Good ergonomics is Good economics?

Good ergonomics is Good economics?

Friday, 27 July 2007

Hasta hace algunos años muchas empresas se preguntaban si se podían permitir asumir los costes de aplicar la ergonomía en sus puestos de trabajo y en su organización. Hoy, la pregunta es si una empresa puede asumir los costes de no tenerla.

La ergonomía ante todo tiene que ver con el continuo perfeccionamiento en el desempeño del sistema persona-máquina. A pesar de que muchas aplicaciones en la industria han producido evidentes mejoras, los resultados no están muy a menudo expresados en medidas que sean fácilmente cuantificadas en ahorros económicos (beneficios), sin embargo, existe una creciente demanda en demostrar con datos la rentabilidad de la ergonomía.

Sin reparar en los otros beneficios que pueden ser logrados con las mejoras ergonómicas, las empresas y administraciones no son capaces de justificar la entrega de fondos para intervenciones en ergonomía a menos que exista un claro beneficio económico. Por consiguiente, al desarrollar una propuesta ergonómica para las empresas, es extremadamente importante identificar claramente el coste y el beneficio económico que se pueden esperar y describir como serán medidos. Lo bueno es que los proyectos ergonómicos correctamente planificados, desarrollados e implementados, generalmente terminan en beneficios económicos significativos para la empresa, los cuales hay que aprender a identificar y cuantificar

Los ergónomos en la práctica profesional deberán familiarizarse con preguntas como “¿por que debería usar la ergonomía?” o, “¿por que una empresa debería pagar por ergonomía?” preguntas que suelen ser habituales en un no muy convencido cliente. Las respuestas desde el punto de vista del ergónomo pueden ir desde mejorar la eficiencia hasta la reducción del riesgo, abarcando un considerable grupo de argumentos surgidos de temas legales, éticos y morales para el empleo de la ergonomía. El hecho de que tales argumentos no rompan el hielo en el mundo comercial sugiere que debemos ser capaces de presentar un fuerte argumento económico primero, para luego reafirmarlo recurriendo a ejemplos claros con los cuales la ergonomía se hace más comprensible. En estos ejemplos en particular, la atención estará sobre el marco económico y comercial, argumentando la aplicación de la ergonomía.

A modo de resumen, bajo el balance de costes a los cuales se someten los proyectos en ergonomía, se pueden identificar: coste de personal, equipamiento y materiales, discontinuidad del trabajo normal, indemnizaciones por enfermedades laborales, etc. Bajo el balance de los beneficios podemos identificar entre otros; aumento en la productividad, reducción de errores y accidentes, disminución de los tiempos de capacitación, reducción en tiempos de mantenimiento correctivo, reducción de materiales y equipamiento, imagen mejorada de la compañía, etc

Un beneficio mensurable asociado al coste de personal es la reducción del nº de errores. A menudo, en la industria esta medida se traduce en aumento de la productividad. En otro tipo de situaciones, reducir los errores se traduce en menos accidentes, resultando una reducción de daño en los equipos, lesiones del personal, y en los costes relacionados.

Uno de los estudios clásicos sobre la rentabilidad de la ergonomía proviene de la tercera luz trasera centrada y elevada en los automóviles (Mcknight Y Shinar-1992). El estudio original realizado en EE.UU a mediados de los años 70, se llevo a cabo en 2100 taxis/colectivos en los cuales fueron implementados con cuatro configuraciones de luces traseras de frenos (incluida la tercera luz), con el propósito de determinar si alguna de las configuraciones reducía la incidencia de colisiones traseras. Los resultados mostraron que los vehículos provistos de la tercera luz (centrada y elevada) experimentaron una reducción del 50% de este tipo de colisiones.

Este estudio y otros que le siguieron, permiten concluir que la tercera luz de freno ofrece una serie de ventajas en comparación a la ausencia de la misma.

Primero: el principio de separación; la función de frenado esta separada de la función de iluminación.

Segundo: principio de visualización focalizada; la luz de freno esta centrada respecto del campo de visión del conductor.

Tercero: principio de predicción; el conductor puede ver el frenar de los Vehículos delante del vehiculo mas próximo pudiendo anticipar Así la necesidad de frenado.

Investigaciones posteriores estimaron que 900.000 accidentes pudieron ser prevenidos con un ahorro de U$ 434.000.000 al año por daños. Con un coste de U$15 aproximadamente en la instalación de la tercera luz trasera por vehiculo, el ahorro final fue estimado en U$ 400.000.000. Sobre la base de estas investigaciones, cambios en la legislación de los estados unidos requirió que todo vehiculo nuevo debía contar con la tercera luz de freno antes del 1º de septiembre de 1985.

Este ejemplo, nos muestra que en el camino para lograr aplicación de la ergonomía en la empresa, es necesario que los ergónomos sea capaces de hablar en un lenguaje económico en orden a justificar sus intervenciones ergonómicas y con esto demostrar que “Good ergonomics is Good economics”, es una realidad en los proyectos ergonómicos bien enfocados.

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