Desarrollo de una línea de tiempo virtual y dinámica de recursos técnico-ergonómicos.

Esta investigación en desarrollo, se focaliza en los recursos técnico-ergonómicos (RTEs) útiles para la elaboración de estudios e investigaciones de lugares y puestos de trabajo. La expresión RTEs describe un conjunto de modelos, procedimientos, métodos, herramientas y normas útiles para identificar, visualizar, estudiar, analizar, evaluar y/o mejorar el trabajo humano desde el punto de vista de la ergonomía. El propósito del estudio consiste en contribuir en el mejoramiento de las condiciones de trabajo de la población laboral, mediante un avance sistemático en la caracterización de los RTEs para la evaluación y/o el mejoramiento, de puestos y situaciones de trabajo. Los RTEs se presentaron mediante la técnica de una Línea de Tiempo Dinámica, la cual exhibe, clasifica y caracteriza a un conjunto integrado por 34 elementos desarrollados desde 1970 en adelante. Esta gráfica incluye información de cada RTE (título; origen; autor; fuente original en la cual salió publicado; propósito y alcance; otras características que ayudan a comprender su valor; nivel de experiencia necesario para ser aplicado; grado de objetividad; categorías de variables de carga de trabajo consideradas). Se desarrolló un análisis multidimensional de las características y tendencias de los RTEs del cual emergieron resultados preliminares que se agruparon por categorías. Entre ellos: 1) Disparidad en el nivel de complejidad de los RTEs y en el tiempo requerido para su aplicación; 2) Tendencia a incrementar el número de RTEs disponibles; 3) Crecimiento repentino de normas técnicas de ergonomía basadas en diversos RTEs; 4) Tendencia creciente de RTEs diseñados especialmente para tipos específicos de trabajo a los que se deben aplicar; 5) Similitudes y variaciones en RTEs desde una perspectiva global; 6) Una evolución hacia RTEs más específicos; 7) REDUCCIÓN DE LAS CATEGORÍAS CONSIDERADAS QUE CONTIENEN A LAS VARIABLES DE LA CARGA DE TRABAJO Y MAYOR HINCAPIÉ EN LA MEDICIÓN DE LA CARGA DE TRABAJO FÍSICO.
Autor principal: 
Claudia Rosana
Carpman
Universidad Nacional de Rosario
Argentina

Introducción

Contexto del problema o situación que se plantea en el trabajo

La presente investigación, de carácter teórico y en desarrollo, corresponde al área de trabajo Ergonomía. Su rama, Ergonomía ocupacional, trata acerca del mejoramiento de las situaciones de trabajo, focalizándose principalmente en los recursos técnico-ergonómicos (RTEs) que disponen los profesionales de la disciplina para evaluar condiciones reales de trabajo. Explora el campo temático de los RTEs útiles para el desarrollo de estudios e investigaciones de lugares y puestos de trabajo. El estudio actual se centra en un conjunto de RTEs desarrollados desde del año 1970 en adelante. La expresión RTEs describe un conjunto de métodos, herramientas, modelos, procedimientos y normas útiles para identificar, visualizar, estudiar, analizar, evaluar y/o mejorar el trabajo desde la óptica de la ergonomía.

Al iniciar una evaluación, los profesionales deben seleccionar los RTEs más adecuados en función de las características de la situación de trabajo que se les presenta. En la actualidad los RTEs disponibles existen en gran cantidad y son extremadamente heterogéneos. La complejidad de este escenario y
la necesidad de seleccionar los más apropiados origina confusión y dudas. Aunque existen algunas propuestas de autores comprometidos con el tema [V. infra, Antecedentes], se considera que contar con una clasificación más abarcativa, de carácter virtual y dinámica de los RTEs empleados por los profesionales, es una contribución interesante para el conocimiento organizado de la ergonomía.

Por otro lado, en Argentina algunos establecimientos pretenden dar cumplimiento a la Resolución
Nº 295/2003 del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (Resolución 295/2003 MTEySS). Sin embargo, muchos profesionales suelen ignorar la primera parte de su Anexo I, donde se precisa que cada establecimiento debe desarrollar su propio Programa de ergonomía para la salud y la seguridad y, además, se hace referencia a que los trabajadores deben participar en dicho programa. Pero, en su uso, ciertos establecimientos se limitan a aplicar uno o ambos valor/es límite umbral indicado/s en la Resolución 295/2003 MTEySS -Nivel de actividad manual (NAM), Levantamiento manual de cargas (LMC)-, sin desarrollar programas ni dar participación a los trabajadores. Tampoco aplican otros RTEs, lo que permitiría arribar a conclusiones más confiables. Una consecuencia de esas limitaciones, en esos casos, es que la prevención de la salud de los trabajadores resulta incompleta y no es lo suficientemente efectiva.

Cabe aclarar que la participación de los trabajadores en temas asociados a ergonomía, salud y seguridad es exigida, a nivel nacional, por la Resolución 295/2003 MTEySS y la Resolución Nº 886/2015 de Superintendencia de Riesgos del Trabajo, MTEySS (Resolución 886/2015 SRT); pero también es demandada, a nivel de la Provincia de Santa Fe, por la Ley Comités de Salud y Seguridad en el Trabajo
Nº 12.913/2008 (Ley Comités de Salud y Seguridad en el Trabajo). Para que estas normas puedan ser implementadas correctamente, es necesario seleccionar, adecuar e incluso, en algunas situaciones, diseñar especialmente los RTEs a aplicar con el fin de facilitar su utilización a la población trabajadora.

