El director de #PRL: líder de líderes

El director de #PRL: líder de líderes

Ser una persona responsable, conciliadora, justa, empática con su equipo de trabajo,... es sólo una parte del rol que se presume a un responsable o director(a) de prevención de riesgos. La otra parte, tan importante como la anterior, es la de convertirse también en un referente dentro de la organización globalmente considerada. En una palabra, el director de PRL debe ser un líder de líderes
15 Abril 2015

En muchas ocasiones, el concepto de líder se suele asociar de forma automática con unas determinadas actitudes y aptitudes respecto al equipo de trabajo y colaboradores sobre los que se tiene responsabilidad directa en una organización. Estoy hablando de habilidades y comportamientos como la capacidad de escucha, la empatía, el trato justo, formentar la participación del grupo en la toma de decisiones, la capacidad de inspirar, alentar y motivar al equipo, etcétera.

No es que estas capacidades no sean importantes. De hecho, son cualidades esenciales que debe reunir toda persona con cierto nivel de responsabilidad dentro de una organización. Sin embargo, para aplicar el anhelado conceto de líder a un responsable o director en una determinada función de una empresa, la versión "líder del equipo", el coach, se queda muy corta. Las típicas diapositivas que corren por la red comparando al "jefe vs líder" tienen parte de culpa de esta visión parcial.

El caso de las personas al cargo de la función de prevención de riesgos es uno de los que más claramente muestran la doble faceta que debe cumplir como líder dentro de una organización: ser un guía no sólo para los trabajadores y colaboradores que forman parte de su equipo de trabajo, pero además, un líder para otras personas responsables en otras áreas funcionales de la empresa. En decir, un líder de líderes.

Conseguir esto es complicado. Muy complicado. Por un lado, se debe tener la responsabilidad formalmente otorgada por la organización a través de los medios existentes: manuales, procedimientos, instrucciones de la organización, cartas, correos electrónicos, circulares, publicaciones, reuniones, declaraciones en foros corporativos, etc... 

La otra parte, y más difícil de conseguir, es la autoridad en el más amplio sentido de término. Es decir, el reconocimiento socialmente otorgado por toda la organización gracias a los conocimientos, la vocación, la experiencia y la actitud no sólo en el campo de la prevención de riesgos, si no en más ámbitos de la empresa como el económico, el management, la estrategia empresarial,.... En una palabra, auténtica auctoritas [1] que permita ser un líder, incluso frente -en cierto modo- a la alta dirección. 

Sólo en esta situación, la función de PRL puede aportar un valor real a la organización y ser una línea básica en la gobernanza de la empresa. 

Un ámbito funcional que no aporte valor, está destinado a evolucionar o a desaparecer [2]

Hace justo tres semanas -el pasado 25 de marzo- se celebró la jornada precongresual ORP2015 "Habilidades, comportamientos y motivaciones necesarias del director de PRL, para aplicar las medidas de PRL con eficiencia”, organizada por el CERpIE-Universitat Politècnica de Catalunya. En la jornada, se abordaron todas estas competencias y destrezas que las empresas valoran cada vez más en sus directivos y mandos intermedios, específicamente en el área de PRL. La jornada estará disponible en diferido a través del campus UPCplus.com, hasta el 25 de abril. A ella remito si quieres entrar más en detalle en el asunto de la mano de los experiemtados profesionales que participaron. 

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Referencias:
[1] WIKIPEDIA. 5 abr 2013. Auctoritas. http://es.wikipedia.org/wiki/Auctoritas. Consultado 15 abr 2015.
[2] MARC GARCÍA, responsable de RRHH, Aqualogy. Jornada Precongresual ORP: Habilidades, comportamientos y motivaciones necesarias del director de PRL. Barcelona. 25 mar 2015.

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