Riesgos y Exigencias Laborales y sus consecuencias en la Salud del Personal de Enfermería de un hospital público en la Ciudad de México, 2017.

La re-estructuración macro-política-económica ha impactado en los procesos de trabajo y las condiciones laborales. A pesar de la función social que tiene la enfermería en el cuidado de los enfermos, las condiciones en que deben realizar su trabajo estos profesionales cada vez son más precarias. Estos trabajadores deben ejercer su profesión en espacios inseguros e insalubres y con exigencias que ponen en riesgo su salud. El objetivo fue la identificación del perfil de daño del personal de enfermería de un Hospital Público en México, asociado a riesgos y exigencias a los que se encuentra expuesto en ejercicio de su trabajo. Se realizó una investigación de carácter transversal, con una muestra aleatoria (n=250) del personal de enfermería. Se utilizó una encuesta epidemiológica para la evaluación de la salud del personal del Programa de Evaluación y Seguimiento de la Salud de los Trabajadores (PROESSAT) y también se aplicó el DASS-21. Se procesaron los datos con JMP V.10. Principales resultados de exposición del personal: 66% a cambios de temperatura, 86% a contaminantes biológico infecciosos; 52% reportó realizar jornada mayor a 48 horas, 71% realiza una tarea minuciosa, 68% está fijo en su lugar de trabajo, 93% permanece de pie para trabajar y el 51% mantiene posiciones incómodas y forzadas; 48% señala realizar un trabajo peligroso y el 64% reporta que su trabajo le puede ocasionar algún daño a la salud. Respecto al perfil de daño es posible decir que el 46% presentó estrés, el 42% trastornos del sueño, el 37% ansiedad y el 18% depresión. Se identificaron prevalencias duplicadas diversas asociaciones entre los riesgos y exigencias en estudio y los daños a la salud.
Autor principal: 
Martha Lorena
Sánchez Padilla
Universidad Autónoma Metropolitana
México
Coautores: 
Susana
Martínez Alcántara
Universidad Autónoma Metropolitana
México
Mireya
Zamora Macorra
Universidad Autónoma Metropolitana
Introducción: 

 

La enfermería ha sido identificada como una profesión humanista centrada en el ser humano, su objetivo se orienta en beneficio del paciente y su trabajo debe estar enfocado hacia él. Los profesionales en enfermería deben reconocer lo que el paciente necesita. Deben ser técnicamente competentes, científicamente conocedores, responsables en la práctica y emocionalmente capaces de afrontar las situaciones de crisis en el cuidado de la salud (Zabalegui, 2003).

Entendiendo que la profesión de la enfermería cumple un rol fundamental para la sociedad al cuidado de la salud de los individuos y por ende tiene relevancia social, es poco lo que se sabe acerca de las condiciones de trabajo, los riesgos y exigencias laborales que esta actividad de trabajo implica, y que estos profesionales deben vivir diariamente en la práctica de su labor (Canales, Valenzuela & Paravic, 2016).

De acuerdo con Merchán & Jurado (2002), la imposición del modelo neoliberal, además de la dependencia económica entre países, está obligando a los gobiernos a hacer ajustes fiscales y financieros en deterioro principalmente de la inversión social repercutiendo en la población. El gasto público en materia de salud ha presentado fuertes contracciones y se ha distribuido mal (Díaz, 2016). Evidentemente a través del recorte del presupuesto, actualmente la infraestructura de las Instituciones de salud en México muestran un decaimiento, no se cuenta con los recursos físicos para poder generar un buen servicio y no hay suficientes recursos materiales y humanos para poder dar un servicio de salud, eficiente y eficaz.

El trabajo de los profesionales de enfermería justo en la actualidad se enmarca en un contexto económico, social y político sombrío, ya que los efectos de la globalización han determinado de forma cada vez más negativa muchas de sus condiciones laborales (Quintana, 2015) y es posible observar un deterioro de las condiciones de trabajo y la calidad de vida de estos profesionales.

En la actualidad, estos profesionales no tienen oportunidades laborales (Nigenda, Ruiz, Rosales & Bejarano 2006), su profesión es descalificada y por ende sufren consecuencias salariales y sociales (Vega, 2012), hay una sobrecarga laboral para estos trabajadores (Cruz, 2015), el personal de enfermería ha pasado de sistemas de contratación fijos a los flexibles y provisionales, lo cual ha representado pérdida de la estabilidad laboral, incertidumbre, precariedad y desatención de la seguridad e higiene del trabajo y la seguridad social de estos profesionales, la cobertura en riesgos profesionales ha disminuido, ya que cada vez se pierden más empleos fijos y estables del sector formal de la economía, con aumento del empleo informal e independiente, lo que ocasiona dejar de cubrir lo referente a riesgos derivados por el trabajo.

