Estimación de la exposición a radiaciones cósmicas en la operación aerea en Colombia

La exposición a radiaciones ionizantes en el ámbito laboral puede estar relacionada con el uso de fuentes radioactivas, equipos generadores o por fuentes naturales, es habitual considerar que un trabajador está expuesto a radiación natural proveniente de la composición del suelo principalmente, en especial del radón, y la radiación cósmica. Para el caso de la aviación, las radiaciones cósmicas son la principal fuente de exposición para los tripulantes de una aeronave debido a su mayor proximidad a la fuente. Con el fin de estimar la exposición a esta radiación en las rutas aéreas operadas en Colombia y conocer niveles de exposición que pueden tener las tripulaciones de estos vuelos comparando con los niveles de exposición definidos por la International Commission on Radiological Protection para exposición del público y exposiciones ocupacionales, se procesaron los datos registrados de cerca de 44.000 vuelos realizados en el periodo enero a abril de 2017, en más de 70 rutas, la estimación de la dosis recibida se calculó mediante el uso del sistema CARI 7 de la Federal Aviation Administration y para su ejecución masiva se desarrolló Cosmic-G, de uso exclusivo para este proyecto. El análisis de la información se realizó utilizando datos estadísticos como la media, la mediana y desviación estándar, permitiendo caracterizar cada unas de las rutas operadas en el país y realizar análisis comparativo entre rutas y duración de los vuelos. Así mismo se analizaron los vuelos realizados por cada uno de los pilotos y tripulantes encontrando que la estimación de dosis de exposición esta muy por debajo de los valores definidos por los organismos internacionales.
Tema secundario: 
Autor principal: 
Yezid Fernando
Niño Barrero
Dr HR ltda. / SURA
Colombia
Coautores: 
Hernán Darío
Rentería Cáceres
Dr HR Ltda / SURA
Colombia
Nathaly
Barbosa Parada
Dr HR Ltda / SURA
Colombia
Introducción: 

Introducción

 

La exposición a radiaciones cósmicas, en diferentes escenarios, ha sido un tema de preocupación y análisis a nivel mundial. En el contexto de los viajes espaciales, por ejemplo, el interés es lograr la protección de los astronautas de los efectos que a largo plazo puedan derivarse de dicha exposición, teniendo en cuenta el escaso conocimiento que actualmente se tiene sobre los efectos de este tipo de radiación sobre su salud, en particular sobre células madre hematopoyéticas (HSC), así como el lento avance en la investigación del posible desarrollo de neoplasias hematopoyéticas en misiones espaciales profundas, relacionadas con la estabilidad genética en estas células(Patel, Welford, & Gerson, 2016).

La radiación cósmica es un tipo de radiación ionizante que consiste fundamentalmente en un bombardeo de protones o núcleos de hidrógeno de alta energía, procedentes del espacio exterior, que incluyen una cierta proporción de electrones y núcleos más pesados como el helio (Núñez, Lagos & Roglá, 2011). El origen de esta radiación es el espacio exterior, cuya principal fuente proviene de partículas de otras galaxias.

Para el caso de la aviación, y teniendo en cuenta que en el aire operan miles de vuelos simultáneamente, el estudio sobre este tipo de exposición no puede quedarse atrás. Según el portal www.flightradar24.com durante el mes de febrero de 2017 se registraron de 127.542 a 162.865 vuelos por día en el mundo, en todos ellos las tripulaciones estuvieron expuestas a diferentes peligros que involucraron tanto su seguridad, como su salud.  De allí la importancia de identificar la exposición a radiaciones cósmicas, las cuales se consideran importantes cuando se producen a partir de los 15.000 metros de altitud (INSHT, n.d.).

En Colombia, teniendo en cuenta que las radiaciones cósmicas están clasificadas como ionizantes y que la exposición de trabajadores a este tipo de radiación se considera de alto riesgo (Decreto 2090 de 2003 - Artículo 2), previa clasificación e identificación de peligro e impacto sobre la salud, se hace necesario medir y determinar la dosis de radiación a bordo de las aeronaves. 

Para establecer dicho nivel de exposición, que en caso de ser alto y afectar directamente al trabajador requerirá la implementación de un programa de protección radiológica, se pueden realizar mediciones directas en cabina (Vergara et al., 2004; Vergara y Roman, 2009; Meier et al., 2009) o cálculos con modelos matemáticos mediante software (FAA Civil Aeromedical Institute, 2004; Helmholtz Zentrum München Institut für Strahlenschutz, 2010; Institute de Radioprotection et de Sûreté Nucléaire, 2013; PCAire Inc, 2010).