En consecuencia, el foco de esta investigación se ubica en la situación pasada (especialmente en lo
que aconteció en los últimos 45 años) y presente de los RTEs, intentando resolver interrogantes acerca de su generación, importación, exportación y difusión, en el intento de encontrar elementos que contribuyan a mejorar su utilización en situaciones de trabajo futuras.

Objetivos fijados

El objetivo general del estudio consiste en contribuir al mejoramiento de las condiciones de trabajo de la población laboral mediante un avance sistemático en la caracterización, desde la ergonomía, de los RTEs para la evaluación y/o el mejoramiento de puestos y situaciones de trabajo.

Los objetivos específicos son: 1) Desarrollar una línea de tiempo de RTEs disponibles para la evaluación y/o el mejoramiento de diversas situaciones de trabajo; 2) Diseñar un dispositivo virtual (ubicado en el interior de un espacio lógico, dentro de la computadora; es decir, un software); un sistema dinámico, abierto, que agilice el acceso a información asociada a cada RTE presentado y que posibilite el enlace interno (entre RTEs asociados entre sí) y externo (con información asociada a los RTEs, incluidos en
el sistema, pero ubicada fuera del mismo); 3) Facilitar a los profesionales la selección de RTEs para
la evaluación ergonómica de situaciones de trabajo adecuados a cada escenario; 4) Ayudar al cumplimiento de la legislación vigente; 5) Contribuir a enriquecer el conocimiento del campo de las metodologías que sirven a la ergonomía; 6) Elaborar un material de apoyo para la docencia de grado y posgrado asociada a la ergonomía y contribuir asimismo al dictado de capacitaciones relacionadas con esta disciplina en establecimientos varios.

Antecedentes

Martí Felis (2003) afirma lo siguiente: 000000000000000000000000000000000000000000000000000              

“No es sencillo pretender una clasificación de los métodos aplicados en Ergonomía. Algunos autores los han clasificado, a grosso modo, en técnicas analíticas empleadas durante el desarrollo de los sistemas y en métodos de medida empleados para la evaluación del funcionamiento de los sistemas. Sin embargo, reconocen que hay métodos que se solapan, particularmente, muchos métodos de medida son también utilizados durante el desarrollo de los sistemas.

Otros autores han planteado la división entre métodos fisiológicos y psicológicos, división que ha sido rechazada por otros.

Ergónomos del Ergonomics Information Analysis Centre (EIAC), de la Universidad de Birmingham, han elaborado una clasificación bastante completa, de los modelos, métodos, técnicas y mediciones empleados en ergonomía, lo que resumimos en la Tabla 1.

Otros autores han propuesto clasificaciones aún más amplias, como por ejemplo, Wilson que obtiene más de 50 grupos de métodos, divididos en seis categorías: métodos generales, métodos para recogida de información sobre las personas, métodos de análisis y diseño, métodos para la evaluación del funcionamiento del sistema persona-máquina, métodos para la evaluación de las demandas a las personas, métodos de gestión e implementación de la ergonomía.”

A pesar de lo valiosas que resultan estas propuestas que clasifican RTEs, ninguna facilita la lectura de la cronología de los elementos que incluyen. Esto hace que no resulten útiles para el análisis de tendencias ocurridas a lo largo del tiempo ni para apreciar los sesgos de esas tendencias hacia métodos orientados en uno u otro sentido. Las estructuras de estas clasificaciones son estáticas, cerradas y no contribuyen a establecer relaciones entre RTEs, operación de importancia para su estudio y evolución histórica.

Metodología

La búsqueda de información se desarrolló, principalmente, en tres sentidos: a) Datos acerca de RTEs;
b) Clasificaciones de RTEs [V. supra, Antecedentes]; c) Líneas de tiempo / cronologías asociadas a la ergonomía y/o el diseño.

Se consultaron fuentes provenientes de diversos orígenes; en especial: a) Pertenecientes al Instituto Tecnológico en Diseño e Innovación (ITDI) - ex Instituto de Diseño Industrial (IDI) / Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura (FCEIA) / Universidad Nacional de Rosario (UNR); b) Facilitadas por la Dirección de esta investigación; c) Proporcionadas por otros profesionales; d) Extraídas de Internet;
e) Propiedad de la autora.

Para buscar en la red, las palabras clave principales empleadas en castellano fueron: ergonomía; ergonomía ocupacional; trabajo; metodología; método; herramienta; modelo; norma; legislación; denominaciones de distintos RTEs; línea de tiempo; cronología. En inglés se exploró Internet, en especial, mediante nombres diferentes de RTEs en esa lengua y los vocablos: ergonomics; occupational ergonomics; methodology; work; method; tool; model; standard; legislation; timeline; chronology.

Se detectó un número significativo de líneas de tiempo / cronologías asociadas a la ergonomía y/o el diseño. Un intento de clasificar esas fuentes de manera tipológica permitió identificar los siguientes tres grupos: a) Hechos significativos en la historia de la ergonomía y/o el diseño industrial: por ejemplo, la línea de tiempo desarrollada por Cante (2013); b) Evolución del diseño de productos y programas informáticos específicos: por ejemplo, el trabajo de Valderrama (2013) y c) Un conjunto de productos diversos diseñados por una misma oficina: un buen ejemplo es la síntesis lograda por Punta (2014).

