La adaptación al frío heredada de los denisovanos puede influir en nuestra salud mental
La adaptación al frío heredada de los denisovanos puede influir en nuestra salud mental

Redacción
Un estudio liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF) ha identificado la contribución genética de los antiguos denisovanos al humano moderno. Este pariente extinto que vivió en Siberia y el Este de Asia entre 50.000 a 200.000 años atrás se adaptó al frío gracias a la regulación del zinc en su organismo. Sin embargo, este ajuste que tiene un papel en el metabolismo celular y variación en el gen SLC30A9, también podría haber predispuesto al hombre moderno a trastornos psiquiátricos como la anorexia nerviosa, el trastorno de hiperactividad, el trastorno del espectro autista, el trastorno bipolar, la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo y la esquizofrenia.
Los investigadores han detectado una variante adaptativa entre las poblaciones humanas actuales en una región de nuestro genoma que guarda gran similitud con el genoma de los denisovanos. En cambio, se ha descartado un vínculo con la herencia neandertal ya que estas poblaciones no presentan esta mutación.
El papel del zinc en la adaptación al frío
El zinc, oligoelemento esencial para la salud humana, es un importante mensajero que transfiere tanto información del exterior al interior de las células como entre diferentes compartimentos celulares. La falta de zinc provoca trastornos del crecimiento, neurológicos e inmunológicos. Sin embargo hay que clarificar que su regulación aún está poco estudiada debido a la falta de herramientas moleculares para seguir el flujo de zinc.