Que España siga creando empleo ha dejado de ser una buena noticia (si no mejora la productividad)

Que España siga creando empleo ha dejado de ser una buena noticia (si no mejora la productividad)

• Es una fórmula typical spanish: España históricamente ha tenido que aumentar el empleo para poder crecer. Básicamente porque en los últimos 30 años no hemos podido aumentar productividad. • Crear empleo siempre es bueno, sobre todo en un país con 2,8 millones de parados. Pero que no venga acompañado de una mejora en la productividad nos hace más pobres.
5 Marzo 2024

"Récord de ocupación", "España crea más puestos de trabajo que nunca", "el paro más bajo en 16 años". Durante meses, portadas de periódicos y telediarios han abierto con este tipo de titulares, y el Gobierno ha celebrado los datos de un mercado laboral que no deja de crecer y que lo hace más rápido que nunca. 

Pero la realidad tiene dos caras, y lo cierto es que, que España cree empleo ha dejado de ser una buena noticia per se. O, por lo menos, no tan buena. No mientras esa creación de empleo no venga acompañada de una mejora en la productividad.

En 2024, tener un empleo y ser pobre al mismo tiempo es posible. 

España creó 783.000 puestos de trabajo en 2023; el triple que en 2022 y un récord histórico, dejando el mercado laboral con 21 millones de ocupados (otro máximo histórico más), según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). La intensa creación de empleo permitió reducir el paro hasta los 2,8 millones de personas, la cifra más baja en un cierre de año desde 2007, hace 16 años.

Al mismo tiempo, una de cada tres personas que se encuentran en situación de exclusión (32,9%) tiene un empleo remunerado. Un informe elaborado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) avisa de que hoy en día tener un empleo no garantiza los ingresos necesarios para salir de la pobreza.

El informe deja claro que, en la actualidad, la pobreza está al alcance de muchos. Un 42,9% de la población en riesgo de pobreza ha finalizado los estudios medios o altos y una de cada diez personas tiene educación superior. En 2022, casi la mitad de la población tuvo dificultades para llegar a finales de mes (el 47,8%); un 33,5% no pudo permitirse una semana de vacaciones al año y el 17,1% no logró mantener su vivienda a una temperatura adecuada. 

"Diferentes barómetros muestran que la percepción de pérdida de capacidad de compra se ha extendido, convirtiéndose en una de las principales preocupaciones sociales, por delante del paro", explica Raymond Torres, director de Coyuntura económica de Funcas.

España crece más, crea más empleo, pero los hogares no perciben esa mejora. La renta per cápita es la misma que tenían en 2005, hace casi 20 años: unos 24.600 euros (en términos reales). 

Básicamente porque España basa su crecimiento en producir más con más manos, no en producir de una forma más eficiente. Según Torres, "hemos crecido, pero ese crecimiento no se explica porque seamos más eficientes haciendo lo que hacíamos. Simplemente hemos añadido más capital y personas al mercado laboral, pero no hemos mejorado en productividad".

"La productividad es el gran tema: es la esencia para que aumente la renta per capita", resume Inma Ordiales, economista del Consejo Económico y Social (CES).

Si la renta disponible de los hogares ha crecido en los últimos años se debe simplemente a que hay más personas trabajando. Si el empleo creció un 3,2% en 2023, los ingresos por persona ocupada apenas lo hicieron un 2% (y están todavía por debajo de los niveles prepandemia), según datos de Contabilidad Nacional. "En este momento la renta de los hogares sube porque hay más empleo, pero eso quienes ya tenían empleo no lo ven", explica Torres.

Lo cierto es que es una fórmula typical spanish. "España históricamente ha tenido que aumentar el empleo para poder crecer. Básicamente porque en los últimos 30 años no hemos podido aumentar productividad. Para crecer tenemos que crear empleo", corrobora Javier Martínez, economista de EsadeEcPol.

Pero no hay que engañarse, matiza Torres: "Que crezca el empleo es una buena noticia. Se crea empleo porque la economía es competitiva y dispone de un margen de crecimiento económico muy intensivo en empleo. Lo que pasa es que el hecho de que a la vez no veamos incremento ni señales de que la productividad vaya a crecer puede redundar en que, en algún momento, ese margen de competitividad se agote".

"Crear empleo siempre es bueno", coincide Ordiales (con el número de parados que hay, ¿cómo podría decirse que no?), pero lo ideal, continúa, "sería que esa creación de empleo fuera acompañada de un aumento de productividad".

De ahí la importancia de que la productividad tome el relevo como motor del crecimiento. "De momento no se vislumbra ese incremento", añade Torres. 

Uno de los factores que explicaría un aumento de la productividad es que las empresas inviertan, incorporando por ejemplo mejoras tecnológicas. Pero esto no está ocurriendo. La inversión empresarial lleva cayendo en picado desde 2019, y en 2023 alcanzó su peor dato desde 2014.

"Es una de las grandes dificultades que tenemos. La economía va bien, porque crecemos con más empleo, tenemos más exportaciones porque somos más competitivos, más consumo porque hay más empleo, y por eso crecemos, pero no tenemos inversión", advierte Torres.

Para Martínez, crear empleo y al mismo tiempo aumentar la productividad es posible. "Nuestro error es cómo están formados nuestros sectores: tenemos un sector servicios que aproximadamente supone el 70% del PIB, algo parecido a otros países de Europa, pero nos hemos centrado en prestar servicios de bajo y medio valor añadido. Mientras la economía no provoque una conversión hacia un sector servicios de alto valor añadido, la productividad será complicado que crezca".

También ayudaría que España creara (de una vez) un Consejo Nacional de Productividad. Hace ya 8 años, en 2016, que el Consejo de la UE empezó a crear este tipo de órganos para medir la productividad de los países y buscar recetas para mejorarla. 

España es de los pocos países que todavía no lo ha creado, y aunque ahora el Gobierno parece haberse puesto las pilas (el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, anunció la semana pasada que se creará en las próximas semanas), llegamos un poco tarde. 

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