De los diferentes reportes que han buscado estimar o medir las radiaciones ionizantes al interior de una aeronave, se destaca uno publicado en 1989, el cual realizó un estudio con 32 vuelos de 4 a 13 horas sin escalas en los Estados Unidos. Los equivalentes de dosis anuales recibidos en los vuelos oscilaron entre 0,2 y 9,1 mSv (20 a 910 mRem) (Friedberg, Faulkner, Snyder, Darden, & O’Brien, 1989). Otro estudio relevante, realizado en 2005 con  vuelos de Iberia, mostró que la dosis anual recibida por los tripulantes varió entre 0,5 y 3,0 mSv, considerando 600 horas de vuelo efectivo desde el despegue hasta el aterrizaje (Saez Vergara et al., 2005). Esta diferencia en los resultados puede asociarse a las variables de este como duración y ruta (altitud y latitud), donde los vuelos más largos, con más altura y a latitudes mayores tendrán una mayor dosis de exposición, esto se traduce en que la dosis anual promedio es inferior a 1 mSv para tripulantes de rutas nacionales (Paschoa & Steinhäusler, 2010).

Aunque en la normatividad colombiana no se establecen límites de dosis para la tripulación de los vuelos y en el mundo es aceptado no realizar vigilancia radiológica, si se demuestra de forma fehaciente que la práctica no conlleva exposiciones superiores a 1 mSv al año, es decir que no supera los límites del público, es vital establecer que cuando se demuestra que tal nivel puede ser superado, deberá llevarse sin discusión monitoreo individual, siguiendo los principios de protección radiológica que conlleven a optimizar e informar a los trabajadores del riesgo asociado a dicha exposición.

Este panorama, nos lleva a la necesidad de identificar las exposiciones de las tripulaciones de Aviancaa radiaciones cósmicas, con el fin de definir si se requieren medidas de protección para mantener bajo control estas exposiciones, buscando que no superen de manera significativa los límites de la población en general, 1 mSv/año. 

Límites de dosis

La Comisión Internacional de Protección Radiológica en su publicación número 60 (ICRP, 1991), recomienda los límites de dosis que han sido adoptados a nivel mundial. Los valores se resumen en la Tabla1.

Aunque se considere que el uso de monitoreo como rutina para las tripulaciones, como se hace con los trabajadores de la industria nuclear, podría ser impráctico y difícil de implementar, es importante aplicar los cálculos y estimados recomendados por la ICRP para grupos críticos de profesionales de vuelo, que ayuden al trabajador expuesto a conocer su riesgo y tomar las medidas necesarias para contrarrestarlo.

Radiación cósmica

La radiación ionizante que es producida fuera de la tierra está principalmente constituida por partículas procedentes de otras galaxias, aproximadamente 95% del total, formada a su vez por núcleos atómicos (90% protones, 9% núcleos de helio y un uno por ciento de núcleos más pesados) y por un dos porciento de electrones (ICRU report, 2010). La cantidad de partículas y su contribución a la exposición en la tierra depende de la actividad solar, la cual varía acorde a su ciclo, que tiene en promedio once años de duración (Lindborg et al., 2004)[1].

Una vez la radiación cósmica primaria interactúa con el nitrógeno y el oxígeno de la atmósfera terrestre se produce radiación secundaria. A altitudes bajas, los muones son los mayores contribuyentes a la dosis efectiva, mientras que a la altitud de los aeroplanos lo son los neutrones (55%), electrones y positrones (20%), protones (15%), fotones (5 %) y muones en un cinco porciento (Bartlett, 2004).

La Figura 4, esquematiza la generación de cascadas de partículas secundarias, de la cual puede inferirse que  existe una dependencia entre la dosis de radiación y la calidad de ésta con la altura, por ejemplo, la tasa de dosis al nivel del mar es de 0.03 µSv/h, a 6.7 km de 1 µSv/h y a 15 km de 10 µSv/h (Beck, 2007). La contribución a la dosis total que reciben las tripulaciones de vuelo es del 95% y su comportamiento es estable y predecible. 

Adicional a la radiación cósmica galáctica, existen partículas solares que son capaces de llegar a nuestro planeta donde los habitantes están expuestos a ellas. Dichas partículas son producidas por liberaciones energéticas repentinas y esporádicas de la atmósfera solar (fulguración solar) y por eyecciones de masa coronal. Solo una pequeña fracción de las partículas solares, en promedio una al año, llegan a la tierra y pueden causar un aumento en la tasa de dosis a la altura de vuelo, esos incrementos son rápidos, siendo su duración usual del orden de los minutos, aunque en ocasiones pueden llegar a ser de hasta varios días (Lindborg et al., 2004).

Un evento solar ocurrido el 23 de febrero de 1956, incrementó los niveles de tasa de dosis normales de 10 µSv/h hasta alrededor de 4.5 mSv/h a una altitud de 9 km (Lewis, Green, & Bennett, 2009). Ya que los fenómenos son repentinos y esporádicos, son difícilmente predecibles, éstos son hallados con detectores de neutrones ubicados en tierra y los cálculos en los aumentos de los niveles de exposición deben ser realizados retrospectivamente.

