GESTOR DE MOVILIDAD … el recurso preventivo de la seguridad laboral vial

GESTOR DE MOVILIDAD … el recurso preventivo de la seguridad laboral vial

​La seguridad y salud laboral y la seguridad vial son dos especialidades que han seguido patrones de actuación distintas porque en el mundo del trabajo los riesgos se producen en un entorno privado y el mundo del tráfico los riesgos se presentan en vía pública, de tal manera que la responsabilidad de la prevención de riesgos laborales recae sobre los empresarios y la prevención de riesgos viales recae en las Administraciones Públicas responsables. El sistema BBS (Behaviour Based Safety) o SBC (Seguridad Basada en la Conducta) nos aporta la solución.
16 Mayo 2018

El esfuerzo en sistematizar o modelizar los sistemas de gestión de prevención de riesgos laborales, bien siguiendo las pautas del modelo europeo (creando técnicos de prevención o servicios de prevención especialistas) o del modelo americano (haciendo recaer la responsabilidad en los mandos intermedios), se ha mostrado incapaz de abordar los riesgos de los trabajadores de las empresas sobre las vías públicas, bien en los riesgos in itinere (domicilio-centro de trabajo), bien los riesgos de los trabajadores de empresas de transporte de mercancías o viajeros, o poseedoras de grandes flotas de vehículos para misiones que exigen movilidad en las jornadas de trabajo. Los sistemas de gestión se han visto incapaces de controlar a distancia los riesgos de sus trabajadores, y ello está dando paso a un modelo “a medida” para preservar sino garantizar la seguridad de los trabajadores en su movilidad que acaban dependiendo de las conductas individuales y libres de los empleados conductores en sus desplazamientos. Y ello ha encontrado el gran marco de operatividad y eficacia del sistema BBS (Behaviour Based Safety) o SBC (Seguridad Basada en el Comportamiento) que se desarrolla en la especialidad de la Psicología de la Conducta que debe necesariamente de apoyarse en un análisis exhaustivo previo de datos objetivos que permitan codificar el nivel de riesgo natural de cada trabajador conductor lo que requiere que ALGUIEN deba integrarse en el sistema para obtener esta información, momento en el que aparece NECESARIAMENTE la figura del GESTOR DE MOVILIDAD, con capacidad para mantener contacto personal permanente con todos y cada uno de los conductores para saber de sus virtudes y defectos, codificar su curriculum como conductor en la empresa conociendo sus accidentes, incidentes, multas, averías, problemas, fortalezas y debilidades, para que con el peso de los datos se tenga la capacidad de anticiparse a la amenaza de riesgo. Un gestor de movilidad hasta debe saber lo que come y bebe habitualmente el conductor y si tiene o no problemas de salud o familiares...  En conclusión, saber en la práctica de todo aquello que le iría tan bien dominar al responsable de RRHH cuando contrata a un nuevo conductor o debe dar un descanso o rutas menos comprometidas a alguien en momentos determinados.

El gestor de movilidad debe de ser omnipresente y tener contacto físico y psíquico con los trabajadores con riesgo de accidente de circulación.

Los conocimientos obtenidos por la Psicología de la Conducta deben competir con el buen marketing de los programas de capacitación, que ofrecen soluciones atractivas pero no siempre de fácil cumplimiento, sobre todo desde la extensión de la formación on line que las empresas de transporte desarrollan por tener la gran dificultad de poder mantener en un aula a los conductores, casi siempre en ruta..

También, los conocimientos de la psicología de la conducta, deben competir con las creencias demasiado extendidas en nuestro medio sobre supuestos estados internos de la persona y con la creencia que, la mayoría si no todos los problemas de conducta de las personas en las organizaciones, se solucionan sólo con capacitación. Finalmente, los conocimientos surgidos del trabajo experimental deben lidiar con las dificultades propias de un programa que requiere constancia de propósitos en el tiempo. Convendrá resumir brevemente algunos de los conocimientos alcanzados por la Psicología de la Conducta (recogidos del profesor Ricardo Montero, Ingeniero ergónomo cubano) que resultan directamente aplicables a la Seguridad:

• La conducta humana es un fenómeno natural, de ocurrencia frecuente, observable y medible, lo que la convierte en objeto de estudio científico.

