España, campeona de Europa en el uso y abuso de sustancias químicas para la agricultura y de antibióticos para la ganadería

España, campeona de Europa en el uso y abuso de sustancias químicas para la agricultura y de antibióticos para la ganadería

En pleno debate global sobre si los agroquímicos son adversos para la salud humana y el medio ambiente, no hay país en Europa donde más toneladas se comercialicen
8 December 2017

La industria de los productos químicos usados en la agricultura facturó en España 1.100 millones de euros en 2016, según la patronal de los fabricantes AEPLA. No hay país en Europa que los haya consumido más en los últimos años: un promedio de 73.000 toneladas anuales para el quinquenio 2011 a 2015.

Se les denomina agroquímicos, fitosanitarios o pesticidas, según se quiera blanquear más o menos su nombre, pero vienen a ser lo mismo: sustancias químicas que se fabrican para matar insectos y malas hierbas y evitar así que las cosechas se malogren. Son utilizados en todo el ciclo agrícola: antes y después de la siembra, durante el crecimiento, para la maduración de los frutos, también muy poco antes de la cosecha y finalmente para mantener los productos después de ser recolectados.

La industria defiende que tienen un efecto casi inocuo para el hombre y la naturaleza y que garantizan una agricultura productiva y sostenible para alimentar al mundo. Los activistas y ecologistas argumentan que su uso pasa una factura alta para la salud y el medio ambiente.¿Y qué dicen los científicos, las autoridades competentes y los agricultores? Depende. Algunos científicos avalan la seguridad de los agroquímicos autorizados, otros muchos nacionales e internacionales han probado ya sus efectos nocivos para las personas y el medio ambiente. Las autoridades reguladoras españolas y europeas van legislando, no sin sufrir grandes presiones por parte de la industria y los ecologistas. En cuanto a los profesionales del campo, pues también depende. En todo caso, como se documenta más abajo, la mayoría de los casi 900 mil agricultores registrados los usan intensivamente, mientras que otros muchos ya han sufrido en sus carnes las consecuencias adversas de los pesticidas.

El Real Decreto 1311 de 2012 que regula su utilización, transpuesto de un reglamento de la Unión Europea de 2009, pedía fomentar “planteamientos o técnicas alternativos con objeto de reducir la dependencia del uso de productos fitosanitarios”. Sin embargo, el consumo en España no solo no mengua sino que aumenta: en 2012, año de la norma, se vendieron 63.490 toneladas, un 20% menos que en 2015.

En términos relativos, España también encabeza la clasificación europea. En la relación kilogramos de agroquímicos vendidos en 2015 por habitante, Italia, Francia y Portugal están en el entorno de un kilo por persona. En nuestro país esa ratio se alza hasta 1,6 kilos por habitante para liderar también el ranking europeo.
 

España atiborra al ganado con antibióticos, cuyo uso en animales es el más alto de la UE, cuatro veces superior al de Alemania

Algunos expertos predicen que en 30 años la bacterias resistentes a antibióticos causarán más muertes que el cáncer o los accidentes de tráfico. Este problema ya acaba con la vida de unas 25.000 personas cada año en Europa, 2.500 de ellas en España. Uno de los muchos frentes de esta crisis global son las granjas, donde los animales reciben antibióticos cruciales para la salud humana. Cuanto mayor es el uso de antimicrobianos en estos entornos, mayor es la probabilidad de que aparezcan bacterias resistentes a todos los antibióticos disponibles que después pueden llegar a los hospitales y causar infecciones imposibles de tratar.

España es el país de la Unión Europea donde más antibióticos se usan en la cría de ganado. En este país se vendieron 3.029 toneladas de antimicrobianos en 2015, el último dato disponible. El 99,9% de estos fármacos son para la cría de vacas, cerdos, ovejas, cabras, pollos y otros animales destinados a la producción de alimentos. El 0,1% restante se usa en mascotas. España emplea 402 miligramos de antibióticos por cada kilo de carne producido, cuatro veces más que Alemania y casi seis veces más que Francia, según un informe publicado por la Agencia Europea del Medicamento. El trabajo abarca el periodo entre 2010 y 2015 y estudia la evolución en 30 países de Europa. De todos ellos, solo Chipre registra en proporción un uso más elevado que España.

El análisis muestra la cantidad de antibiótico vendido por cada kilo de animal vivo, lo que incluye no solo los que serán sacrificados para carne, sino también otros que producen leche o huevos. Esta medida permite comparar el uso de estos fármacos entre países con cabañas ganaderas de dimensiones muy dispares. España es el país analizado que usa más antibióticos en términos absolutos, un dato sorprendente cuando Alemania tiene 12 millones y medio de vacas, el doble que España, y una cabaña porcina muy similar, según los datos de Eurostat en 2015. Del mismo modo, Francia tiene tres veces más vacas que España.

El informe es parte de una campaña de vigilancia de la Comisión Europea ante la resistencia a antibióticos y señala que el uso de antimicrobianos ha disminuido un 13% entre 2011 y 2015 en el conjunto de países analizados. La bajada en España es más tímida, de un 4% respecto a 2014. El trabajo resalta que entre 2010 y 2013 España no contabilizó parte de los antibióticos vendidos para la cría de animales, con lo que las cifras registradas en esos años no son fiables, pues resultan significativamente menores a las reales.

En 2014, el Gobierno puso en marcha un plan estratégico de cinco años para combatir la resistencia a antibióticos. Como parte del programa, la industria farmacéutica veterinaria se adhirió a un plan voluntario para reducir el uso de colistina en la cría de cerdos, un sector en el que España es líder europeo. La colistina es el antibiótico de último recurso para el tratamiento de infecciones potencialmente mortales por enterobacterias resistentes a otros antibióticos, según la OMS. España es uno de los países de la UE que usa más colistina en la cría de animales, aunque la venta de estos fármacos para animales descendió tímidamente entre 2014 y 2015, según muestra el informe. Se espera que los datos de los próximos años sigan esa tendencia a la baja, añade.

Las razones por las que España emplee tantos antimicrobianos en ganadería son múltiples y a veces difíciles de explicar. “España tiene una cultura de uso de antibióticos mayor que otros países europeos”, explica Bruno González-Zorn, veterinario de la Universidad Complutense y del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET). “En atención primaria, los médicos españoles recetan 50 veces más amoxicilina y ácido clavulánico que en Alemania. También España es el país donde se intercambian más antibióticos entre vecinos. Este problema también sucede en la ganadería, aunque ahora se sabe que hay muchas medidas higiénico-sanitarias alternativas que permiten reducir o prescindir de los antibióticos”, resalta.

Este experto reconoce que el uso de antimicrobianos en animales es “excesivo”. “Llevamos muchos años echándonos la culpa veterinarios y médicos de que abusamos ambos de antibióticos. La verdad es que todos los usamos en exceso, pero ahora, por primera vez, estamos todos trabajando de forma conjunta, reduciendo su uso”.

Fuente: El Confidencial y EL PAÍS

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