Otro fenómeno relacionado con la dinámica solar es el decrecimiento Forbush, ocurre por una disminución en la intensidad de la radiación cósmica que llega a la tierra luego de una eyección de masa coronal, esto debido a la interacción de las partículas que conforman la radiación cósmica con el campo magnético del viento del plasma solar. La intensidad de los rayos cósmicos puede tener una disminución drástica, hasta un veinte porciento en unas pocas horas, sin embargo, la recuperación es lenta y suele durar entre siete y diez días (Barrantes et al., 2018).

Interacción con el campo magnético terrestre

A bajas latitudes, el campo magnético terrestre se comporta como un blindaje frente a las partículas cargadas que impactan, causando que aquellas que no cuentan con suficiente energía sean desviadas y no interactúen con la atmósfera terrestre. Por el contrario, cerca de los polos no existe tal blindaje y la radiación cósmica puede alcanzar la atmósfera terrestre. Como resultado la tasa de dosis de radiación cósmica es mayor en los polos y disminuye conforme se acerca al ecuador. 

En el estudio publicado por Lindborg (2004)se muestra la variación de la tasa de dosis equivalente ambiental en función de la altura. En azul se muestra el comportamiento polar y en rojo el ecuatorial. Se observa que, para la misma altura, la tasa de dosis puede ser hasta seis veces mayor en los polos. Adicionalmente, pueden identificarse las variaciones en las tasas de dosis dependiendo del ciclo solar y la menor influencia del ecuador que en el nivel polar.

Exposición ocupacional en tripulación de vuelo

Publicaciones internacionales, como la del Comité Científico de Naciones Unidas sobre los Efectos de la Radiación Atómica (UNSCEAR, 2000) muestran que las dosis de radiación de los tripulantes de vuelos están dentro de 0.2 mSv y 3 mSv al año. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que dependiendo de la duración del vuelo y su ruta (altitud y latitud) las dosis recibidas por los pasajeros y la tripulación pueden ser de tan solo ~1 µSv en vuelos cortos y hasta ~40 µSv en vuelos trasatlánticos, recordando que la dosis anual promedio inferior a 1 mSv se ha establecido para tripulantes de rutas nacionales (Paschoa & Steinhäusler, 2010). Tal es el caso de un estudio realizado en Brasil en 2010, en el cual debido a la baja frecuencia de los vuelos, la tripulación evaluada recibió una dosis acumulada anual inferior a 1 mSv, por lo cual concluyeron que no era necesario ningún control adicional para las tripulaciones (Cláudio Antonio Federico, Pereira, Pereira, Gonçalez, & Caldas, 2010).

Estimación de la dosis durante los vuelos

El monitoreo radiológico de los trabajadores expuestos a fuentes y equipos emisores de radiación ionizante, ha sido llevado a cabo con detectores de radiación pasivos que permiten la acumulación de información de exposición en un periodo de tiempo y cuya lectura se relaciona con la dosis efectiva recibida por el trabajador en éste mismo periodo. Estos detectores comúnmente conocidos como dosímetros personales, son caracterizados para cada tipo de radiación al que se expone el trabajador y sus energías. Los tipos de radiación más comunes corresponden a: rayos X, radiación gamma, radiación beta y neutrones, con energías bien definidas de acuerdo con la práctica realizada. 

Puesto que la exposición de los tripulantes de un vuelo se debe no solo a radiación electromagnética, beta y neutrones, sino también a positrones, protones, muones (Bartlett, 2004), y adicionalmente al amplio espectro energético de ésta, no es posible la medición con un dispositivo tan sencillo como el dosímetro personal. La medición de la exposición a radiación cósmica debe ser realizada con instrumentación especializada, que es calibrada en amplios rangos energéticos, por ejemplo, los detectores TECP (Tissue Equivalent Proportional Counter). 

A través de equipos de medición especializados se realiza la evaluación de exposición en cabina a la tripulación (Lindborg et al., 2004; Meier, Hubiak, Matthia, Wirtz, & Reitz, 2009; Vergara, Gutierrez, Jimenez, & Roman, 2004; Vergara & Roman, 2009), recientemente se ha publicado una investigación sobre dosímetros semiconductores de dosis ionizante total (TID por su sigla en inglés) de la referencia Teledyne UDOS001, que podrían convertirse en sensores para medición en tiempo real de radiaciones biológicamente dañinas en altitudes de aviación (Rosenthal, Hayes, & Mertens, 2018), sin embargo, esta tecnología aun está en desarrollo.

Debido a que realizar mediciones continuas a la tripulación no es posible y que lograr abarcar la totalidad de los aviones es una tarea titánica, se han desarrollado software de estimación de dosis como el CARI (FAA Civil Aeromedical Institute, 2004), el EPCARD (Helmholtz Zentrum München Institut für Strahlenschutz, 2010), el PCAIR (PCAire Inc, 2010)y el SIEVERT (Institute de Radioprotection et de Sûreté Nucléaire, 2013). Dichos software han sido validados para los diferentes tipos de altura, radiación, entre otros parámetros. Con ellos se ha concluido que existe una buena concordancia entre las mediciones y los resultados modelados en las altitudes de los vuelos comerciales, brindando soporte para su uso en el cálculo de las dosis efectivas recibidas por el personal de vuelo (Lindborg et al., 2004).