• La conducta humana se encuentra directamente relacionada, de forma metódica y predecible, con los acontecimientos del medio ambiente. El estudio de la relación entre la conducta de las personas y su ambiente, basado en la observación y en un registro sistemático de datos de conducta, constituye el centro de interés de la psicología de la conducta, porque este estudio permite la predicción y administración del comportamiento humano.

• La relación natural de la conducta con su medio ambiente, señala que las personas aprenden la conducta segura, pero también indica que ellas pueden aprender la conducta insegura. De allí que resulta necesario para el prevencionista el conocimiento de los procesos naturales de aprendizaje humano, con el fin de emplear este conocimiento para revertir los aprendizajes inseguros.

En la psicología preventiva, se agrupan los recursos que provee el análisis de la conducta en diferentes métodos para la motivación hacia la seguridad. Para funcionar correctamente, estos métodos requieren de datos de conducta observables y medibles que nos permitan establecer, por ejemplo, cual es el promedio de uso de determinado elemento de protección por parte de los trabajadores que deben emplearlo. Sabemos que el gráfico que representa esta conducta simplemente no existe en la mayoría de las empresas, a pesar de su evidente utilidad como punto de partida para el cambio y mejora de la conducta. En realidad, generalmente, sólo se trabaja con impresiones anecdóticas o creencias tradicionales sobre las causas del comportamiento de los trabajadores. Realizar una intervención preventiva, o un curso sobre seguridad del trabajo, sin un punto de partida conocido, puede llevarnos a cualquier resultado o a ninguno, sin posibilidad de comparación antes-después, es decir, sin que logremos conocer cuál es el resultado o el cambio que hemos producido en los comportamientos objetivo de la intervención. Esta forma de trabajar, sin datos de conducta previos, tiene varios inconvenientes, además de ser poco profesional. Entre los inconvenientes más frecuentes está el hecho que no conocemos el resultado del esfuerzo preventivo, no podemos establecer una relación de causalidad ni mucho menos una relación coste/beneficio, de nuestros esfuerzo profesional. En cambio, si antes de comenzar cualquier tipo de intervención disponemos de una gráfica que muestra el estado actual de una o varias conductas objetivo de cambio, sabremos con certeza el nivel de cambio logrado. Y no menos importante, sabremos qué es lo que podemos hacer para seguir mejorando. Todas estas acciones son posibles cuando se dispone de una gráfica de conducta.

En general, el propósito de la Motivación para la Seguridad basada en la Conducta, es la identificación y evaluación de las conductas y condiciones inseguras en el ambiente de trabajo y el uso de la tecnología conductual para a) aumentar el repertorio y la frecuencia de presentación de las conductas seguras y b) cambiar aquellas condiciones que favorecen la ocurrencia de comportamientos inseguros, aportando con ello, a la reducción significativa de la frecuencia y gravedad de los accidentes en la empresa.

Este propósito es alcanzable cuando se utilizan de forma sistemática y metódica los conocimientos de la psicología de la conducta. Es decir, la motivación para la seguridad resulta de la gestión de los procesos de aprendizaje humano por parte del prevencionista, empleando Métodos de Motivación para la Seguridad del Trabajo basados en la Conducta, centrados en la reconfiguración del medio ambiente del trabajador, proceso que facilita el aprendizaje y la mantención en el tiempo, de los comportamientos positivos para la seguridad.

La BBS o SBC no es una herramienta para reemplazar a los componentes tradicionales de un Sistema de Gestión de la Seguridad, todos los objetivos básicos de los mismos se pueden mantener. Como es fácil deducir, la SBC tiene su foco en los comportamientos de los trabajadores hacia la seguridad pero, aún cuando es ampliamente reconocido que la conducta humana es un factor de importancia significativa en la causalidad de los accidentes, éste no es el único factor. La SBC no debe implementarse eliminando los métodos tradicionales que tienen una eficacia probada en la reducción o eliminación de accidentes. La SBC es más efectiva en el Sistema de Gestión Global de la Seguridad cuando se integra y complementa a los sistemas de seguridad tradicionales. La práctica central de todos los procesos que han utilizado a la SBC consiste en determinar el porcentaje (partiendo de una lista de comportamientos relativos a la seguridad previamente redactada) de aquellos comportamientos que, dentro de todos los observados por una persona, fueron considerados seguros o inseguros. Con este porcentaje y utilizando diferentes técnicas que pueden influenciar a las personas y sus comportamientos se realiza un proceso que logra disminuir y mantener bajo control a los accidentes industriales.

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