Nueve de cada diez centros de trabajo españoles realizan habitualmente evaluaciones de riesgos laborales

Nueve de cada diez centros de trabajo españoles realizan habitualmente evaluaciones de riesgos laborales

El riesgo psicosocial más frecuente es el hecho de tener que tratar con clientes, pacientes o alumnos difíciles
16 October 2015

La segunda Encuesta Europea de Empresas sobre Riesgos Nuevos y Emergentes (ESENER-2) realizada por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) consiste en un exhaustivo estudio estadístico dirigido a más de 50.000 empresas europeas: desde multinacionales hasta microempresas de 5 a 10 trabajadores. El objetivo de la encuesta es recoger información sobre cómo se organiza la prevención de riesgos en los lugares de trabajo de toda Europa. Además, los datos recogidos aportan información sobre cómo las empresas perciben y abordan los diferentes tipos de riesgos para la seguridad y la salud de sus trabajadores, incluyendo los riesgos psicosociales.

Los resultados de la encuesta que abarca a 36 países europeos, entre los que se encuentran los Estados miembros de la Unión Europea (UE-28), Albania, Islandia, Macedonia (FYROM), Montenegro, Noruega, Serbia, Suiza y Turquía, han permitido identificar los principales factores de riesgo en las diferentes empresas europeas.

En España los datos aportados por ESENER-2 permiten afirmar que los riesgos emergentes detectados responden a factores de riesgos psicosociales y a aquellos que producen trastornos  musculoesqueléticos en los trabajadores.

Aproximadamente ocho de cada diez centros señala que el riesgo más destacable es el relacionado con posturas dolorosas o fatigantes (incluido el estar sentado durante mucho tiempo).

Los factores de riesgo laboral relacionados con los trastornos musculoesqueléticos como movimientos repetitivos de mano o brazo, manipulación de cargas pesadas, etc., son manifestados por más de la mitad de los entrevistados.

El riesgo psicosocial más frecuente es el hecho de tener que tratar con clientes, pacientes o alumnos difíciles.

El 23% de los centros de trabajo señalan que carecen de información o herramientas para afrontar los riesgos psicosociales. Las dificultades más frecuentes surgen al abordar la discriminación por sexo, edad u origen étnico (42%), la falta de influencia del trabajador sobre su trabajo (25%) y las largas jornadas de trabajo u horario irregular (21%).

El 89% de los centros españoles afirma realizar evaluaciones de riesgo de forma habitual; de ellas un 78% se realizan a través de un servicio de prevención ajeno y el 12%, con personal propio (sobre todo empresas de más de 250 trabajadores). Junto a Croacia, es el estado de la Unión que más recurre a los servicios externos. En el otro extremo se encuentra Suecia, donde el 75% de las empresas realiza la evaluación de riesgos con medios propios. El promedio en el conjunto de la Unión es del 35%.

Tres de cada diez centros españoles señalan que no disponen de suficiente información para incluir los riesgos psicosociales en las evaluaciones de riesgos, independientemente del tamaño o sector de actividad.

Los principales aspectos que se incluyen en las evaluaciones son las sustancias químicas o biológicas peligrosas (en aquellos centros que han señalado que sus trabajadores están expuestos a este factor) (92%); las posturas de trabajo, exigencia física del trabajo y movimientos repetitivos (92%); y la seguridad de máquinas, equipos e instalaciones (87%).

Entre los motivos por los que se dedican recursos a la gestión de los riesgos laborales se encuentran: cumplir con los requisitos legales (91%), satisfacer las expectativas de los trabajadores o sus representantes (75%) y evitar las multas de la Inspección de Trabajo (81%).

Por último, otra de las conclusiones que se ha obtenido del estudio son los principales obstáculos con los que se encuentran las organizaciones a la hora de la gestión de la seguridad y salud en el trabajo. Entre ellas destaca la complejidad de las obligaciones legales (31%), la falta de tiempo o de personal (30%) y la falta de concienciación del personal (30%).

A pesar de las directrices comunes aportadas por la Directiva Marco, cada país dispone de una legislación nacional, lo que incide notablemente en la forma en que se gestiona la seguridad y salud en las empresas.

Fuente: EU-OSHA

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