Las instituciones de salud, para lograr su supervivencia frente a la competencia y la inequidad, se han visto en la necesidad de aplicar una nueva política laboral – relacionada con la disminución de los costos laborales– con la que indudablemente se ha afectado a todos los trabajadores asalariados del área de la salud, en cuyo caso los profesionales y demás personal de enfermería, por extensión, quedaron incluidos en dichas políticas con desventajas para el gremio. Es así, como se han introducido cláusulas de flexibilidad en los contratos de trabajo, revisiones de los códigos de trabajo, renegociación de las convenciones colectivas donde las hay, cambios en los procesos de contratación (contratos a término fijo, transitorios, temporales, a tiempo parcial), incremento de los ritmos de trabajo y de la duración de la jornada laboral, debido a la necesidad de aumentar los niveles de  productividad de las empresas de salud (Merchán & Jurado, 2002).

Merchán & Jurado (2002) señalan que cuando se hace un análisis del campo laboral de los profesionales, en este caso del personal de enfermería, se tienen que considerar las condiciones de trabajo. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo de España define las condiciones de trabajo como “el conjunto de variables que definen la realización de una tarea concreta y el entorno en que ésta se realiza, en cuanto que estas variables determinarán la salud del trabajador” por lo que para determinar los factores de riesgo en el trabajo de los profesionales en enfermería, se tienen en cuenta las siguientes variables: el medio ambiente físico de trabajo, los contaminantes químicos y los biológicos, las condiciones de seguridad, la carga física y mental del trabajo, y la organización del trabajo. 

De acuerdo con Bustillos, Rojas, Sánchez, C. Sánchez, P, Montalvo & Rojas (2015), en el sector hospitalario los trabajadores están expuestos a múltiples riesgos, por lo que estas instituciones se han clasificado como centros de trabajo de alto riesgo por el National Institute of Occupational Safety and Health (NIOSH) de los Estados Unidos de Norteamérica. Lo anterior concuerda con lo dicho por Ledezma (2015) quien señala que los prestadores de servicios en áreas de salud, como los enfermeros, presentan riesgos específicos mayores que otros prestadores de servicios, ya que el sector salud implica riesgos y tensiones emocionales. 

Canales et al. (2016) refieren que los profesionales de enfermería cumplen un rol esencial en el servicio hospitalario que ofrecen, sin embargo, poco se conoce de las condiciones de trabajo, los riesgos y exigencias laborales que su actividad implica ya que estos profesionales trabajan en condiciones laborales desfavorables, por ejemplo: la presencia de ruido, calor, frio, luz inadecuada, hacinamiento, gases, polvo, humo, presencia de condiciones ambientales peligrosas, radiaciones ionizantes y no ionizantes, contaminantes químicos, contaminantes biológicos, carga física, levantamiento de cargas pesadas, carencia de materiales y equipo necesarios, limitados recursos, carga mental, alta demanda laboral, una inadecuada organización del trabajo, no tienen descansos, tienen accidentes de trabajo, mala remuneración, pagos tardíos, incapacidades e insatisfacción laboral, lo cual provoca malestares, desgaste físico y emocional, enfermedades y accidentes (Bustillos et al. 2015; Leguizamón & Gómez, 2002; Merchán & Jurado, 2002).

Perfil de daño de los profesionales de la enfermería

Para Leguizamón & Gómez (2002) esta población claramente es de alto riesgo, por lo que trabajar como enfermero puede representar un peligro para la salud física y psicológica atentando en su calidad de vida. Encontrándose numerosas condiciones ambientales y psicosociales desfavorables e indicadores de condiciones psicológicas con un alto número de exigencias laborales.

