Esperanza Sánchez Ramírez
Servicio de Prevención HHSCJ/ Avda Jordán 8, 08035 Barcelona, España/ Tfno:+34 932112508/ e-mail: salud.laboral.op@hscjbcn.org
ABSTRACT
ABSTRACT
Para dar cumplimiento a los principios de la ley de prevención “…permitir la participación” e “…informar de cualquier situación que entrañe un riesgo…” (Ley de PRL art.18.2 y 29.4) se diseña la “Hoja de Comunicación de Incidencias”.
Se compara las comunicaciones de incidencias presentadas y los accidentes de trabajo (AT) con/sin baja en los últimos 5 años. El estudio se realiza en un Complejo Asistencial de Salud Mental.
Las formas más prevalentes son agresión y sobreesfuerzo. Siendo en las incidencias más alta la agresión y en los AT el sobreesfuerzo.
El registro de incidencias en salud laboral es un buen instrumento en la gestiónpreventiva, complementa los datos de accidentalidad, aportando una noción del riesgo percibido por los trabajadores.
Palabras clave
Palabras clave
Incidencias, accidentes de trabajo, sector sanitario, salud mental
SUMMARY
The “Incident Report Sheet” is designed in order to comply with the principles of the health and safety law, “…allow participation” and “inform about any situation which involves risk…”(PRL Law art 18.2 and 29.4)
The incidents reported and the workplace accidents (with or without sick Leave) during the past 5 years, are compared. The study is performed in a Mental Healthcare Complex.
The most prevalent forms are aggression or strain injuries. Aggression is most common in the case of incidents, and strain injuries in the case of the accidents. The register of incidents in workplace heath is a good instrument for the management of risk prevention, as it complements the accident data and provides an idea of the perception of risk among the workers.
Key words: Incidents, workplace accidents, healthcare sector, mental health.
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/1995) obliga al empresario a realizar una evaluación de riesgos laborales, y a planificar las medidas preventivas a partir de ésta. De manera que se conozcan las condiciones de cada uno de los puestos de trabajo para identificar y eliminar los riesgos y evaluar los que no pueden evitarse (1). Cabe pues plantearse las preguntas siguientes: ¿cómo evaluamos un riesgo considerado como no evitable?, ¿cómo estimamos su magnitud? (2)
Desde el primer momento en que se afronta la recogida de datos en las visitas de Evaluación de riesgos, el Servicio de Prevención constata que existen ciertas discrepancias entre los propios trabajadores a la hora de valorar ciertas situaciones de riesgo (frecuencia, gravedad), en especial con las situaciones derivadas de agresiones de pacientes –Seres vivos…-. Además se apreciaba una distorsión entre los únicos datos oficiales con los que contábamos, los partes de declaración de los accidentes de trabajo (AT) (tanto con baja como sin baja) y los factores de riesgo que los podían producir y la percepción que ciertos trabajadores tenían de los mismos.
Otra reflexión que nos podemos hacer es si se puede reducir un riesgo laboral cuando las diferentes personas y grupos que forman la empresa discrepan al evaluar lo que es arriesgado. De este planteamiento surge la necesidad de establecer mecanismos para evaluar el riesgo que percibe el trabajador (3).
La LPRL también establece en su el art. 18.2 la obligación del empresario de “…permitir la participación de los trabajadores…” y en su art. 29.4, donde repasa las obligaciones de los trabajadores, prevé la de “…informar de inmediato acerca de cualquier situación que a su juicio entrañe un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores…” (1).
Es ante esta previsión de la normativa, a la incertidumbre respecto al nivel de riesgo por parte de los trabajadores, la escasez de datos registrados sobre los riesgos y sus posibles efectos de forma sistemática que en el Centro, que a través del Comité de Seguridad y Salud, se crea el documento de Comunicación de Incidencias en Salud Laboral.
Así se facilitó y se dio cumplimiento a estos principios. La “Hoja de Comunicación de Incidencias en salud laboral” es un documento propio y de uso interno del Centro, el cual fue concebido en el año 2001 con la finalidad que los trabajadores puedan comunicar cualquier tipo de incidencia, entendiendo incidencia como “suceso anormal en materia de salud laboral que se presenta de manera brusca e inesperada y que interrumpe el normal desarrollo del trabajo”. La presentación de esta “hoja” es voluntaria e individual o colectiva.
