Relacionan el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular con la presencia de microplásticos en placas de ateromas

Redacción

En un reciente estudio multicéntrico y observacional, investigadores han encontrado una potencial conexión entre la presencia de microplásticos y nanoplásticos (MNPs) en los ateromas —depósitos de sustancias grasas, colesterol, calcio y otros desechos en las paredes internas de las arterias que pueden limitar el flujo sanguíneo o llevar a su bloqueo— y un incremento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares en humanos. Aunque estudios preclínicos sugerían ya esta posibilidad, faltaban evidencias directas de que el riesgo se extendiera a los seres humanos.

La investigación, que ha sido publicada en ‘The New England Journal of Medicine’  se llevó a cabo con pacientes sometidos a endarterectomía carotídea por enfermedad asintomática de la arteria carótida. Las muestras de placa carotídea extraídas fueron analizadas para detectar la presencia de MNPs utilizando técnicas como la pirólisis-gas cromatografía-espectrometría de masas, análisis de isótopos estables y microscopía electrónica. Además, se evaluaron biomarcadores inflamatorios mediante ensayo inmunoenzimático y análisis inmunohistoquímico. El objetivo principal fue evaluar la incidencia de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o muerte por cualquier causa entre los pacientes con evidencia de MNPs en la placa en comparación con aquellos sin evidencia de estos materiales.

Se inscribieron un total de 304 pacientes en el estudio, de los cuales 257 completaron un seguimiento medio de 33.7±6.9 meses. Los pacientes a quienes se detectó MNPs dentro del ateroma tuvieron un riesgo significativamente mayor de experimentar un accidente cardiovascular —evento de punto final primario_ en comparación con aquellos en los cuales no se detectaron estas sustancias.

En conclusión, el estudio sugiere que la presencia de MNPs en la placa de la arteria carótida está asociada con un mayor riesgo de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o muerte por cualquier causa tras 34 meses de seguimiento. Estos hallazgos apuntan a la necesidad de una mayor concienciación sobre los riesgos potenciales para la salud que representan los microplásticos y nanoplasticos, así como a la importancia de reducir la contaminación por plásticos para proteger la salud cardiovascular.