Hacia una legislación REACH más efectiva en la protección de la salud humana

Redacción

La evidencia creciente indica la contribución sustancial de los productos fabricados por el hombre al aumento del riesgo de enfermedades de la civilización. Desde el Comité Científico de REACH de Bélgica se plantea una visión crítica sobre su funcionamiento y se advierte que el marco regulatorio necesita evolucionar aún más teniendo en cuenta los datos generados mediante la ciencia y tecnología modernas.

Existe la necesidad de mejorar el proceso de evaluación no solo antes, sino también después de ingresar al mercado. La objetividad, transparencia y el seguimiento después del acceso al mercado, pueden optimizarse. Además, la lentitud antes de la acción regulatoria es una gran preocupación para los especialistas en la materia. La toma de decisiones a menudo lleva varios años, generando incertidumbre tanto para productores como para usuarios finales.

Pruebas de toxicidad independientes

Una mejora propuesta es la implementación de pruebas de toxicidad independientes, para asegurar la objetividad, transparencia y verificar y mejorar el cumplimiento. Un principio de "sin datos, sin mercado" podría evitar el acceso de productos químicos peligrosos al mercado y a los usuarios. Además, la introducción de pruebas novedosas podría mejorar la información sobre puntos finales como capacidades disruptivas endocrinas, neurotoxicidad e inmunotoxicidad.

El Comité de REACH de Bélgica reclama un marco regulatorio adaptado que integre datos de diferentes fuentes y compare los resultados con estimaciones de exposición. Las pruebas de baterías toxicológicas rápidas y las pruebas toxicocinéticas podrían mejorar el tiempo invertido en la toma de decisiones.

En vigor desde 2007

REACH, en vigor desde el 1 de junio de 2007, es un Reglamento de la Unión Europea cuya finalidad es mejorar la protección de la salud humana y el medio ambiente contra los riesgos de los productos químicos, potenciando la competitividad de la industria química de la UE. Se aplica a todas las sustancias químicas, desde las empleadas en procesos industriales hasta las utilizadas en productos de uso diario, lo que afecta a la mayoría de las empresas de la UE.

Responsabilidad de las empresas

En REACH, la responsabilidad de garantizar que la fabricación, comercialización y uso de las sustancias es segura recae sobre las empresas. Para cumplir con la normativa, los productores deben identificar y gestionar los riesgos vinculados a las sustancias que se fabrican y comercializan en la UE. La industria debe demostrar a la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas cómo puede utilizarse la sustancia con seguridad además de informar sobre las medidas de gestión del riesgo a los usuarios.