De las gráficas encontradas, algunas son estáticas y otras dinámicas mas ninguna presenta vínculos entre sus elementos. En esta exploración no se logró detectar un referente asociado a los RTEs. Por eso, se decidió elaborar una línea de tiempo de RTEs que se adecuara al desarrollo del presente estudio.

Explicitación de la hipótesis de trabajo

El presente estudio plantea la siguiente hipótesis.

La existencia de una batería analítica, estructurada cronológicamente con precisión y claridad que asimismo sea lo más completa posible, podría contribuir a la identificación y selección de los RTEs más apropiados para cada escenario; al mejoramiento de las situaciones de trabajo; al desarrollo de programas de ergonomía para la salud y la seguridad; a facilitar la participación de los trabajadores;
al cumplimiento de la legislación vigente; al funcionamiento del proceso de mejora continua; al cuidado de la salud de la población laboral; a la protección de la calidad de la producción y al resguardo de la imagen del establecimiento.

Por otra parte, la disponibilidad de una batería de esa naturaleza facilitaría, además, el aprendizaje de estudiantes de carreras de grado y posgrado asociados a la ergonomía, especialmente al tener que elaborar trabajos prácticos referidos a la evaluación y el mejoramiento de centros de trabajo. Así también, en la medida en que se pudiera difundir entre las organizaciones productivas, contribuiría en la capacitación del personal de los establecimientos, relacionada con el mejoramiento de sus estaciones de trabajo, lo cual favorecería, a su vez, el proceso de divulgación y aplicación de la ergonomía y, con ello, el cumplimiento de la normativa vigente.

Cronología y caracterización de los recursos técnicos considerados

1. Representación visual

Para facilitar un análisis multidimensional de las características de los RTEs en estudio, éstos se presentaron usando la técnica de una línea de tiempo dinámica, la cual exhibe, clasifica y caracteriza a un conjunto integrado por 35 RTEs. [V. infra, Figura 1: Línea de tiempo. Página principal.] Esta línea de tiempo presenta, en forma compacta, información detallada referida a esos RTEs, los cuales fueron aplicados con mayor o menor frecuencia por profesionales de la ergonomía, en estudios de puestos
y situaciones de trabajo de diversa índole. Este enfoque también contribuye a identificar las características de las tendencias de aparición de los RTEs, dado que se focaliza en los diferentes niveles de análisis ergonómico sistemático.

Para su representación visual se esbozó un eje vertical con la variable Tiempo pues este tipo de gráfico permite presentar la progresión temporal de los RTEs, lo cual contribuye a deducir e interpretar, de forma más inmediata y con mayor claridad, ciertas características de su evolución. Cada RTE fue ubicado en correspondencia con el año de su primera publicación conocida, desde 1970 hasta nuestros días.


 

Figura 1. Línea de tiempo de RTEs. Página principal.

2. Descripción de características

La descripción analítica de cada RTE comprende los siguientes elementos: denominación; país de origen; autor; fecha y fuente de la publicación original; propósito y alcances; otras características útiles para entender su valor; nivel de conocimientos requerido para su aplicación; grado de objetividad; número de categorías de variables de carga de trabajo consideradas. Esta información se registró en fichas confeccionadas específicamente para tal fin. [V. infra, Figura 2. Línea de tiempo. Ficha informativa.].

Figura 2. Línea de tiempo de RTEs. Ficha informativa - Resolución 295 (ejemplo).

3. Complejidad y tiempo requerido para capacitación

En la elaboración de la escala de cinco puntos utilizada para asignar a cada RTE el nivel de experiencia necesario para su utilización de manera adecuada, se tuvieron en cuenta tanto el grado de complejidad que presentan los RTEs para su administración como una estimación del tiempo requerido para su capacitación. [V. infra, Figura 3. Niveles de experiencia requeridos para aplicar RTEs.]

Nivel

Grado de complejidad

Tiempo requerido de capacitación

I

Sencillo

Menor o igual a 8 horas

II

Relativamente sencillo

08 a 16 horas

III

Neutro

16 a 24 horas

IV

Presenta ciertas dificultades

24 a 32 horas

V

Presenta dificultades significativas

Mayor a 32 horas

Figura 3. Niveles de experiencia requeridos para aplicar RTEs.

4. Objetividad versus subjetividad

Para determinar el grado de objetividad de cada RTE, se preparó una escala de nueve puntos, comprendida entre los extremos A (Objetivo) y E (Subjetivo). [V. infra, Figura 4. Grado de objetividad
de los RTEs.] Se consideró el término objetivo, con el significado desarrollado por Novick (1993):

“Los métodos objetivos surgen en confrontación con aquellas ideas que establecían la satisfacción como elemento central para determinar necesidades de mejoramiento. Su autodenominación de objetivos no significa plantear una pretendida neutralidad científica o un poder absoluto de la técnica. Se les denomina así por ser de fácil aplicación a partir de la sencilla observación de un puesto de trabajo, por no fundarse en la satisfacción; es un análisis que permite servir de base para la discusión de todos los sectores involucrados, una herramienta útil para la confrontación y para la puesta a punto de un lenguaje común. La experiencia demostró la necesidad de contar permanentemente con la opinión y participación de los trabajadores, con base en otra noción de subjetividad y no de satisfacción”.

Grado de objetividad

A:

Objetivo

A/B:

- objetivo

B:

- - objetivo

B/C:

- - - objetivo

C:

- - - - objetivo

C/D:

- - - subjetivo

D:

- - subjetivo

D/E:

- subjetivo

E:

Subjetivo

Figura 4. Grado de objetividad de los RTEs.