El uso de estas herramientas ha demostrado ser de las mejores estrategias para la medición de un gran numero de vuelos, lo que ha permitido hacer de manera retrospectiva, una estimación de la exposición de las tripulaciones, dado su facilidad de operación y bajo costo. Así mismo, porque brindan el respaldo suficiente sobre la fiabilidad de sus resultados. 

Para el presente estudio se hizo uso del CARI, en su versión número siete, dado que es de acceso gratuito y cuenta con el respaldo de una de las entidades de referencia de mayor importancia a nivel mundial, la Federal Aviation Administration(FAA).

CARI

Es un software desarrollado por el Instituto Médico Aeroespacial de la FAA, diseñado para calcular las dosis efectivas generadas por la exposición a radiación cósmica recibidas por tripulantes de vuelo (“CARI-7 and CARI-7A,” n.d.). Algunas de las características principales del software CARI-7 (Copeland, 2017)son:

  • Permite calcular la dosis durante cualquier vuelo ocurrido entre enero de 1958 al presente.
  • Es capaz de calcular tasas de dosis de radiación cósmica en la atmósfera hasta a 100 km de altura.
  • Tiene en cuenta los efectos de la actividad solar y los campos geomagnéticos.
  • No se consideran las tormentas solares ni sus efectos, exceptuando el decrecimiento Forbush, el cual es modulado (1:1) por el cambio en el flujo de neutrones medido al nivel del mar.
  • Las cascadas de rayos cósmicos son calculadas a través de simulación Monte Carlo de transporte de partículas MCNPX 2.7.0. Lo anterior hace que no sea necesario usar el principio de superposición (en el cual el transporte de núcleos se considera equivalente a un flujo de sus componentes de neutrones y protones).
  • El espectro interestelar usado es el del modelo ISO 15390:2004, modulado por el método potencial heliocéntrico. En el CARI-7A puede escogerse el modelo entre el ISO 15390:2004, el modelo de Badhwar y O’Neill (“Badhwar–O’Neill 2010 Galactic Cosmic Ray Flux Model—Revised - IEEE Xplore Document,” n.d.), entre otros.
  • Permite obtener como resultado: la fluencia de las partículas secundarias, la dosis efectiva basada en las recomendaciones del ICRP 60 (ICRP, 1990), la dosis efectiva basada en las recomendaciones del ICRP 103 (ICRP, 2007), la dosis equivalente ambiental H*(10) y la dosis absorbida en cuerpo completo.

La versión CARI-7A ha sido diseñada con un enfoque de investigación y docencia, por lo tanto, cuenta con más opciones de elección para el usuario, incluyendo parámetros del transporte de partículas, múltiples modelos para la radiación cósmica primaria y los eventos solares, incluyendo una opción para ingresar el espectro customizado. Por lo anterior, el CARI-7A requiere más espacio RAM durante su ejecución y corre varios cientos de veces más lento (alrededor de 1 segundo por locación), condición que limita en gran medida su uso para el procesamiento masivo de datos. 

Considerando el alcance de la evaluación a realizar y el tiempo de ejecución, se determina que el código a usar para el cálculo de dosis será el CARI-7, que permitirá una ejecución del proceso más rápido y dado que son pocas las opciones de parametrización, permite asegurar que no se han realizado cambios en la estimación para diferentes vuelos.

 

[1]El último ciclo solar es el número 24, el cual inició en diciembre de 2008 y tuvo su máximo en febrero de 2014.

Metodología: 

Se realizó un estudio descriptivo de tipo retrospectivo en las diferentes rutas operadas por Avianca Colombiadurante los meses de enero, febrero, marzo y abril de 2017. La información fue suministrada directamente por la compañía y su  programaACARS, allí se obtiene información de posición de la aeronave con reportes registrados cada cinco minutos durante el vuelo, con las siguientes variables:

  • Fecha
  • Hora
  • Matrícula 
  • Tipo de avión
  • Coordenadas
  • Tiempo de vuelo
  • Altura

El procesamiento de la información de los vuelos se realizó mediante el software CARI-7 y para el procesamiento masivo se utilizó el software Cosmic-G, el cual es un desarrollo exclusivo para este proyecto. En la caracterización de las rutas se utilizaron estadísticos descriptivos básicos para determinar medidas de tendencia central de las dosis, alturas y tiempos de vuelo. Estos datos fueron cruzados con la información suministrada de pilotos y copilotos, para hacer la estimación de la dosis recibida por la tripulación, haciendo la proyección a un año.