Es evidente que el contexto laboral de esta población está marcado por problemáticas relacionadas con las malas condiciones en que tienen que realizar su trabajo estos profesionales, mobiliario y equipos inadecuados y obsoletos, además de la presencia de exigencias y demandas psicológicas como: sobrecarga de trabajo por déficit de personal, jornadas extensas, turnos rotatorios, trabajo nocturno, frecuentes cambios de servicio y sobretodo la carga psicológica por el manejo de situaciones críticas en el cuidado de sus pacientes. Estos profesionales trabajan en entornos laborales peligrosos, los cuales no solo se refieren a las pésimas condiciones físicas y a la sobrecarga laboral sino también a las altas exigencias psicológicas como: atención constante, manejo de las emociones, etcétera, lo cual ocasiona problemas físicos, psicológicos y emocionales manifestados en: trastornos digestivos, hipertensión, dolores de cabeza, trastornos músculo esqueléticos, insomnio, fatiga física y psicológicas, estrés, desgaste emocional, enfermedades psicosomáticas, burnout. Afectando inevitablemente en la calidad del servicio que brindan (Canales et al. 2016; Merchán & Jurado, 2002; Quintana, 2015).

Las malas condiciones en que estos profesionales desempeñan su labor, es ratificada por ellos mismos. Steinberf & Figarte (1996), señalan que los profesionales de enfermería reportan que su trabajo es estresante -ya que es un trabajo de alta responsabilidad que demanda realizar tareas penosas, que exponen a una extrema tensión como consecuencia del permanente contacto con la enfermedad, el sufrimiento y la muerte (Merchán & Jurado, 2002)-, además de frustrante e incluso peligroso. Canales et al. (2016) coinciden en que estos profesionales perciben su ambiente de trabajo saturado de situaciones estresantes y emocionalmente demandantes, exigencias que están dadas por trabajar en circunstancias sensibles y difíciles (Steinberg & Figarte, 1996), exigencias emocionales que forman parte de la labor de estos profesionales y que impactan personal, organizacional y socialmente (Ramis, Manassero & García, 2009).

Lo anterior toma tintes críticos si se considera que además de todas las condiciones físicas deplorables y las múltiples carencias con las cuales estos profesionales deben realizar su trabajo y de cómo los efectos perjudiciales que estos ambientes laborales tienen sobre la salud del personal de enfermería, han sido escasamente estudiados.

Metodología: 

Objetivo General. Identificar el perfil de daño del personal de enfermería de un hospital en la Ciudad de México, asociado a los riesgos y exigencias a los que se encuentra expuesto en ejercicio de su trabajo.

Tipo de Estudio. Transversal, Observacional y Descriptivo.  

Población. La población estuvo integrada por (250) profesionales de enfermería general y especialistas del Hospital General de México, los cuales por su actividad laboral tienen contacto con pacientes de consulta externa y de hospitalización.

Escenario. Este estudio se llevó a cabo en un Hospital de la Ciudad de México de tercer nivel, el Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” el cual es un Organismo Público Descentralizado dependiente de la Secretaría de Salud Federal. Información tomada de la página principal de la Secretaría de Salud y su vínculo al Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, (2013).

Criterios de Inclusión. Trabajadores que se identifiquen como parte del personal de enfermería del hospital. Trabajadores que firmaron el cuestionario aceptando participar.

Criterios de Exclusión. Personal de enfermería que se encuentre de vacaciones o incapacitados. Trabajadores que no se encuentren formalmente laborando en el hospital. Trabajadores de no respuesta. Trabajadores próximos a jubilarse.

Instrumentos.

Escala de Depresión, Ansiedad y Estrés (DASS-21). Escala de autorreporte tipo Likert que va de 0 a 3 puntos, de 21 reactivos, siete reactivos por cada dimensión, las tres dimensiones evalúan la presencia e intensidad de estados afectivos de depresión, ansiedad y estrés. Cada ítem se responde de acuerdo a la presencia e intensidad de cada síntoma en la última semana (Román, Santibáñez, & Vinet, 2016).

PROESSAT (Programa de Evaluación y Seguimiento de la Salud de los Trabajadores) por Noriega, Franco, Martínez, Villegas, Alvear y López (2001), se trata de un programa con una propuesta metodológica que investiga las condiciones de salud, seguridad e higiene en los espacios de trabajo,  cuenta con una encuesta individual para la Evaluación de la Salud de los Trabajadores, está conformado por 4 dimensiones de las cuales se tomaron la de: (1) Condiciones de trabajo y (2) Riesgos y Exigencias laborales. Las respuestas de la encuesta son dicotómicas, de opción si y no.

Se calcularon las estadísticas descriptivas y razones de prevalencia. Los datos se procesaron con JMP V.10 y se calcularon X2 con intervalo de confianza al 95%.

Resultados: 

Se contó con la participación del 41.4% (n=250) del Personal de Enfermería del Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga.