5. Categorización

Las cinco categorías consideradas derivan de aquellas definidas por Guelaud et al. (1981), al presentar el Método de medición de las condiciones y medio ambiente de trabajo, conocido también como Método LEST. Cada categoría comprende una o varias variables o factores. [V. infra, Figura 5. Categorías y variables - Método LEST).]

Categorías y variables

1. Ambiente físico: a. Ambiente térmico; b. Ruido; c. Iluminación; d. Vibraciones.

2. Carga física: a. Trabajo estático; b. Trabajo dinámico.

3. Carga mental: a. Exigencia de tiempo; b. Complejidad - rapidez; c. Atención; d. Minuciosidad.

4. Aspectos sociológicos: a. Iniciativa; b. Estatus social; c. Comunicaciones; d. Cooperación;
e. Identificación con el producto.

5. Tiempo de trabajo: a. Tiempo de trabajo.

Figura 5. Categorías y variables o factores - Método LEST (Guelaud et al., 1981).

Resultados

A continuación se presentan los cinco órdenes detectados y las tendencias comprendidas en cada uno de estos órdenes. Este tópico se amplía en el punto siguiente. [V. infra, Discusión de resultados]

I. Heterogeneidad: 1. Disparidad en el nivel de complejidad de los RTEs y en el tiempo requerido para su utilización; 2. Constancia en el tiempo de la característica variedad en el conjunto de los autores.

II. Auge: 3. Tendencia a incrementar el número de RTEs disponibles; 4. Ampliación del número de países generadores de RTEs; 5. Falta de adecuación de los RTEs importados a las situaciones que se aplican.

III. Normalización: 6. Crecimiento repentino de normas técnicas de ergonomía basadas en diferentes métodos existentes o nuevos; 7. Surgimiento de normas técnicas concebidas por partes.

IV. Especialización: 8. Tendencia creciente de RTEs diseñados específicamente para tipos especiales de trabajo a los que se deben aplicar; 9. Impulso brindado por el desarrollo de la informática a los RTEs para trabajos administrativos; 10. Inicio de la enseñanza específica de RTEs.

V. Globalidad y especificidad: 11. Similitudes y variaciones en RTEs globales; 12. Sostenida disminución en la generación y el uso de modelos; 13. Una evolución hacia RTEs más específicos; 14. Diferencias en quien asume el rol de evaluador; 15. Reducción de las categorías consideradas que contienen a las variables de la carga de trabajo y mayor hincapié en la medición de la carga de trabajo físico.

Discusión de resultados

En cuanto a la determinación de las tendencias en el desarrollo de los RTEs, los 15 resultados preliminares principales reunidos en cinco órdenes [V. supra, Resultados], son:

I. Heterogeneidad

1. Disparidad en el nivel de complejidad de los RTEs y en el tiempo requerido para su utilización.

La muestra analizada de RTEs que contribuyen a identificar, estudiar, analizar, representar y evaluar situaciones de trabajo desde el punto de vista de la ergonomía comprende desde listas de chequeo sencillas hasta métodos complejos y normas con diversas opciones metodológicas. Luego, el tiempo de capacitación requerido para su utilización de manera correcta y completa varía en forma significativa.

Así, necesitan un periodo menor de capacitación (Nivel I) los RTEs que siguen: Escala de Borg, Sue Rodgers (Rodgers), Rapid Upper Limb Assessment (RULA), Ecuación del Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional 1991 (NIOSH), Índice de Moore & Garg (Moore & Garg), Rapid Entire Body Assessment (REBA), LMC, Método Opel (Opel), Guía del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Guía de la Fundación Laboral de la Construcción y el Instituto de Biomecánica de Valencia (Guía FLC-IBV), Fichas para Comités Mixtos de Seguridad y Salud en el Trabajo (Fichas CMSST) y las checklists: Condición Ergonómica de puesto de trabajo con computadoras, Cuestionario Bipolar y Evaluaciones simplificadas de condiciones biomecánicas de puestos de trabajo, de riesgo de ocurrencia de lesiones por esfuerzos repetitivos (LER) / dolencias osteomusculares relacionadas con el trabajo (DORT) y de riesgo de lumbalgias. En general, estos RTEs requieren un periodo menor o igual a 8 horas de capacitación teórico - práctica para aprender su utilización de manera eficaz.

En el otro extremo, el Método LEST, la Checklist OCRA y la Norma Una Norma Española - Norma Europea 1005 (UNE-EN 1005) se encuentran entre los RTEs que requieren un periodo mayor de capacitación (Niveles IV / V).

2. Constancia en el tiempo de la característica variedad en el conjunto de los autores.

Durante el periodo analizado se detectó que los RTEs fueron generados por un conjunto heterogéneo de autores, compuesto por individuos o grupos de trabajo; por profesionales independientes, empresas particulares, universidades, organismos gubernamentales, fundaciones, mutuales, instituciones de estandarización, sociedades ad hoc y organismos nacionales e internacionales.

II. Auge

3. Tendencia a incrementar el número de RTEs disponibles.

Observando la secuencia de aparición de los RTEs se puede señalar que el ritmo de su generación se fue acrecentando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, mientras en la década del ´90 surgieron solo 6 de los RTEs incluidos en la línea de tiempo, en la década siguiente se presentaron 17 de estos recursos.

