Ni dioses, ni héroes, ni villanos, solo managers… solo profesionales

Ni dioses, ni héroes, ni villanos, solo managers… solo profesionales

Muchos son los nombres que recibe el «middle management”: team leaders, senior managers, responsables de equipo, gerentes, supervisores, coordinadores y un largo etc., la creatividad en el nombre no llega a la altura de la desplegada para nominar a un “comercial”, que parece casi un reto del juego “Tabú”, pero no le anda a la zaga.
15 March 2024

Todo depende del estilo de la compañía, de su internacionalidad, del sector, de las modas. Aunque nos puede el marketing nominal, en el fondo el nombre es lo de menos, “lo de más”, lo que de verdad es crítico, sigue siendo lo mismo de siempre, y es que tienen la responsabilidad de llevar equipos y alinear a personas cada una con sus luces y sombras, con sus miedos, anhelos, virtudes, defectos, destrezas, inseguridades, egos y un largo etcétera de singularidades; y esta entropía tienen que armonizarla en torno a unos objetivos individuales y comunes en pro del equipo y de la organización. Ríete tú de los 12 trabajos de Hércules. Es quizá por eso que no nos damos cuenta de que a veces pedimos semidios@s, y lo que es peor, ellos terminan creyendo que lo son.

Por pura empatía y cariño he visto siempre al perfil manager como ese “jamón del sandwich”, presionados por arriba y por abajo (por un buen “pan” en el mejor de los casos)…Ahí solos, en el medio, en la zona gris, surfeando fuera de la archiconocida zona de confort, esa que ya se les ha olvidado que es y donde les gustaría pasar algún día que otro por aquello de tomarse un respiro; luchando por estar a la altura de las expectativas, de no decepcionar a jefes y colaboradores, y todo ello, sin perderse a sí mismos en el intento.

Recordemos algunas de las habilidades y actitudes de lo que se entiende que debe poseer un manager: comunicativo, resolutivo, con determinación, capacidad de análisis, carismático y con inteligencia emocional, equitativo, asertivo, innovador, creativo, con sentido del humor, capaz de apoyar y a la vez poner líneas rojas, buen negociador, coach, adaptativo, organizado, comprometido, implicado, con autocontrol, integrador y cohesionador, con perspectiva y estrategia, buen orador … Lo que digo, más cerca del Olimpo que de los mortales, y recordemos que en el Olimpo, los dioses no siempre eran ejemplares, así que al final, con nuestro inconfundible formato pendular, terminamos etiquetando a los managers como héroes o como villanos, en función de la lista de habilidades, y, como decía Aristóteles, la virtud está alejada tanto del exceso como del defecto.

La gestión de personas, ser guía, dar un paso al frente del grupo, se ha complicado mucho y quizá sea el momento de aplicar esta labor desde el sentido común, desde lo humano, pero, sobre todo, desde la sencillez, buscando unos pocos pilares básicos que acompañen al manager en su labor, sabiendo que estos pilares deberían ser también un punto de referencia para todos, porque en las grandes gestas, el héroe, nunca va solo.

  1. Aceptar la vulnerabilidad. No somos perfectos y estamos lejos de controlarlo todo: la incertidumbre es para todos, tenemos dudas, no siempre hay garantías en el resultado, nos falta información y nos afectan los comportamientos y actitudes de otros. Aceptar la misma vulnerabilidad que tienen las personas del equipo nos acerca, no nos aleja de ellos. Nos ayuda a empatizar y entender mejor lo que les pasa por la cabeza. Dejarla ver más o menos irá en cada uno, pero aceptarla va a aliviar la presión personal, demuestra humildad y no ayuda a subir un peldaño de madurez profesional y bajar uno del Olimpo.
  2. Mostrar coraje y acción. Si cumplimos el primero ya nos acercamos a este segundo.No solo demostramos valentía al reconocer nuestros límites, también habla de nuestra confianza, la que tenemos en nosotros mismos y la que depositamos en otros. Esto va directo a nuestra credibilidad y coherencia; muy útil para mantener conversaciones difíciles a todos los niveles, defender posiciones, y pedir ayuda para construir soluciones juntos.
  3. Tomar responsabilidad. Y la segunda nos acerca a esta tercera, la responsabilidad sobre nuestra posición en el equipo, nuestra toma de decesiones, el impacto de nuestro comportamiento, la comunicación hacia los demás, la delegación etc. Este ejercicio de responsabilidad es el que más se está debilitando y más rechazo está provocando. Porque los managers tienen que estar a la altura, sí, pero necesitan de un equipo que les responda y de unos responsables que les dejen ejercer de managers, y cuando esta coyuntura no ocurre, se focaliza el resultado en la heroica actuación del manager, éste termina actuando bajo su condición de mortal y como resultado, la caída del supuesto “héroe” es inmediata.

Son tres principios sencillos y aun aceptando que no son fáciles, asumirlos no es de héroes, es de profesionales, de buenos profesionales. Y ejercerlos está, no solo en manos de los managers, sino de todo el equipo. Quizá entonces nos podríamos atrever a hablar de héroes, pero de héroes cotidianos, de esos que ves cuando te miras al espejo.

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