La revolución genética cambiará drásticamente los seguros de Vida y Salud

La revolución genética cambiará drásticamente los seguros de Vida y Salud

"La genómica se encuentra hoy donde estaba la informática en la década de 1970: a las puertas de una revolución tecnológica”, según opina Hilary Natoff, portfolio manager de Fidelity. Esta revolución implicará cambios drásticos en los seguros de Vida y Salud; que acarrearán también la necesidad de regular cuestiones muy sensibles socialmente.
13 Abril 2016

La terapia genética está a punto de conseguir curar las enfermedades sustituyendo los genes ausentes o defectuosos que causan un trastorno concreto. El ADN del paciente recibe el gen "corregido" a través de un virus. Aunque los ensayos clínicos aprobados se han desarrollado durante más de dos décadas en diversas enfermedades, los progresos han sido lentos, aunque constantes.

Natoff cree que es el momento de invertir en el sector genético: “La década de 1970 fue el momento adecuado para invertir en una cartera diversificada de tecnologías informáticas innovadoras. Quienes lo hicieron, desoyendo las voces que afirmaban que era demasiado arriesgado, recibieron su premio pronto". El ARN de interferencia (ARNi) designa un conjunto de tecnologías que usan el ARN para "silenciar" selectivamente un gen defectuoso o un conjunto de genes. Esto supone un ataque a la enfermedad en un estadio anterior comparado con la inmunoterapia y la terapia genética, que intervienen cuando ya han aparecido las enzimas de la enfermedad.

Las implicaciones en el sector asegurador son claras: Cuando el acceso test genéticos completos se generalice entre la población, los clientes con buenos resultados en sus test reclamarán a sus aseguradoras mejores precios en sus seguros de Salud y Vida.

Problemas éticos y de protección de datos

Pero la principal característica del seguro es la socialización de los riesgos, es decir, que las pólizas que causan siniestros se vean compensadas con las pólizas de buenos clientes. Beneficiar a los clientes con “buen material genético” podría ocasionar problemas éticos, ya que seguramente las aseguradoras rechazarían a quienes no quisieran aportar el test genético o aportaran uno con alguna deficiencia.

Otro problema es el de protección de datos. Los datos médicos y sanitarios son de máxima prioridad a la hora de trasmitirse a terceros. Con la legislación actual, una entidad nunca podría exigir a un cliente que le aporte un test genético, aunque la legislación actual admite (con límites) los cuestionarios de salud para suscribir un seguro de Vida.

Estas circunstancias podrían poner en dificultades la creación de un sistema Bonus-Malus para gestionar a los clientes de Salud y Vida en función de su genética.

¿Cuál será la solución a estos problemas?

La clave del futuro de la genómica en el sector asegurador se desvelará a base de regulación con normativas que deberán crearse específicamente para delimitar claramente los riesgos, nivel de aceptación de clientes, coberturas, garantías y servicios de los seguros que vayan a utilizar la genómica. La elaboración de esta normativa no será un camino fácil, ya que tendrá que abordar problemas éticos, sociales, médicos y administrativos.

En cualquier caso, no es un tema de ciencia ficción y está más cerca de irrumpir en el sector asegurador de lo que muchos piensan, por lo que el sector deberá ir preparándose ya para abordar un tema tan delicado que puede modificar la operativa en varios ramos aseguradores.

 

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