4. Ampliación del número de países generadores de RTEs.

A los países que originalmente concebían RTEs se fueron sumando otros, que los elaboran y/o traducen. Al respecto, es apropiado señalar lo siguiente:

a) Los primeros RTEs usados en Argentina provenían de desarrollos iniciales elaborados en Europa.
Ese es el caso del Método LEST, usado en Argentina por investigadores del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (CEIL) / Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en numerosos estudios de puestos de trabajo. Como menciona Novick (1993), esta especialista lo aplicó en múltiples ocasiones. Por otra parte, explica Hiba (2014) que él proponía a los alumnos de la Carrera Ingeniería Mecánica / FCEIA / UNR, el uso del Modelo de Leamon para analizar puestos de trabajo en los Proyectos Finales de la Carrera. Hiba (1983) y Vila Ortiz (1993) presentan ese modelo, traducido por el primero al castellano. Por otra parte, Hiba (2014) agrega que también solía consultar las Tablas de Ciriello y Snook (1978), para analizar y/o diseñar tareas con manejo manual de cargas.

b) Hacia fines de la década del ´80 comenzaron a generarse RTEs en América; en especial, en Estados Unidos (EE. UU.) (ej.: Rodgers, Metodología analítica Ergonomic assessment survey - EASY TM). Estos desarrollos continuaron durante la década siguiente. En Argentina, NIOSH se conoció primero que los, tuvo mayor difusión, se utilizó y aún se aplica en forma más intensiva. Pero en la primera década del 2000 se enfatizó la aplicación de otros RTEs provenientes de EE. UU. (ej.: Rodgers, Moore & Garg). Melo (2005) contribuyó a su difusión, al incluirlos como opciones válidas para la elaboración del Mapa de riesgos ergonómicos.

c) Con el arribo del nuevo siglo, surgió España como un nuevo centro generador de RTEs y también como centro traductor de recursos foráneos de la lengua original a la lengua castellana. El hecho de que el idioma oficial de España coincidiera con el de Argentina, facilitó la recepción y difusión de esos materiales en este país. Además, los valores límite umbral NAM y LMC, desarrollados en EE. UU. y publicados a principios de la década del 2000 pero que comenzaron a conocerse en Argentina a partir de la segunda mitad de esa década como resultado de su inclusión en la Resolución 295/2003 MTEySS, fueron traducidos al castellano en España. Por estar indicados en esa norma, se constituyó en obligatoria su consideración. Una de las críticas que se les hace a los valores límite umbral NAM y LMC, es que contienen vocablos de uso no habitual en Argentina y expresiones ajenas a la redacción de los antecedentes legales de este país, asociados a higiene y seguridad en el trabajo. Esto dificulta su lectura y origina rechazo en algunos profesionales, quienes optan por reemplazar su aplicación por la de RTEs no incluidos en la legislación.

5. Incertidumbre acerca de la adecuación de los RTEs importados a las situaciones que se aplican.

Con frecuencia los RTEs son aplicados en países cuyas características difieren significativamente de
las de sus lugares de origen, en especial en aspectos tales como: condiciones geográficas y climáticas, características antropométricas y culturales de sus habitantes, clases de tareas y tipos de dolencias asociadas que predominan, marco legal. Estas aplicaciones suelen carecer de los cuidados necesarios para asegurar la pertinencia del RTE a la situación local en el que se lo quiere utilizar. Por ejemplo, a veces los profesionales no se detienen a averiguar si los RTEs fueron generados para una situación como la que se les presenta, si corresponde realizarle adaptaciones o si no es oportuna su aplicación. El desarrollo de la informática acentuó este proceso al facilitar el acceso a diversos RTEs, en ocasiones desprovistos de las bases correspondientes (versiones resumidas). También la precipitación con la que se suelen realizar actualmente este tipo de tareas lleva a que los profesionales a veces no lean detenidamente las bases de los RTEs, aunque se encuentren a su disposición.

III. Normalización

6. Crecimiento repentino de normas técnicas de ergonomía basadas en diferentes metodologías existentes o nuevas.

Una de las características del presente siglo es la publicación de normas técnicas derivadas de diferentes metodologías existentes o nuevas. A continuación se citan algunos ejemplos.

En Argentina, el MTEySS aprobó la Resolución 295/2003, la cual establece la obligatoriedad de la aplicación de la ergonomía en todo centro de trabajo, en todo el territorio nacional. [V. supra, Introducción]. Con el tiempo se fueron poniendo de manifiesto ciertas falencias en esta norma. Esto provocó que surgieran varias propuestas para mejorarla (borradores); un ejemplo lo constituye el Protocolo (2012). En esta misma línea, en el año 2015 se sancionó la Resolución 886 SRT, la cual indica que: “Se deben utilizar los métodos citados en la Resolución 295/2003 MTEySS de acuerdo al alcance de los mismos: NAM para movimientos repetitivos del segmento mano-muñeca-antebrazo realizados durante más de la mitad del tiempo de la jornada y LMC para tareas donde se realiza levantamiento y descenso manual de cargas sin traslado. Además, se utilizarán otros métodos reconocidos internacionalmente en cuanto se adapten a los riesgos que se propone evaluar.”

Por otro lado, en el país se publicó la Parte 1. Manipulación vertical y horizontal (levantamiento y transporte), de las tres partes que componen la Norma del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) y la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) 11228-1:2014 Ergonomía. Manipulación manual. La Norma IRAM - ISO 11228-1 adopta la Norma ISO 11228-1, la traduce al castellano y le realiza algunas modificaciones puntuales. A la fecha, esta norma no se utiliza en forma masiva.