Los resultados derivados del análisis de la aplicación de las encuestas indican que la muestra presenta las siguientes características sociodemográficas: el 94.4% de los participantes son mujeres, mientras que el 5.6% son hombres; el rango de edad de los encuestados oscila de los 20 a los 68 años de edad, siendo la media de edad de 41 años; el 54% de los entrevistados tiene un nivel de escolaridad de licenciatura; en cuanto al estado civil, el 59% señala tener pareja; el 73% tienen hijos con una media de 1 hijo menor de 5 años (ver tabla 1).

 

 

Acerca de las condiciones de trabajo que el personal de enfermería reportó, se encontró que la mayor parte del personal labora en turno matutino (57%); un 92% señala tener un contrato de base; el 69% considera que su salario le permite cubrir sus necesidades personales y en promedio cada enfermera o enfermero atiende a 8 pacientes diariamente (ver tabla 2).

 

 

Riesgos Laborales

En este estudio se exploraron un conjunto de riesgos que son característicos del trabajo hospitalario y que potencialmente generan condiciones de exposición laboral. Los riesgos a los que se encuentra expuesto el personal de enfermería en el hospital (ver tabla 3) se describen a continuación: a) riesgos biológicos, el 86% del personal encuestado reporta que su actividad los expone a contaminantes biológico infecciosos; b) el 66% señala estar expuesto a cambios constantes de temperatura y el 67% a falta de ventilación en los espacio de trabajo, el 61% señala ruido como un factor presente a lo largo de la realización de sus actividades y 52% señala la exposición a radiaciones (rayos X) en su calidad de riesgos físicos; c) en cuanto a los riesgos químicos, un 46% señala estar expuesto a gases y un 38% a líquidos.  

 

 

Exigencias Laborales

En cualquier proceso de trabajo se puede identificar la actividad definida y particular que debe desempeñar el trabajador, así como la forma en que esta actividad es dividida y organizada, la combinación de estos elementos resultan en exigencias de trabajo, las cuales pueden ser potencial de daño para los trabajadores. Las exigencias laborales a las que se encuentran expuestos el personal de enfermería fueron ordenadas en función: (1) del tiempo de trabajo, en donde el 52% manifiesta tener una jornada de trabajo mayor a 48 horas; y el 27% realiza trabajo pendiente fuera del horario de trabajo; (2) a la cantidad e intensidad del trabajo, en donde el 71% de los encuestados refirieron que realizan una tarea minuciosa y el 46% señaló no poder desatender su actividad por más de 5 minutos; (3) a la vigilancia del trabajo, en donde el 52% indicó tener una supervisión estricta; (4) del tipo de actividad y tareas, en el cual un 93% indica que la actividad exige estar de pie; y un 68% que implica estar fijo en su lugar de trabajo; un 51% señaló su actividad requiere la adopción de posiciones incómodas y forzadas, hombros tensos 46% y un esfuerzo físico pesado 50%, además el 64% del personal encuestado considera que su trabajo puede generarle daños a su salud, por lo que el 48% señala desempeñar un trabajo peligroso y un 4% indica que realizan un trabajo denigrante (ver tabla 4).

 

 

Daños a la Salud

Diversos estudios en salud laboral han podido demostrar cómo espacios y actividades de trabajo específicos determinan la manera de enfermar e incluso de morir de los trabajadores. En la tabla 5 se presenta el perfil de daño a la salud que el personal de enfermería del hospital muestra en el cual es posible notar lo siguiente: un 46% del personal encuestado manifiesta estrés, el 37% ansiedad y el 18% depresión.

 

 

Una vez que se ha podido identificar el perfil de daño en la salud que presenta el personal de enfermería encuestado y entendiendo que la patología no se produce de un vacío, sino que el contexto en que se desarrolla el individuo influyen en la aparición de los padecimientos, se procedió al análisis de las diversas variables, considerando su prevalencia y su posible asociación con la patología identificada.

En la tabla 6 se muestran las variables asociadas al estrés que presenta el personal de enfermería encuestado, se observa que: tener un contrato inestable genera una prevalencia mayor de estrés (80%), frente a los trabajadores que tienen un contrato de base. Ciertas exigencias de trabajo a las que se encuentra expuesto el personal de enfermería están relacionadas con estrés: por ejemplo, tener un trabajo nocturno (45%), tener que soportar una supervisión estricta (35%), recibir órdenes confusas o poco claras (54%), percibir que se realiza un trabajo peligroso y que este puede generar algún daño a la salud tiene una prevalencia del 50% y el 41%, de estrés respectivamente; el que la actividad de trabajo obligue a permanecer en un lugar fijo de trabajo tiene una prevalencia de estrés del 45%, realizar un esfuerzo físico pesado una prevalencia de (41%), y tener que adoptar posiciones incomodas o forzadas (32%).

