Evolución y nuevos horizontes del Sector de la Prevención de Riesgos Laborales
Evolución y nuevos horizontes del Sector de la Prevención de Riesgos Laborales
Tras sus primeros dieciocho años de vida, y cuando parecía que la resolución de sus intensas distorsiones competitivas (competencia desleal y preeminencia de los players vinculados al sector público) harían llegar la calma disipando las turbulencias, una nueva, y un tanto inesperada conformación del mapa de competidores, el Sector de la Prevención de Riesgos Laborales establece un nuevo rumbo y se encuentra así a las puertas de unos nuevos horizontes.
Podemos situar el nacimiento del Sector PRL en el año 1997, cuando el Reglamento de los Servicios de Prevención (RD 39/1997), configuró a los Servicios de Prevención Ajenos como mdalidad de gestión de las obligaciones empresariales en el ámbito de la Seguridad y Salud Laboral. Desde entonces, esta opción basada en el Outsourcing preventivo ha representado la elección mayoritariamente utilizada en España, ya que más del 70% de las empresas eligen a un SPA para adaptarse a la normativa. Nuestro país ha destacado en el contexto europeo por la consolidación del modelo de externalización a través de la consultoría especializada (con sujeción de los Servicios de Prevención Ajenos a un estricto control de la Administración), a diferencia de otros basados en la internalización (por ejemplo Dinamarca, Francia o Finlandia) o fórmulas de outsourcing menos reguladas (como Alemania, Reino Unido, Irlanda o Suecia). Esta idiosincrasia ha supuesto el desarrollo de altos niveles de profesionalización y know how transferible al tejido empresarial, e incluso la utilidad del Sector para cooperar con el Sistema Nacional de Salud en términos de mejora de la eficacia (detección precoz de enfermedades y mejora en general de la calidad asistencial).
Durante su etapa de desarrollo y crecimiento, entre los años 2000 y 2010, el Sector crecía a tasas superiores al 15%, promoviendo la concurrencia al mismo de más de 700 Operadores. A partir de 2010 se inició un intenso proceso de concentración empresarial. Por un lado, el endurecimiento de los requisitos de acreditación de los SPA, y especialmente, la obligatoriedad de asumir la Vigilancia de la Salud, supuso la inviabilidad de muchos proyectos de reducido tamaño. Por otro, durante esta etapa se constata un ciclo económico de crisis muy adverso en nuestro país, que conllevó altas tasas de mortandad empresarial y reducción de la población ocupada; aspectos muy correlacionados con la capacidad económica sectorial y por tanto con la viabilidad de sus operadores. Tal es la intensidad de este proceso de concentración que a fecha actual han salido del Sector el 65% de entidades acreditadas.
Otro elemento determinante en la morfología de este Sector económico ha sido la distinción entre entidades netamente privadas (los SPA) y la participación de entidades creadas al amparo de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales (MATEPS). Estas últimas, que contaron con una cuota de mercado superior al 68%, aún teóricamente emancipadas de su matriz Mutual, y por lo tanto independientes en su gestión, han sido recurrentemente vinculadas a prácticas de competencia desleal, hasta el punto de que así lo reconociese en Sentencia de marzo de 2014 el Tribunal Supremo. Este hecho impulsó una contundente reacción del Legislador, que en Diciembre de ese mismo año publicaba la Ley 35/2014, Ley de Mutuas, que impuso la venta de las Sociedades de Prevención con fecha límite en Junio de 2015.
Es así como el Sector culminaba una incesante y compleja etapa de cambios, de profunda reordenación, tratando de resolver las distorsiones competitivas que han determinado durante años las reglas de rivalidad entre competidores. El lector podrá analizar, sobre la base del análisis que aportaremos en el siguiente bloque, si la conformación resultante del mercado permite una evolución más estable. Ello es una condición indispensable para que se produzca un verdadero incremento de la eficacia y eficiencia en los Operadores, que incida positivamente en los índices de siniestralidad laboral y mejore la Salud en las empresas; Misión genuina e irrenunciable del Sector PRL.
El tamaño actual del mercado es de aproximadamente 960 millones de Euros2 (el punto más álgido se produjo en 2007 cuando el mercado alcanzó un tamaño entorno a los 1.100 millones de Euros). El Sector experimentará en el corto plazo una tendencia alcista en sus magnitudes, siendo las principales variables que determinarán este efecto: 1) El incremento de la población ocupada, 2) el descenso del porcentaje de empresas que incumplen sus obligaciones preventivas, y que la ENCT3 establece entorno al 10%, y 3) La mejora del porcentaje de trabajadoras y trabajadores que asisten a la realización de reconocimientos médicos. En general podemos esperar un incremento de la actividad preventiva derivada de la progresiva concienciación empresarial en esta materia. La evolución de todas estas variables podrá determinar un ensanche del tamaño sectorial, en el medio plazo, superior a los 200 millones de Euros.
Como se observa en el gráfico adjunto, el Sector PRL experimentó una fuerte contracción (cercana al 12%) entre los años 2008 y 2014, momento en que se sitúa su ”tamaño suelo”. A partir de este punto se produce una cierta recuperación, siempre correlacionada con la cifra de población ocupada. A este respecto cabe indicar que las previsiones difundidas por Organismos oficiales y la Administración son favorables, por lo que es previsible la estimulación del proceso de crecimiento reflejado en la imagen. En órdenes de magnitud podemos referir que se producirá el ingreso adicional de entorno a 200 mil trabajadores en el mercado laboral (y por tanto en el ámbito de actividad de los SPA) por cada punto de reducción de la tasa de paro.