En el plano internacional, se elaboraron las Normas ISO 11228 y UNE-EN 1005. Un periodo de capacitación mayor que el de RTEs más sencillos y su costo importante (cotización IRAM Litoral, fecha
10 de enero de 2014: ISO 11228, 3 partes + UNE-EN 1005, 5 partes = 6.449ºº Pesos), inciden en que su aplicación permanezca restringida a un grupo limitado de profesionales.

7. Surgimiento de normas técnicas concebidas por partes.

A partir de los primeros años del presente siglo, se comienzan a publicar normas concebidas como sistemas cuyos componentes poseen un tema general en común pero son desarrollados por partes.
Las partes pueden ser publicadas y/o actualizadas en distintos momentos, respondiendo a sus propios requisitos (ej.: de tiempo.). Esta forma de trabajo permite, cuando se debe actualizar alguna de las partes, prescindir de rever la totalidad si eso no fuera necesario. Son ejemplos de este tipo de normas, la ISO 11228 que consta de tres partes y la UNE-EN 1005 que consta de cinco partes. En armonía con la Norma ISO 11228 que le diera origen, también la Norma IRAM-ISO 11228 fue planteada en tres partes, aunque a la fecha solo se publicó la primera de éstas (fecha consulta IRAM Litoral: 11 de marzo de 2015).

IV. Especialización

8. Tendencia creciente de RTEs diseñados para tipos especiales de trabajo a los que se deben aplicar.

Se detectó que, si bien en general predominan los RTEs dirigidos al trabajo industrial pesado (ej.: NIOSH, LMC, Surrey), también existen otros, focalizados en trabajos administrativos (ej.: Opel, Condición ergonómica de puesto de trabajo con computadoras, Cuestionario Bipolar, Norma Argentina IRAM 3753 Ergonomía. Requisitos del puesto de trabajo y exigencias posturales para tareas de oficina con pantallas de visualización de datos - IRAM 3753), trabajos en centros para la salud (ej.: REBA, el cual también fue abrazado por la industria) y trabajos de la construcción (ej.: Guía FLC-IBV). En este sentido, la diversificación se inició en el 2000.

9. Impulso brindado por el desarrollo de la informática a los RTEs para trabajos administrativos.

Los RTEs focalizados en trabajos administrativos (cuyos ejemplos fueron citados en el punto anterior), surgieron a partir de la intensificación y expansión del uso de equipos informáticos.

10. Inicio de la enseñanza específica de RTEs.

En forma paralela al incremento del número de RTEs disponibles surgieron diversos cursos orientados a su enseñanza. Asociados a este proceso académico, se detectaron los dos problemas siguientes.

a) Desde el punto de vista didáctico, se observó que suele faltar en los cursos un marco teórico en el cual se sitúe al RTE presentado, en relación con la ergonomía.

En ocasiones, los cursos no requieren que los asistentes cuenten con conocimientos previos generales de ergonomía. Tampoco tienen previsto un periodo destinado a nivelar los conocimientos de los asistentes, en el que se explique en qué consiste la ergonomía y sus múltiples ámbitos de aplicación.
El temario, en estos casos, se limita al desarrollo del RTE, habitualmente haciéndose hincapié en su aplicación. Esto lleva a que los asistentes y, más adelante, las personas que ellos forman o influyen, adquieran una idea limitada de la ergonomía. Así, se resiente el aprendizaje de la disciplina en su conjunto y, por ende, también su aplicación. 

b) Desde el punto de vista económico, se encontró que las matrículas de algunos cursos no son accesibles en forma masiva.

Las inscripciones correspondientes a estos cursos, en ocasiones son costosas. Esto limita el acceso masivo de profesionales a dichos saberes. Por ejemplo, según la Fundación Iberoamericana de Seguridad y Salud Ocupacional (FISO) (2008), el importe de la Segunda Edición en Argentina del curso de capacitación en el Método OCRA (Ocupational Repetitive Actions) Nivel Checklist, organizado por
ese ente y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) en Buenos Aires en el año 2008, ascendía a
950 Euros. Las Universidades Nacionales, especialmente las del interior del país, suelen no estar en condiciones de solventar estos cursos. Esto dificulta la asistencia de sus docentes e investigadores. Además, este monto resulta prohibitivo para un número importante de profesionales independientes. Luego, estos nuevos conocimientos van concentrándose en un grupo reducido de interesados.

V. Globalidad y especificidad

11. Similitudes y variaciones en RTEs globales.

Desde esta perspectiva cabe señalar las siguientes observaciones.

a) El desarrollo de la ergonomía llevó a Leamon (1980), a generar un modelo más amplio que los anteriores, adecuado a la práctica de la ergonomía industrial. En él, el sistema hombre - máquina y los factores del lugar de trabajo se describen mediante 9 bloques. Leamon proponía el estudio de las relaciones entre los bloques para identificar las situaciones y problemas existentes en un puesto o lugar de trabajo determinado.

b) El Método LEST, publicado por primera vez en América Latina y en español en 1981, se constituyó en un referente por el número de factores en que estudia a los puestos de trabajo. Los 16 factores reunidos en 5 categorías, en que se divide el estudio de la carga de trabajo [V. supra, Figura 5. Categorías y variables], muestran la intención de sus creadores de proveer un enfoque integral para su análisis.

c) A mediados de la década del ´90, una iniciativa de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) con el apoyo de profesionales de distintos países y en el marco de una alianza con la Asociación Internacional de Ergonomía (AIE), generó una herramienta muy versátil y de fácil aplicación, denominada Lista de Comprobación Ergonómica (LCE). Ésta se orientó a la provisión de soluciones de bajo costo para mejorar las condiciones de trabajo. Para ampliar esta información se sugiere consultar: (OIT, 1996).