 

 

En la tabla 7 se observa que el tipo de contratación también puede estar asociado a la ansiedad presente entre los trabajadores con un (65%) de prevalencia de ansiedad entre trabajadores que tienen un contrato de interinato, frente a aquellos que tienen un contrato de base. También se observan los riesgos y exigencias a los que está expuesto el personal de enfermería encuestado y que se asocia significativamente a la ansiedad que presentan: en el caso de riesgos, el personal reporta que estar expuesto a cambios bruscos de temperatura y tiene una prevalencia del (45%) de ansiedad, frente a aquellos trabajadores que no presentan esta condición, además, se puede observar que dentro de la exigencias potencialmente de riesgo para la presencia de ansiedad se encuentran; estar sin comunicación con sus compañeros con una prevalencia del (51%), recibir órdenes poco claras de los jefes una prevalencia de (66%) y tener que soportar una supervisión estricta una prevalencia de ansiedad del (65%).

 

 

En la tabla 8 se puede observar las variables que reporta el personal de enfermería encuestado y que se encuentran asociadas a la depresión presente entre los trabajadores. En cuanto a las exigencias laborales que la actividad por su propia naturaleza demanda se puede ver prevalencias duplicadas de depresión, en condiciones en que los trabajadores están sin comunicación con los compañeros y recibir órdenes poco claras de sus supervisores.

 

 

 

Conclusiones: 

Ha sido primordial entender cómo el capitalismo para su beneficio ha transformado los procesos de producción, viéndose reflejado en el estado de salud de la población trabajadora del mundo. Siendo el trabajo el lugar donde el ser humano pasa la mayor parte del tiempo, es indudable que los espacios de trabajo son un sello inapelable de la forma de desgaste de los trabajadores. Es decir, los entornos de trabajo van a determinar la forma de enfermar y morir de los trabajadores.

Ha quedado fuera la idea del trabajo vivificante, inspirador y recreativo, promotor de habilidades, conocimientos y demás potencialidades del hombre, sujeto a condiciones laborales que permitieran y estimularan estas cualidades. Contrario a esto, hay cada vez más procesos de producción alienantes y actividades de trabajo, enajenantes y poco enriquecedoras para el ser humano, enmarcados por entornos laborales precarios, inseguros e insalubres que impulsan la enfermedad y la muerte. 

Hoy sabemos que un sin número de profesionales se encuentran laborando en condiciones deplorables que ponen en riesgo su salud, esto debido a los efectos de la globalización y la instauración de reformas, que han influido en todos los niveles: económico, laboral, individual, social y en materia de salud. No ha sido la excepción para estos profesionales, quienes tienen que desempeñarse bajo condiciones inapropiadas y carentes de recursos materiales y humanos para dar su servicio de calidad.

El propósito del presente estudio fue el determinar cómo ciertos factores del trabajo con los cuales deben lidiar diariamente los profesionales de la enfermería en la Ciudad de México, pueden estar afectando su estado de salud.

De acuerdo con la literatura y los resultados derivados de la investigación es posible decir que: estos profesionales efectivamente no cuentan con oportunidades laborales, ya que hay en la actualidad hay un alto índice de desempleo aun cuando un alto porcentaje (68%) de encuestado tiene una formación de nivel superior (Nigenda, Ruiz, Rosales & Bejarano 2006).  Se pudo observar que su profesión es descalificada, al respecto un 4% del personal entrevistado señalo realizar una actividad denigrante, es posible, que si estos profesionales tienen esta percepción de su profesión, esta idea sea generalizada en la sociedad y se vea reflejada con consecuencias salariales, referente a este punto el 69% del personal encuestado refirió que su trabajo le permite cubrir algunos gastos de necesidad básica y que no es suficiente para más gastos más allá de lo primordial (Vega, 2012).

El personal de enfermería ha pasado de sistemas de contratación fijos a los flexibles y provisionales, lo cual ha representado pérdida de la estabilidad laboral, incertidumbre, precariedad. Con base en este punto, se observó en el estudio que hay un 8% de población contratada por interinato, siendo la tendencia de contratación flexible y precaria para el personal de nuevo ingreso. Es así, como se han introducido nuevas cláusulas y eliminado otras.