Estimación de dosis por vuelo a través de Cosmic-G

Cosmic-G es el sistema que permite realizar la ejecución de manera masiva de CARI (aplicación de la FAA para el cálculo de dosis de radiación cósmica), se centra en tener la información de los vuelos de cualquier aerolínea y transformarla en la estructura que soporta CARI y ejecutar cada uno de los vuelos por día y por ruta.

La ejecución brinda como producto la generación de un archivo de resultados masivos de los vuelos registrados por número, es decir, genera el resultado de CARI por cada vuelo y se va agregando en el archivo results.

Características

  • Convierte archivos excel a archivos de texto para procesarlos a través de Cosmic-G.
  • Convierte masivamente archivos de forma ilimitada.
  • Valida los archivos TXT generados en estructura y tipos de datos.
  • Ejecuta individualmente cada vuelo por ruta en CARI-7.
  • Detecta errores de ejecución y los registra en log.
  • Acumula los resultados en un solo archivo.

Las validaciones que se realizan a los datos fuente son: 

  • Date: es la fecha donde la aeronave guarda el registro de la ubicación (se valida la fecha en formato inglés ya que este es el dato importante al momento de ejecutar CARI).
  • Time: es la hora donde la aeronave guarda el registro de la ubicación (se valida que esté en el formato correcto de HH:MM:SS, se puede tener la opción de no validar este dato a través de configuración).
  • Aircraft Number: número de placa de la aeronave (no se valida).
  • Flight Number: número de vuelo (no se valida).
  • Aircraft Type: tipo de aeronave (no se valida).
  • Degrees N/S: coordenada en grados en dirección Norte/Sur (se valida que sea un número entero).
  • Minutes N/S: coordenada en minutos en dirección Norte/Sur (se valida que sea un número flotante).
  • Direction N/S: dirección de la coordenada Norte/Sur (se valida que tenga la letra S o N).
  • Degrees E/W: coordenada en grados en dirección Este/Oeste (se valida que sea un número entero).
  • Minutes E/W: coordenada en minutos en dirección Este/Oeste (se valida que sea un número flotante).
  • Direction E/W: dirección de la coordenada Este/Oeste (se valida que tenga la letra E o W).
  • Feet: pies de altura de la posición de la aeronave (se valida que sea un número entero. Adicional, tiene una validación si los pies vienen en cientos, en vez de 30.000 viene 300 o el número completo).
  • Minutes: minutos de vuelo en cada punto (se valida que el dato sea entero).

Se diseñó y desarrolló un módulo específico para validaciones de datos fuente, el cual evalúa los errores de los datos más relevantes para Cosmic-G. Permite generar un reporte de errores previo a la ejecución total del procesamiento y da un valor agregado, entrega la información errada con anticipación, para que pueda ser corregida y luego entregada para la ejecución de CARI.

Los archivos corregidos procesados arrojaron los siguientes datos de ejecución total:

  • 53.399 vuelos procesados.
  • 687 archivos.
  • Se validaron errores de 1.524.934 puntos por todos los vuelos.
  • Se detectaron inconsistencias en los datos, sin embargo, fueron procesados el 100% de ellos.

Las inconsistencias se presentaron debido a la calidad de la información en cuanto a minutos correctos, cantidad de puntos de un vuelo, etc. No detectables a través de la validación, ya que son datos provenientes de los vuelos registrados directamente en Avianca, los cuales previamente no se pueden controlar. 

Para que los resultados fueran coherentes, se extrajeron de las estadísticas los datos que se desviaban en un alto porcentaje de la media, ya que tener incoherencias en algunos vuelos, hace que lo procesado en CARI, arroje resultados equivocados a lo esperado.

Análisis de las rutas

Se basó en la información suministrada de los vuelos realizados en todas las rutas operadas por Avianca-Colombiadurante los cuatro meses objetodel estudio y en la identificación de patrones o características que permitieran crear grupos representativos.

El servicio de transporte aéreo de pasajeros que se presta desde un origen hasta un destino específico, tiene una identidad tan bien definida, que lo convierte en uno de los sectores con procesos de seguridad y control más fuertes, tanto así que es sencillo determinar los atributos peculiares que lo distinguen de los demás. Su caracterización estadística, por ejemplo, dentro de la complejidad de los atributos que identifican el servicio, es un recurso que se integra a la información requerida para la gestión de la operación. 

En consecuencia, y con el fin de aprestar los elementos estadísticos orientados por el objetivo central de este estudio, la ruta, como singularidad, se constituyó en el objeto básico de inferencias basadas en los datos acopiados de la totalidad de los vuelos realizados en el periodo de estudio. Así entonces, a partir de la información registrada de los 53.399  vuelos, referente a la ruta seguida, al tipo de aeronave que la cubrió, al número del vuelo, a la duración de este, a la altitud máxima alcanzada y a la dosis de radiación absorbida (resultado del procesamiento con Cosmic-G), se determinaron 161 rutas cubiertas por la aerolínea, que se convirtieron en uno de los parámetros de análisis de este estudio. 

