Absentismo laboral, mal ejemplo de la picaresca española

Absentismo laboral, mal ejemplo de la picaresca española

30 September 2013

Las empresas españolas han mostrado en los últimos años un importante crecimiento en gestión, saber hacer, internacionalización, innovación, desarrollo tecnológico, nuevos métodos de producción y muchos otros aspectos de la actividad empresarial. Sin embargo, se siguen enfrentando a un problema sistémico que arrastran desde hace décadas y que afecta seriamente a su competitividad: el absentismo laboral.

El fenómeno del absentismo laboral cuesta cada año miles de millones de euros a nuestro país: se calcula que unos 25.500 millones, correspondientes al gasto por prestaciones por incapacidad temporal, que asciende a 9.455,3 millones de euros (lo que supone el 1% del PIB), más unos 16.000 millones que tienen que destinar las empresas para sustituir a esos trabajadores, según los últimos datos en poder de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT).

No obstante, el coste real podría situarse cerca de los 80.000 millones de euros anuales si se incluyeran otros gastos indirectos.

España lidera el ránking europeo de absentismo laboral. En 2012, las ausencias en el puesto de trabajo por incapacidad temporal, accidente o enfermedad no laboral ocasionaron un total de 173,6 millones de días de trabajo perdidos, que equivalen a una media de 11,4 días por trabajador y año, según un informe elaborado por la empresa de trabajo temporal Adecco.

Este dato también equivale a que 791.079 trabajadores no acudan a su puesto ningún día del año, es decir, que no produzcan absolutamente nada para la empresa que les pagan. "Son cifras que avalan la idea de que no podemos conformarnos con el modelo actual", asegura Javier Blasco, director Jurídico de Adecco.

Efecto crisis 

Una circunstancia que avalan los estudios que indican la irregularidad de muchas bajas es que durante los períodos de crisis económica, en las que existe una gran inestabilidad laboral y se incrementa el miedo a perder el empleo, se produce una mayor presencia de los empleados en sus puestos de trabajo, y la tasa absentismo se reduce.

Ya ocurrió en la crisis de 1993, tras la cual, volvió a incrementarse. Por ello, a pesar de que las cifras actuales son muy altas, desde el inicio de la crisis en 2007 se ha producido un cambio en la tendencia del absentismo, que ha ido disminuyendo de un año para otro.

Fuente de Datos: dirigentesdigital.com

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