Los tres RTEs globales citados abarcan una gama amplia de categorías; sin embargo, la naturaleza de esas categorías difiere en cada caso. Mientras el Modelo de Leamon se focalizó en el estudio del sistema hombre - máquina y de las relaciones entre sus 9 bloques, el LEST se centró en el análisis de 16 factores componentes de la carga de trabajo del trabajador y la LCE focalizó sus aportes en 128 puntos de comprobación agrupados en 10 temas para mejorar una gran variedad de dimensiones de las condiciones de trabajo. Pero los tres RTEs analizan la situación de trabajo en forma global y tratan al trabajador como una persona. Es decir, como un ser humano entero, completo; como una unidad, una totalidad que puede ser analizada en su conjunto, en forma general e integral y desde distintos ángulos.

12. Sostenida disminución en la generación y el uso de modelos.

Leamon (1980) elaboró un modelo teórico de representación de las relaciones entre una persona y su entorno de trabajo mediante el cual pretendía sintetizar su visión integral de la ergonomía. Intentaba con ello defender su enfoque en un animoso debate que se desarrollaba por entonces, acerca de qué era la ergonomía y dónde estaban sus fronteras. Esta discusión fue perdiendo protagonismo y, hoy en día, su sitio está siendo ocupado por intercambios de opiniones que giran en torno a temas tales como: métodos, normas, actores y responsabilidades, incumbencias profesionales y aplicaciones concretas.
Sin embargo, consideramos que es importante rescatar estos contenidos ya que forman parte de la historia de la ergonomía y, además, algunos de sus elementos podrían aportar al futuro de la disciplina. El Modelo de Leamon y otros modelos iniciales sirvieron, asimismo, para ayudar a comprender los límites y alcances de la ergonomía; es decir, hasta dónde podría o debería abarcar el estudio de los puestos y lugares de trabajo, incluyendo, por ejemplo, la organización del trabajo, el medio ambiente y la cultura de la empresa.

13. Una evolución hacia RTEs más específicos.

En los años ´90 se fortalecieron, en Argentina, otras maneras de enfocar el análisis del trabajo, aunque su difusión se acentuó recién con la llegada del nuevo siglo: a) Algunos profesionales aplican uno o varios RTEs independientes, dirigidos a aspectos específicos de la situación de trabajo. Cada RTE se concentra en un grupo reducido de variables, en general asociadas a la carga física. Suelen ser bastante sencillos y requieren un tiempo de capacitación y aplicación no muy extenso. Por ejemplo: Moore & Garg, Rodgers, NIOSH, Surrey. b) Mediante la elaboración de un Mapa de riesgos ergonómicos, que consiste en un gráfico integrador en el cual se entrecruza información obtenida a partir de la aplicación de una batería de RTEs como los descritos anteriormente, otros profesionales pretenden reconstruir la unidad perdida en la generación de aquellos. Sin embargo, aunque se aplican varios RTEs diferentes, generalmente estos giran casi exclusivamente en torno a la carga física de trabajo.

Hoy conviven las distintas formas de análisis. Esto hace compleja la situación, principalmente para aquellos profesionales que pretenden dar sus primeros pasos en la aplicación de la ergonomía.

14. Diferencias en quien asume el rol de evaluador.

Éste es un tema clave para la calificación del grado de dificultad o complejidad de una tarea, un trabajo o puesto de trabajo: ¿Quién está en mejores condiciones para definirlo? ¿Será, acaso, un observador externo entrenado para observar pero que no practicó esa tarea y quizá no conoce las instrucciones que recibió el trabajador o los años que hace que ese trabajador realiza esas tareas? ¿O debería ser el trabajador, quien la conoce en profundidad (a menos que sea un principiante), pero que también está acostumbrado a realizar y, a veces, asume como naturales posturas arriesgadas para su salud?

En la Escala de Borg, el trabajador que desarrolla habitualmente el trabajo a analizar es quien determina el valor del esfuerzo percibido y/o las condiciones en que se realiza el trabajo, cumpliendo en forma simultánea un doble rol: el de sujeto evaluado y el de evaluador. Los RTEs que incorporen esta escala tendrán, en cierta forma, carácter participativo. En el método Surrey, en cambio, un evaluador (quizás un asesor externo en ergonomía), es quien define el valor de la fuerza ejercida. Aquí el trabajador deja de cumplir el rol de evaluador, limitándose su papel al de sujeto evaluado.

15. Reducción de las categorías consideradas que contienen a las variables de la carga de trabajo y mayor hincapié en la medición de la carga de trabajo físico.

Los RTEs en estudio varían desde los más subjetivos (ej.: Escala de Borg) hasta los más objetivos (ej.: Surrey), pasando por un abanico amplio de situaciones intermedias.

En el primer caso se determina el valor del esfuerzo percibido, el cual incluye elementos fuertemente interrelacionados que corresponden a toda la gama de categorías. Esto facilita la integración de la situación de trabajo. Los RTEs que incorporen esta escala tendrán la misma característica.