Los vuelos vinculados con cada una de las rutas, fueron las unidades de observación para las cuales se definieron variables esenciales del análisis a saber: la dosis de radiación absorbida (variable dependiente), la duración del vuelo y la altitud máxima alcanzada (variables independientes), y la variabilidad connatural entre los vuelos, tanto de la dosis como de la duración y la altitud, que dependen de múltiples circunstancias de la operación y del entorno donde se realiza, lo que a su vez induce el carácter estadístico particular de la ruta. 

Para la caracterización estadística de la ruta, se utilizaron para cada una de las variables, varios estadísticos. El número de vuelos, como indicador del volumen de la ruta, el promedio y la mediana como puntos centrales de referencia, el intervalo de confianza como estimación especial del promedio, la desviación estándar como medida fundamental de la variabilidad, la asimetría como indicador de la forma de la distribución de los datos, el mínimo, el máximo y los cuartiles superior e inferior de la citada distribución, como elementos complementarios en la identificación de valores atípicos. 

El análisis estadístico exploratorio preliminar realizado para cada una de las 161 rutas, detectó la presencia de datos atípicos en casi todas ellas y asimetrías de variado género. Por lo tanto, frente a otro estadístico robusto como la media truncada, la mediana fue utilizada para efectos de la estimación de la dosis acumulada genérica de la ruta, porque además de ser robusta es un estimador sin sesgo.

Estimación de dosis de los pilotos

La estimación de la dosis se realiza mediante el registro de los vuelos seleccionados en CARI-7 mediante el uso del software Cosmic-G, donde entre otros datos, solicita las referencias del vuelo, tiempo, altitud, etc. Sus resultados fueron cruzados con la base de datos de los pilotos y copilotos aportada por Avianca. Se analizaron los vuelos realizados por 1.145 personas con una base de datos de más de 117.000 registros. 

Debido a los problemas en la calidad del registro, se dificultó determinar el nivel de dosis de cada uno de los vuelos realizados por el piloto o copiloto, entre otros aspectos por errores en el número de vuelo o de la ruta (origen/destino), por lo que se realizó una imputación estadística de los datos faltantes con la mediana de la ruta, con el fin de contar con la información completa de los vuelos realizados por cada comandante de cabina.

Para la estimación de la dosis anual de los pilotos se tomó como base el periodo de cuatro meses analizado y se llevó a un periodo de doce meses:

Estimación de dosis anual=Estimación de dosis 4 meses × 3

Resultados: 

Los resultados que se presentan a continuación se discriminan por el análisis de las rutas de acuerdo con los vuelos reportados por Avianca. Posteriormente, se analiza la estimación de dosis recibida por los pilotos haciendo la proyección a una dosis anual con el fin de comparar con los valores límite de dosis definidos por la ICRP.

Análisis de las rutas

El presente estudio analizó un total de 161 rutas, sin embargo, 12 de ellas no contaron con más de 10  vuelos realizados por lo que estas no se tomaron en cuenta. Por lo tanto, para el siguiente análisis se tomaron un total de 149 rutas durante el periodo de estudio.

El análisis de las tendencias de las dosis de radiaciones cósmicas en cada una de las rutas se realiza mediante una representación gráfica de la dosis mediana de acuerdo a la duración promedio. En la Figura 1se presenta el total de las rutas, se observa una concentración de rutas por debajo de los 15 µSv y menos de 300 minutos, estas representan el 86,6% de las rutas cubiertas por Aviancay el 94.2% de los vuelos analizados en el periodo.

 

La variación de la dosis mediana entre las diferentes rutas va desde 0.027 µSv en el vuelo Ibagué-Bogotá (con una duración promedio de 12.38 minutos), hasta 45.332 µSv en la ruta Bogotá-Londres (con una duración promedio de 570.26 minutos).

 

En esta se encuentra que la ruta de Bogotá-Medellín y Medellín-Bogotá son las que representan el mayor número de vuelos, siendo casi el 12% del total de los realizados por Avianca. Los niveles de dosis encontrados en estos vuelos varían de 0.21µSv, en la ruta Bogotá-Pereira, hasta 3.38 µSv en la ruta San Andrés- Bogotá.

 

Se observa que las primeras nueve rutas con mayor nivel de dosis son destinos intercontinentales, el siguiente bloque de destinos son dentro del continente americano, donde las mayores dosis se presentan en los destinos/orígenes con las mayores latitudes norte y sur (Los Ángeles, Nueva York, Buenos Aires) seguido de destinos con menores latitudes, pero con tiempos de vuelos prolongados (Sao Paulo y Río de Janeiro).

