"El buen paño en arca cerrada no vende"

"El buen paño en arca cerrada no vende"

Friday, 9 February 2007

La Responsabilidad Social Corporativa surge como indicio revelador de la necesidad de afrontar los cambios que la sociedad actual exige para que las empresas orienten su actividad hacia la sostenibilidad económica y medioambiental, pero sobre todo social.

Una vez asumido el concepto y asentada la definición de RSC, estamos en el tiempo de concretar las vías de actuación. Hoy las empresas no sólo presumen de ser socialmente responsables, sino que están cada vez más decididas en buscar herramientas de gestión que les permitan llevar a buen puerto sus inquietudes, están reclamando estándares claros, objetivos y cuantificables que les posibilite evaluar su sistema de gestión de RSC y convertirse en empresas sostenibles, competitivas y con éxito en sus objetivos.

Para conseguir estos objetivos, tan ambiciosos y deseables, se muestra patente la necesidad de una mayor información, sensibilización y formación de los actores implicados en el proceso. A la vez que se necesita generar iniciativas dirigidas a mejorar el desarrollo y la transparencia, siendo imprescindible, para que todo ello no quede en una mera estrategia de marketing social, un mayor rigor entre el compromiso real que asumen las empresas y la verificación de su cumplimiento.

El contexto en el que desarrollan su actividad muchas empresas deja al descubierto la existencia de vacíos legales o legislaciones laxas, que muchas veces es preciso cubrir a través de iniciativas voluntaristas o políticas improvisadas de RSC por parte de las mismas empresas, basándose en procesos abiertos e intuitivos con voluntad de ser estratégicos e integradores en el que se van identificando los diferentes agentes de la sociedad afectados por las actividades de la empresa.

Se muestra cada vez más necesario pedir a los gobiernos que apoyen iniciativas de normalización, para que las empresas puedan asumir este reto con, por un lado, la seguridad jurídica de saber que su voluntariedad de compromiso corresponde a líneas de actuación legal ( subvenciones, donaciones, aportaciones en especies, fundaciones, etc…) y, por otro lado, que esta línea de actuación voluntaria, permanece guiada en sus objetivos por la empresa y no por las necesidades sociales que los gobiernos quieran cubrir. Que no aparezca, en el horizonte, una jerarquía de intereses, capitaneados por los gobiernos y pagados por las empresas. Al fin y al cabo, la RSC en su propio origen busca sobrepasar el marco legislativo y prestar atención y apoyo a las realidades locales identificadas por las empresas como armónicas con sus intereses.

Una reflexión crítica, y cada vez más presente, por parte de las empresas, se sostenta en la escasa repercusión social que los medios de comunicación prestan a las iniciativas concretas de RSC, mientras que cada vez es mayor el número de empresas que cobija y da soporte a actividades sociales y sobre todo locales, los medios de comunicación aparecen refractarios a estos compromisos. Una ojeada sobre los diarios o sobre la televisión y radio muestra una escasez de noticias preocupante, y si buscamos algún medio que se haga eco sistemáticamente de ello, el ejemplo es desolador. ¿Porqué existe este divorcio entre empresas comprometidas y medios de comunicación?, ¿esperan los medios, agazapados, a que las actividades se conviertan en elementos publicitarios para recoger la cosecha?, ¿están los medios de espaldas a la RSC y por ello no han entendido nada de lo que pasa?, capítulo de reflexión que requiere mayor extensión y sobre el que invitamos a debatir en la jornada o en el foro que hemos abierto, ya que en definitiva, si no existe una buena normativa y una amplia información , “el buen paño”, la RSC, difícilmente “vende”.

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