Estos profesionales tienen una sobrecarga laboral, el personal señaló atender en promedio 8 pacientes al día (Cruz, 2015), lo cual es una sobreexigencia para su salud ya que hay incremento de los ritmos de trabajo y de la duración de la jornada laboral, debido a la necesidad de aumentar los niveles de productividad de las empresas de salud (Merchán & Jurado, 2002). El estudio confirma este punto ya que del personal encuestado, un 52% señala tener una jornada de trabajo mayor a 48 horas, el 27% añade tener que realizar trabajos pendientes en horas, días de descanso incluso vacaciones y un 5% que se enfrenta a constante rotación de turno para cubrir la demanda de trabajo.

Es claro que el sector hospitalario expone a los trabajadores a múltiples riesgos, por lo que diversas instituciones los han clasificado como centros de trabajo de alto riesgo, y aun cuando estos profesionales cumplen un rol esencial en el servicio hospitalario que ofrecen para la sociedad, poco se sabe de las condiciones de trabajo, los riesgos y exigencias laborales que su actividad implica. Con base a la literatura y a los datos resultantes del estudio se pudo observar que el personal de enfermería está expuesto la presencia de ruido (61%), calor (41%), frio (35%), cambio de temperatura (67%), gases (46%), presencia de condiciones ambientales peligrosas, falta de ventilación (67%), radiaciones ionizantes y no ionizantes (52%), contaminantes químicos (38%), contaminantes biológicos (86%). En cuanto a exigencias laborales este personal está expuesto a carga física, en donde el (50%) del personal señala que realiza un esfuerzo físico muy pesado, en donde realiza constantemente levantamiento de cargas pesadas, en este punto más del (30%) del personal señala levantar objetos como actividad constante durante su jornada de trabajo. El contexto laboral de esta población está marcado por problemáticas relacionadas con las malas condiciones en que tienen que realizar su trabajo estos profesionales, mobiliario y equipos inadecuados y obsoletos, de hecho, un (41%) de encuestados señaló que utilizan asientos sin respaldo o incómodos, y que su actividad implica adopción de posiciones incómodas y forzadas (51%), en la cual es primordial permanecer de pie (93%), y estar fijo en su lugar de trabajo (69%), (Leguizamón & Gómez, 2002; Merchán & Jurado, 2002; Bustillo et al. 2015; Quintana, 2015; Canales et al. 2016).

Las malas condiciones en que estos profesionales desempeñan su labor, se confirma por ellos mismos, al respecto un 48% del personal refirió realizar un trabajo peligroso, que le puede generar daños a su salud (64%), ya que se trata de un  trabajo de alta responsabilidad que demanda realizar tareas minuciosas (71%), la cual no pueden desatender por más de 5 minutos (46%), y en la que además de todo deben lidiar con supervisión estricta (52%) y sin comunicación con sus compañeros (17%).

Todo lo anterior expone a estos profesionales a una constante tensión lo cual provoca malestares, desgaste físico y emocional, enfermedades y accidentes manifestados en: trastornos digestivos, hipertensión, dolores de cabeza, trastornos músculo esqueléticos, insomnio, fatiga física y psicológicas, estrés, desgaste emocional, enfermedades psicosomáticas, burnout. Los datos resultantes dieron como perfil de daño en salud del personal un 46% del personal esta estresado, un 37% manifiesta ansiedad y un 18% depresión. Entendiendo que los padecimientos no surgen de la nada, variables de tipo laboral como; riesgos de distinta naturaleza (físicos, químicos, biológicos, etc.), tipo de contratación, salario, rotación de turno, exigencias como: tarea minuciosa (no poder desatender la actividad por más de 5 minutos), soportar una supervisión estricta, recibir órdenes confusas, realizar esfuerzo físico pesado, levantamiento de objetos, estar sin comunicación con los compañeros, estar de pie y adoptar posiciones incomodas o forzadas, tener la percepción de ejecutar un trabajo peligroso y que genera daños a la salud, se relacionan con estos padecimientos (Merchán y Jurado, 2002; Steinberg & Figarte, 1996; Ramis, 2009; Canales, 2016).

De lo anterior es posible concluir que esta población es de alto riesgo por lo que es necesario sensibilizar y concientizar respecto a la promoción de programas de seguridad e higiene en los centros de trabajo, ejerciendo una cultura de prevención en el cuidado de la salud de los trabajadores y de estos profesionales en particular.

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