Con los valores de la estimación de dosis en los cuatro meses se infiere la dosis anual (asumiendo que los cuatros meses analizados representan la dinámica de vuelos del total del año). Los resultados se muestran en la Figura 1  y en la Tabla 4, donde se observa la gran variación en los datos para las diferentes clasificaciones por tipo de avión y por lo tanto por altura promedio de vuelo. El comportamiento anterior es explicado teniendo en cuenta, no solo las diferencias en las rutas realizadas, y por lo tanto las alturas máximas de vuelo, sino por que existe una gran variabilidad entre el número de vuelos realizados en el cuatrimestre evaluado, encontrando pilotos con 1 vuelo y otros con 249 en el mismo periodo.

Considerando que los valores de dosis efectiva recibidos en el cuatrimestre son representativos de la carga laboral anual, se tiene que la mediana de la dosis anual recibida por los pilotos sería de 0.97 mSv (valor máximo: 3.37 mSv; valor mínimo: 0.002 mSv). 

 

 

 

Discusión de resultados: 

Todos los habitantes de la tierra estamos expuestos a radiaciones ionizantes de fuentes naturales, incluyendo aquellas que provienen del espacio exterior, por lo tanto, eliminar este tipo de exposición no es posible. El nivel de radiación natural anual oscila entre 0.5 a 5 mSv, encontrando regiones con alto fondo radiactivo que implican dosis en sus habitantes de hasta 260 mSv (Ghiassi-nejad, Mortazavi, Cameron, Niroomand-rad, & Karam, 2002).

Este es el primer estudio que se conoce, realizado con datos reales proporcionados por una aerolínea en Colombia, donde no se toman aleatoriamente algunas rutas, sino que se hace un análisis integral sobre todas ellas en vuelos realizados en un periodo de tiempo.  Integralidad que garantiza  que la calidad de los resultados encontrados está por encima de otros en estudios que toman tan solo unos vuelos puntuales. 

La literatura refleja falta de información de la exposición de tripulaciones que trabajan principalmente a nivel ecuatorial, por los pocos estudios que se han publicado con datos de América del Sur.  Algunos de estos, tan solo evalúan la información de la ruta que comienza en Suramérica pero termina en el hemisferio norte a mayores latitudes, o viceversa, e informa el resultado en su conjunto, sin detallar el comportamiento de la tasa de dosis específico de la región (Claudio Antonio Federico, Gonçalez, Sordi, & Caldas, 2012)o a nivel ecuatorial.

 

La dosis anual para la tripulación aérea, según la literatura, rara vez supera los 6 mSv, que está muy por debajo del límite promedio para un año definido por la ICRP (Evaluation of the Cosmic Radiation Exposure of Aircraft Crew, 2000). Los resultados encontrados sugieren que para el caso de las tripulaciones en los vuelos de Aviancael valor de dosis anual máximo es de 3.37 mSv, que, si bien se encuentra por encima de la exposición del público general, no supera los valores de exposición de los trabajadores.

Un importante estudio realizado por Goldhagen (2000) concluye que según algunas estimaciones realizadas, la dosis efectiva anual promedio de las tripulaciones actuales es relativamente alta, pero incluso las de mayor nivel en las rutas subsónicas de elevada exposición, no se aproximan al límite de 20 mSv recomendado por la ICRP para la exposición ocupacional anual promedió en más de 5 años (Goldhagen, 2000). Es así como, si bien el 47,8% de los tripulantes supera el nivel de dosis de la población general, no se observa una tendencia que lleve a pensar que las exposiciones puedan acercarse al nivel de dosis definido por la ICRP de 20 mSv año.

Debido a sus características de previsibilidad razonable y al hecho de que una tripulación de vuelo en particular está sujeta a la misma dosis de radiación, la ICRP no recomienda, ni considera necesario, que se realice control individual de la exposición de la tripulación mediante dosímetros. La estimación de las dosis recibidas por la tripulación puede efectuarse mediante códigos informáticos, que se basan en datos de los vuelos realizados, como la ruta, la altitud, el viaje en el tiempo y parámetros geofísicos como el viento solar y el índice de perturbación magnetosférico (Claudio Antonio Federico et al., 2012), como lo realizado en este estudio a través del CARI.

Los valores límite de exposición en general muestran que las tripulaciones no alcanzan el 50% de los definidos por la ICRP, aun tomando el peor escenario como se muestra en la Tabla 5.  No obstante, al superar los límites de exposición del público es necesario mantener monitoreo de estas exposiciones cómo medida de prevención hacia los trabajadores, conforme lo definido en las recomendaciones de la ICRP y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM).

