Los riesgos de la cefalea para la seguridad en las carreteras

Los riesgos de la cefalea para la seguridad en las carreteras

15 Agosto 2013

Uno de cada tres conductores que sufre cefaleas cree que esta enfermedad es un riesgo para la seguridad vial, según un estudio de la Fundación Mapfre. De hecho, la mitad de los conductores que las padecen piensa que este tipo de dolencia puede ser en algunas ocasiones un factor de riesgo para la conducción.

Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio «Cefaleas, migraña y riesgo para la conducción de vehículos», realizado por el Grupo de Neurología de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT) y la Asociación Española de Pacientes con Cefalea (AEPAC), en colaboración con el Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre.

Alteraciones de la visión, falta de movilidad en los brazos y piernas, dificultad en la concentración y lentitud en los reflejos son algunos de los síntomas más frecuentes de las cefaleas y migrañas, una enfermedad crónica y sin cura que padece en torno al 15% de la población, sobre todo las mujeres. Las cefáleas se repiten como media entre tres y seis veces al mes y son más frecuentes en verano, debido al exceso de sol, los cambios de presión y de temperatura, así como por la ingesta de bebidas alcohólicas y los alimentos muy fríos.

Medidas para prevenir accidentes

El objetivo de este informe, pionero en España, es conocer las implicaciones que las cefaleas y los medicamentos que se utilizan para combatirlas tienen en la conducción. Con los resultados de esta encuesta, realizada a casi 350 personas con distintos tipos de cefaleas, el trabajo propone medidas preventivas para favorecer la disminución del riesgo de accidente de tráfico entre este tipo de pacientes.

Los efectos de las cefaleas obligan a casi la mitad de los conductores a buscar una zona de descanso o un área de servicio en la carretera hasta que los síntomas disminuyen. Además, ele studio revele que uno de cada cinco personas aquejadas de esta dolencia ha tenido que llamar a un familiar o un amigo en busca de ayuda y el 12,5% de los conductores se ha visto obligado a detener su vehículo en el arcén de manera temporal hasta que han desaparecido los síntomas.

Según la investigación, más del 40% de los encuestados ha sufrido disminución de movilidad o falta de sensibilidad en las extremidades y uno de cada tres ha tenido problemas de visión causados por las cefaleas. Pero uno de los datos más relevantes del estudio es que no todas las cefaleas tienen los mismos síntomas, por lo que es conveniente distinguirlas y saber cómo influyen a la hora de conducir. Mientras que las cefaleas tensionales se suelen tratar con analgésicos o antiinflametorios, las migrañas provocan un dolor severo que limita completamente la actividad diario de las personas que las padecen.

Efectos adversos de la medicación

Pero no sólo la propia enfermedad dificulta la conducción. El principal peligro se encuentra con frecuencia en la medicación que consumen estas personas para tratar o prevenir los síntomas y el dolor. Estos fármacos, algunos de ellos antiepilépticos y antidepresivos, pueden producir efectos adversos y su principal efecto en la conducción es la fatiga, que padecen casi siete de cada diez afectados por esta enfermedad. Otros efectos relacionados con la medicación preventiva y que pueden poner en peligro al conductor son la somnolencia, la dificultad para concentrarse, las alteraciones de la visión, la lentitud de reflejos y la desorientación.

Entre las recomendaciones que propone el informe de Fundación Mapfre para que las personas que sufren cefaleas sepan cómo prevenir y disminuir el riesgo al volante destaca: evitar la automedicación, seguir las instrucciones del médico, comunicarle los efectos que los fármacos tienen, y valorar las circunstancias individuales y laborales del enfermo.

Además se aconseja seguir sencillas pautas como sentarse cómodamente, colocar adecuadamente el respaldo del sillón, el reposacabezas y la altura del asiento, así como los retrovisores y la distancia al volante y a los pedales. Todas estas recomendaciones contribuirán a evitar posturas forzadas, movimientos repetitivos y sobreesfuerzos musculares de la columna vertebral que pueden desencadenar o potenciar las cefaleas.

Fuente de Datos: abc.es

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