¡YO CUMPLO LAS NORMAS !

¡YO CUMPLO LAS NORMAS !

Es necesario cambiar el concepto de lo que se estima por prevención de riesgos en la empresa. No se trata de buscar argumentos y formas para eludir las responsabilidades derivadas de los accidentes laborales. Se trata de entender que en toda faena, obra o empresa existe un riesgo creado por el empresario y que de acuerdo a la Ley es su deber evitar que se consume y termine en un resultado lesión o muerte de uno o más trabajadores. En otras palabras, no hay una fórmula mágica para evitar la responsabilidad por el riesgo que la empresa crea.
5 Septiembre 2016

¡Yo cumplo las normas!

 

 

En las continuas conversaciones, asesorías y conferencias muchas veces me he encontrado con la afirmación de empleadores y empresarios, que a pesar de cumplir con las normas sobre prevención de riesgos, igualmente deben pagar grandes sumas por concepto de indemnizaciones, aumento de cotizaciones adicionales, multas, todo lo que en definitiva hace insoportable el gasto por estas razones.

 

El empresario que hace dicha reflexión no está al día en lo que realmente corresponde a la política interna de corrección en las buenas prácticas laborales ni en materia de Gestión Empresarial en Prevención de Riesgos. En efecto, no basta con cumplir con las normas legales, no basta con hacerse asesorar por una buena consultora ni vivir pendiente del resultado de las auditorías que se pagan a muy buen precio a especialistas en Prevención de Riesgos Laborales.

 

Mi consejo, especialmente para la mediana y pequeña empresa es y ha sido siempre ¡no gaste más en Prevención de Riesgos!

Es hora de optimizar todo lo invertido en largos años de tratar inútilmente de terminar con los accidentes y enfermedades profesionales.

 

¿Qué hacer entonces?

 

Es necesario cambiar el concepto de lo que se estima por prevención de riesgos en la empresa. No se trata de buscar argumentos y formas para eludir las responsabilidades derivadas de los accidentes laborales. Se trata de entender que en toda faena, obra o empresa existe un riesgo creado por el empresario y que de acuerdo a la Ley es su deber evitar que se consume y termine en un resultado lesión o muerte de uno o más trabajadores. En otras palabras, no hay una fórmula mágica para evitar la responsabilidad por el riesgo que la empresa crea.

 

Para romper la cadena causal de los accidentes no se puede manejar la situación partiendo de un resultado. Ocurrido el accidente ha ocurrido, es prácticamente imposible para el empresario evitar la cascada de responsabilidades civiles, administrativas y el autor, además, la responsabilidad penal por cuasidelito de lesiones u homicidio.

 

Si la argumentación o lamento empresarial es ¡cumplimos con lo que ordena la Ley! Entonces, habrá que examinar concienzudamente dónde se encuentran las fallas y ya que los accidentes se producen a pesar del cabal cumplimiento de las normas, se hace necesario mirar los niveles internos que el empresario puede manejar sin mayores costos, que conviene repetir una vez más:

 

1.- ¿El dueño o el gerente están comprometidos con la política interna de prevención?

 

2.- Si se cumple con la Ley y las normas preventivas, ¿se ha intentado detectar cuál es la falla desde el punto de vista de Gestión Preventiva?

 

3.- No parece curioso que cumpliendo cabalmente con las normas y principios de la prevención ¿sigamos teniendo excesos de accidentes?

 

4.- ¿Se ha determinado la responsabilidad del director de faenas, supervisor, capataz o responsable de la obra?

 

5.- ¿Existe comunicación en materia preventiva de los niveles gerenciales a los trabajadores, y de estos hacia los niveles de mando?

 

6.- ¿La política preventiva de la empresa es cumplir con lo que dicen las normas o realmente existe un interés colectivo e integral en la prevención de riesgos?

 

Cualquiera de estas preguntas que no tenga una respuesta real, positiva y adecuada significa la negación a adoptar actitudes y aptitudes congruentes y concordantes con la Cultura Preventiva interna, consecuencialmente una falla grave en Gestión en Prevención de Accidentes Laborales.

 

La inversión en prevención de riesgos por si misma no implica un mejoramiento en la capacidad de evitar accidentes o enfermedades profesionales, se requiere además una voluntad empresarial manifestada en una gestión preventiva permanente y dinámica, sustentada en el mejoramiento continuo y en la maximización de los recursos que la empresa ya posee, especialmente los propios recursos humanos.

 

El concepto a cambiar se refiere que debe existir una excepcionar claridad que antes de producir es necesario prevenir, de tal modo que no puede haber una acción productiva que no haya sido planificada y acuciosamente estudiada en materia de eliminación de sus riesgos, auscultada desde todos los ángulos a fin que en su mayor expresión puedan vaticinarse los accidentes o dicho en la forma más comprensible: prevenirlos.

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