Conclusiones: 

 

  • Los principios básicos de la protección radiológica son el tiempo, la distancia y el blindaje.  En el caso de las exposiciones ocupacionales a ambientes naturales con niveles superiores de tasa de dosis (minería, tripulaciones de vuelo) pueden ser optimizadas usando el parámetro del tiempo de exposición. Adicionalmente, las exposiciones a radiaciones cósmicas pueden utilizar la altura como herramienta para la gestión.
  • La exposición a radiación natural en alturas corresponde principalmente a radiación galáctica, la cual es predecible y estable. Las variaciones debidas al ciclo solar fueron estudiadas para el ciclo actual y se encontraron variaciones inferiores al cinco porciento entre mínimo y máximo solar. 
  • La clasificación de la radiación cósmica dentro de las exposiciones es normal por sus características de estabilidad y el hecho de ser predecible, las únicas exposiciones potenciales son las asociadas a eventos solares, las cuales no son frecuentes y son de poca duración[1]. Esta característica de exposición dista de las exposiciones ocupacionales de otros campos, en los cuales la frecuencia de exposiciones potenciales es mayor al tener manipulación de material radiactivo, interacción con pacientes o equipos emisores de radiación ionizante.
  • Los resultados de las dosis efectivas por vuelo en destinos nacionales son significativamente menores que en los internacionales. El vuelo internacional que más dosis acumula recibe cerca de 12 veces la dosis que el vuelo nacional que más recibe, comparativo realizado con los vuelos MDE-LETcon 0,0038 mSv y BOG-LHR con 0.0453 mSv. Lo anterior se esperaba por la diferencia en las alturas de vuelo, los cambios en las latitudes y su duración.
  • El análisis de la exposición de los pilotos muestra que existe una amplia variabilidad entre la cantidad de vuelos realizados para las diferentes rutas, encontrando que la de mayor número de frecuencias es Bogotá-Medellín con 3.293 vuelos analizados durante el periodo y un nivel de dosis de 0,0003 mSv. Esto quiere decir que, si bien existen algunas rutas en las que se puedan esperar niveles de dosis mayores, se debe tener en cuenta la frecuencia con la que se realizan estos vuelos.
  • Se encuentra que la diferencia entre la duración total de vuelo en el periodo evaluado, varía de forma importante en el grupo de pilotos, en las Figuras 4, 5, 6 y 7 se observa cómo este parámetro afecta la dosis estimada.
  • Las dosis anuales estimadas para las tripulaciones de Avianca, aún en el peor escenario posible (vuelos BOG-LHR-BOG con una dosis de 4.33 mSv/año), no superan el límite de dosis ocupacional establecido por la normatividad vigente (20 mSv/año), lo cual demuestra que está por debajo del 50%.
  • Superar el límite de exposición ocupacional no implica un riesgo inminente para la salud, la evidencia científica no ha determinado la génesis de enfermedades degenerativas como el cáncer, con la exposición a bajas dosis.
  • Conforme a las recomendaciones de la ICRP, EURATOM y la Resolución 18-1434 de 2002 del Ministerio de Minas y Energía, y teniendo en cuenta los resultados de las dosis acumuladas al año, donde no se superan los límites de exposición ocupacional pero el 47.8% supera el nivel de exposición del público de 1 mSv anual, es pertinente el monitoreo individual, con el cual periódicamente (trimestral o anual) se debe llevar registro de la estimación de dosis de los pilotos como herramienta de gestión del riesgo.
  • Es ampliamente recomendable el uso de herramientas como el CARI-7 para la estimación de dosis de los pilotos, acompañada de desarrollos adicionales que permitan procesar el volumen de información que maneja la aerolínea. Es necesario mejorar la calidad de la información que se maneja en cuanto a los vuelos y los pilotos, con el fin que sea comparable y procesable garantizando así la objetividad del resultado obtenido.
  • De acuerdo con la EURATOM, para optimizar la práctica, se deben considerar la modificación de los itinerarios de vuelo, con el fin de disminuir las dosis de radiación de los trabajadores más expuestos, por lo anterior, distribuyendo las horas de vuelo y el número de vuelos equitativamente entre los pilotos se disminuye la exposición de los más expuestos. La aplicación de estas medidas puede ser articulada con las estrategias establecidas para el control de otros peligros cómo la fatiga, psicosociales y demás que Avianca tenga establecidos.
  • Para la definición de las acciones de mejora se recomienda plantear escenarios que utilicen diferentes modificaciones a la operación, como la disminución de alturas, cambios de los recorridos durante las rutas, velocidad de la aeronave, entre otros, tomando como referencia el principio ALARP: "as low as reasonably practicable", en español, "tan bajo como sea razonablemente posible” (ICRP, 1990).
 

[1]Durante el periodo evaluado no se presentaron eventos solares (https://umbra.nascom.nasa.gov/SEP/).

Agradecimientos: 

Los autores del estudio agradecen por los aportes y el compromiso con el desarrollo técnico y riguroso de la seguridad y salud en el trabajo a la ARL Sura. Asi mismo, a Avianca y los equipos de seguridad y salud en el trabajo y operacionesquienes realizaron grandes aportes para la consecución de los resultados. Finalmente, al profesor Jorge Humberto Mayorga y a Ohelit Ltda por sus aportes en el procesamiento y análisis de la información.

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