En el segundo caso, en cambio, se determina la fuerza mediante un instrumento de medición, un dinamómetro, y se compara el valor que éste arroja con la información aportada por el RTE, previa selección del gráfico que le corresponde. Esta medición es más sólida que la anterior (permite que el valor arrojado sea demostrado de forma inmediata). Ante la necesidad de una defensa en una instancia judicial, podría facilitar la demostración de la obtención del valor declarado. Podría incluso contribuir a la protección del profesional y del establecimiento (menos dinero y tiempo gastado en juicios, mejora de la imagen de la empresa). Por ello, muchos profesionales y establecimientos optan por aplicar RTEs más objetivos. Sin embargo, una de las desventajas de estos RTEs es que incluyen un número bajo de categorías y que el análisis se concentra casi exclusivamente en torno a la carga física.

Conclusiones

Del análisis previo, derivan las siguientes reflexiones.

La muestra analizada encierra, en su amplitud y diversidad, una riqueza histórico - metodológica de envergadura. Determinados RTEs generados en los últimos 45 años fueron adaptándose cautelosamente a los cambios acaecidos en las distintas épocas, conducta que les permitió permanecer activos hasta el presente. De estos recursos, algunos fueron incluidos en normas técnicas que, en ciertos casos, son de cumplimiento obligatorio; esto les aportó fuerza legal y contribuyó a asegurar su difusión y aplicación.

Consideramos acertado haber abordado este proceso investigativo mediante una línea de tiempo de RTEs disponibles para la evaluación y/o el mejoramiento de diversas situaciones de trabajo. Esta herramienta virtual y dinámica implica una contribución al análisis de la historia de la ergonomía y,
en particular, al estudio de la evolución de los elementos que componen su metodología. La línea de tiempo permitió percibir algunos de sus múltiples aspectos, interrelacionados en forma compleja. Además, su estructura abierta admite que se efectúen actualizaciones y/o mejoras sin ofrecer dificultades de importancia. Dicha representación permitió asimismo que se rescataran elementos capaces de fortalecer el camino hacia una metodología ergonómica más adecuada. A su vez, esto favorecería el desarrollo de una ergonomía más real y, por ende, más humana. Luego, estimamos que sería apropiado aplicar esta gráfica en otros estudios de características similares.

Numerosos RTEs de uso habitual en la actualidad consideran un número escaso de categorías, las cuales a su vez incluyen un grupo reducido de variables asociadas principalmente a la carga física de trabajo. Con ello se deja de lado el análisis global del trabajo así como la consideración del trabajador como una persona. Creemos que es de vital importancia intentar reconstruir la unidad perdida. Para lograrlo se deberían ubicar los problemas asociados a la carga física (ej.: dificultades derivadas de trastornos músculo-esqueléticos relacionados con el trabajo), en un contexto más amplio y desarrollar, además del análisis basado en RTEs objetivos y cuantitativos, un estudio del contexto general de la situación de trabajo en el que se puedan observar, de forma integrada, las variables correspondientes a las distintas categorías de la carga de trabajo. Mas, para ello, es fundamental contar con la participación de los trabajadores.

Por otro lado, este estudio se constituyó en una herramienta concreta para impulsar la comunicación entre estudiantes y docentes de carreras de grado y posgrado, acerca del tema que es mutua preocupación: ¿Qué RTEs deberíamos usar para estudiar un puesto o lugar de trabajo?

También entre el personal de un establecimiento productivo (en especial integrantes de los Servicios
de Higiene y seguridad en el trabajo y de Medicina del trabajo) y quien se desempeña como capacitadora / asesora técnica en ergonomía. 

Bregamos por una legislación en ergonomía más amplia, que indique una forma de estudio y evaluación
del trabajo con diferentes opciones de RTEs generados por diversos organismos nacionales o internacionales reconocidos. Luego, celebramos la reciente aprobación de la Resolución 886/2015 SRT, ya que brinda a los profesionales cierta libertad en su tarea de selección de los RTEs más adecuados para ser aplicados en la situación en estudio. Pero, además, proponemos incluir la presente línea de tiempo de RTEs en la legislación vigente como un aporte para el desarrollo de dicha tarea.

Sostenemos que la metodología ergonómica indicada por la legislación de cada país debe corresponderse con la identidad del mismo. Dicha metodología debe emerger del análisis de las necesidades del propio país, considerando sus diferencias geográficas (ej.: de relieve, clima) y la composición de su población (antropometría, idiosincrasia). Debe abarcar todos los sectores de su economía; todos sus ámbitos, todas las organizaciones, cualquiera sea su tamaño y rama de actividad; todos los puestos de trabajo; todos los tipos de trabajadores (permanentes, temporarios). Debe estar en armonía con su grado de desarrollo; con el tipo de tareas más frecuentes; con la duración de la jornada laboral aceptada por su legislación; con las necesidades propias de la naturaleza de los riesgos existentes; con las posibilidades de aplicación de cada país según el número de profesionales disponibles, capacitados para el análisis ergonómico de la actividad laboral; con su normativa técnica asociada con ergonomía, sea ésta obligatoria o no.

Agradecimientos

La autora desea agradecer a la Universitat Politècnica de Catalunya, entidad organizadora del XV Congreso Internacional de Prevención de Riesgos Laborales (ORP 2015), por su invitación a participar de este importante evento. Agradeciéndole también al Ing. Juan Carlos Hiba por su orientación durante la presente investigación.

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III. Principales referentes para el desarrollo de la línea de tiempo

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