sólo si la víctima se expuso imprudentemente a él, de modo que para que proceda la reducción es necesario que la acción u omisión de la víctima sea culpable, ilícita.

         La acción ejecutada por el demandante, con lo señalado en esta sentencia, no puede así calificársela.

         Muy por el contrario, con todo lo expuesto en las reflexiones anteriores, resultó probada la culpa del empleador, de tal forma que éste debe reparar el total del daño causado.

22. Que con ocasión de un accidente del trabajo, la regulación del daño moral debe ser prudente y adecuada, para los cual es útil tener en consideración la naturaleza del daño experimentado, el tratamiento médico empleado, las posibilidades de trabajo de la víctima, su edad y la entidad y duración de los padecimientos físicos y psíquicos que ha sufrido el ofendido.

23. Que, por consiguiente, conforme lo expuesto en los motivos que anteceden, es fuerza concluir que el demandado deberá responder por los daños morales sufridos por el demandante,…

 Una reflexión conexa.

         Por ello, en ocasiones es necesario reflexionar sobre esta extraordinaria profesión, cuyas bases académicas, axiológicas y prácticas son absolutamente incomprendidas.

         En efecto, en la Ingeniería en Prevención de Riesgos, y carreras afines, no se ha puesto énfasis suficiente en perfilar la verdadera importancia de esta profesión en la detección de las grandes consecuencias, directas y previstas, de los sistemas productivos, menos aún, en dar el valor que corresponde a la vida humana, en cuanto a las personas que participan en dichos procesos.

         Más lejanas de ser atendidas se encuentran las consecuencias que en el decir popular se atribuyen a “cosas del destino”, “mala suerte” o “Dios así lo quiso”, como si el destino la suerte o Dios fueran imputables de la desatención de quienes son los verdaderos responsables de las malas prácticas laborales.

         En la UT.FSM., enseñamos, en las clases que nos corresponde impartir, una tabla de bases éticas y morales, con las que pretendemos orientar el propósito de la carrera, y que hemos denominado LA ÉTICA DE LA PREVENCIÓN DE RIESGOS.

         Tal vez, en el fondo de nuestra conciencia, tratamos de expresar, a quienes podemos, es decir, nuestros alumnos, la verdad práctica y valórica de las acciones que a la profesión de prevencionista le corresponde, en el duro ámbito de los procesos productivos.

         Deseamos dejar constancia que nos mueve, además de lo expresado anteriormente, un profundo interés por la empresa, su desarrollo, permanencia y expansión. Por ello entregamos nuestra desinteresada colaboración, partiendo del entendimiento,  que estas pierden anualmente un porcentaje de su capital de producción, debido a los gastos directos e indirectos que producen los accidentes y enfermedades profesionales, siendo algunos de ellos los  siguientes: tiempo perdido; aumento del clima de inseguridad; desconfianza psicosocial en la gestión de la empresa; disminución de la producción y de la productividad; gastos y distracciones en juicios; pérdida de imagen corporativo; aumento de seguros (DS.67); reproducción o reiteración del proceso perdido, etc. Estas son algunos de los temas que trastornan la producción limpia.

         Ello no es un problema de determinada empresa o confederaciones de empresas de  la misma actividad y similares. No, señores, es un problema país y así debe tomarse y tratarse por la autoridad.

          Cabe expresar, entonces, no se trata de un mero proceso técnico. También, de un aspecto tan importante como el anterior que podríamos denominar: RESPETO POR LOS TRABAJADORES. En especial, porque son ellos los creadores de la riqueza.

         Imposible pensar que capital y organización, puedan acceder a la producción de bienes y servicios, sin la participación activa y creativa de los trabajadores, sean aquellos que emplean en mayores oportunidades su fuerza física o aquellos que aportan con su intelecto. Pero, en el mismo orden de ideas, adquiere importancia en el tema de la Prevención de Riesgos Laborales, el éxito de las empresas, consideradas como las células activas y activadoras de la economía nacional, pues, son las que dan trabajo a miles de compatriotas, otorgan la posibilidad de mejor calidad de vida de más de 7.000.000 de trabajadores, son el motor esencial para el proyecto de desarrollo nacional y sin duda alguna, sobre ellas descansa la estabilidad y seguridad de las bases del  progreso de la Nación.

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