Resulta imprescindible referirnos al Capital Humano. El Sector emplea entorno a 25.000 profesionales, observándose altos niveles de estabilidad en el empleo y de paridad en las relaciones laborales. Se constata un alto grado de profesionalización y un marco de relaciones laborales que podríamos considerar estable.
Tras el proceso de concentración sectorial (intensificado a raíz del proceso de venta de las Sociedades de Prevención), el Sector PRL cuenta (a fecha de realización del presente Estudio) con 257 SPA activos. La cantidad de competidores es drásticamente inferior a las etapas inicial e inmediatamente precedentes del Sector, lo que indica su concentración progresiva.
Concretamente, tras el proceso de emancipación de las filiales mutuales el índice de Herfindahl-Hirschman-HHI (indicador de medida de la concentración económica en un mercado) se ha situado en 908, frente a los 408 puntos previos a este suceso. Es decir, el nivel de concentración se ha más que duplicado, situándose en cotas elevadas.
Al proceso de venta de las Sociedades de Prevención han concurrido entidades con proyectos muy diferenciados, que analizamos a continuación.
En primer lugar debemos poner de relieve la irrupción del fondo de capital riesgo CVC en el proceso de venta (vehiculizando su inversión a través del grupo empresarial IDC Quirón), ya que con la adquisición de Fremap, Unipresalud, MC Prevención y Fraternidad Prevención alcanzará una cuota de mercado del 27,4% (más de 263 millones de Euros). Este volumen se sitúa al límite de la regulación en materia de Competencia, otorgando al líder dominante la capacidad de imprimir ciertas dinámicas en el mercado.
Por otra parte, y como una diferente tipología competitiva, destaca la evolución de jugadores endógenos. Es el caso entidades como Norprevención, PFA y de manera destacada, Grupo Preving. Éste último, se trata de un proyecto altamente profesionalizado y consolidado en el mercado. Con la adquisición de Egarsat Sociedad de Prevención (incluyendo sus filiales) y Prevenna, este competidor alcanza un tamaño de 36,7 millones de euros, lo que supone la cuarta posición en el ranking sectorial. Es un proyecto con mayores rasgos de eficiencia operacional, sinergias territoriales y de recursos en general. Todo ello permite prever una capacidad sucesiva de integración de Operadores. Se define así una tipología de player que asumirá un papel proactivo en la conformación del Sector a medio plazo.
En tercer lugar, encontramos un perfil de Competidor que surgen como consecuencia de operaciones de MBO (Management Buy Out), donde los equipos directivos han protagonizado la adquisición de las Sociedades de Prevención. Es el caso de Aspy (anterior filial preventiva de Asepeyo) o Cualtis (Sociedad de Prevención de Ibermutuamur). Ambas representarán más de un 13% de la cuota de mercado lo que supone un tamaño conjunto superior a 129 millones de euros. Una extensión de la anterior tipología representan proyectos como Valora Prevención (procedente de Umivale) o Unimat (Unión de Mutuas), donde se ha producido un mix en el accionariado entre equipos directivos y un conjunto de empresas mutualistas.
Así mismo, la nueva morfología sectorial ha atraído el interés de inversores procedentes de otros sectores de alguna forma relacionados. Es el caso de de Laboratorios Echevarne (que ha adquirido MAS Prevención), o la aseguradora IMQ (ha adquirido la Sociedad de Prevención de Mutualia).
Por último, en el Sector permanecen operadores de tamaño representativo (entre 1 y 15 millones de euros), en algún caso con elevada densidad geográfica, que pueden compensar las ventajas del menor tamaño con una alta eficiencia en zona. Continúan existiendo más de 150 operadores con un tamaño inferior a 1 m.e.
Como se observa en la información gráfica aportada, el segmento de los 10 primeros Competidores aglutina 553 millones de euros, un 57,68 % de la cuota de mercado. El siguiente tramo (Operadores con tamaño entre 13,5 y 6 millones de euros) concentra una cuota de 157 millones, un 16,41%.
La actual se trata de una configuración determinante para el Sector, pues junto a la elevada cuota que concentran pocos Operadores se une el exclusivo carácter privado de todos ellos (una vez desaparecida la figura de las filiales Mutuales). Estos factores introducen en el sistema elementos de sofisticación a todos los niveles dada la necesidad de ganar cuota sobre la base de un modelo empresarial solvente y aportador de valor. Se suscita por tanto, a nuestro modo de ver, la necesidad de reinterpretar las Fortalezas y Debilidades hasta ahora atribuidas a cada tipo de Jugador en el Sector.
Junto a los grandes Operadores, existirán otros de menor magnitud, que reúnen al menos las siguientes características: 1) elevada concentración geográfica, 2) los volúmenes mínimos que permitan instalar capacidades críticas y, 3) capaces, en función de los puntos anteriores, de rentabilizar los costes asociados al sostenimiento de las condiciones de acreditación o el creciente nivel de responsabilidad (contingencias) asociados a la actividad de un SPA.
El Sector de la PRL queda así caracterizado como un mercado único y libre que deberá tender, de una forma unívoca, al cumplimiento de su misión: defender y preservar, con el mejor criterio científico posible, la salud de las trabajadoras y los trabajadores.
La nueva conformación del Sector requerirá un proceso de adaptación de las entidades integradas: nuevas culturas emergerán de la convivencia de las actuales culturas empresariales entre elementos de capital, operadores industriales, servicios privados y sociedades ligadas a Mutuas.
En definitiva, un sector que se renueva. Un sector que ya pone rumbo hacia sus nuevos horizontes.
Fuente: Boletín Técnico de la CEV