MATERIAL Y MÉTODO
Fuentes de datos
Para realizar el estudio se utilizan los datos de dos fuentes documentales existentes en el Hospital: las “Hojas de Comunicación de Incidencias en salud laboral” y las Comunicaciones de accidentes laborales con y sin baja médica. Se utilizan los datos de los últimos cinco años, 2003 a 2007.
La “Hoja de Comunicación de Incidencias en salud laboral” es un documento propio y de uso interno del centro, el cual fue diseñado en el año 2001 con la finalidad que los trabajadores puedan comunicar cualquier tipo de incidencia, relacionada con la seguridad y la salud de los trabajadores. En dicha hoja se recogen los datos siguientes:
Variables del trabajador
Nombre y apellidos, D.N.I., profesión, lugar de trabajo y unidad asistencial del trabajador que sufre la incidencia.
Variables de la incidencia
Tipo de incidencia que sufre el trabajador, clasificada en: “Agresión” (física, verbal o ambas) o “Otras” (cualquier otro tipo de incidencia).
Fecha y día de la semana, localización, tarea que se realizaba.
Explicación detallada de la incidencia.
Firma del trabajador, firma del responsable de enfermería y del responsable médico de la unidad.
Dicha hoja se puede presentar de forma individual o colectiva, en el caso que la incidencia afecte a más de una persona de la unidad o servicio.
La presentación de esta “hoja” es voluntaria, aunque en las sesiones formativas del
Servicio de Prevención, se explica la necesidad de que el personal cumplimente dicha hoja ya que nos es de gran utilidad como fuente de información de sucesos y situaciones que no llegan a producir un accidente de trabajo, es decir no generan una actuación médica sobre el trabajador, y para realizar actuaciones preventivas efectivas.
La segunda fuente de datos son las comunicaciones de accidentes laborales, Partes de Declaración de accidente de trabajo con y sin baja médica, reglamentarios y obligatorios para toda empresa, que el centro realiza al Departament de Treball de la Generalitat de Catalunya cuando el trabajador sufre un accidente de trabajo con o sin baja.
Clasificación de los datos
La información obtenida en las “Hojas de Comunicación de Incidencias en salud laboral” se introduce en una base de datos tipo Excel en el cual se incluyen los siguientes datos: año, mes, fecha, hora, día, unidad, turno, nº de afectados, categoría profesional, tipo de incidencia, edad y sexo.
La información extraída de la Declaración de accidentes de trabajo con y sin baja médica se introducen en una segunda base de datos tipo Excel en la cual se incluyen los datos: tipo de accidente (sin baja, con baja, recaída, in itinere), año, mes, fecha del accidente, fecha de la baja (en caso que sea accidente con baja), días de baja, fecha de la investigación de accidente, nombre del accidentado, forma de accidente (según criterios de la Orden Ministerial 16/12/87), unidad, área, turno, categoría profesional, edad, meses de antigüedad del trabajador, día y hora de la semana que ocurre el accidente de trabajo, hora de trabajo, lesión sufrida y parte del cuerpo lesionada.
Datos del estudio
El estudio se realiza en un Complejo Asistencial de Salud Mental de 822 trabajadores en la provincia de Barcelona. El Complejo Asistencial consta de unidades asistenciales dedicadas a la salud mental, geriatría y deficientes.
En la evaluación inicial de riesgos laborales, constan como generales o comunes a la mayoría de las categorías profesionales asistenciales: el riesgo biológico (por las vías respiratoria, cutánea y parenteral, en este último caso, además de pinchazos, se producen por arañazos, mordiscos, etc.), el riesgo de lesión osteomuscular (por sobreesfuerzo por movilización de pacientes, contención de pacientes, posturas inadecuadas, etc.) riesgo de agresión, riesgo de caída al mismo nivel, etc. Esta información fue entregada a todos los trabajadores y es entregada de manera continua al inicio de la actividad de las nuevas incorporaciones. Así mismo se les informa de la existencia de las hojas de comunicación de incidencias.
Para el estudio se contabilizan todas las Hojas de Comunicación de Incidencias en salud laboral y las Comunicaciones de accidentes laborales con y sin baja médica ocurridos en el período 2003-2007, ambos inclusive.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Aunque la hoja de comunicación de incidencias se implantó en el año 2001, no fue hasta el año 2003 que los trabajadores comenzaron a utilizarla como herramienta de comunicación y de información de situaciones de riesgo. Tras siete años deexperiencia en la recepción de comunicación de incidencias (CI) reflejando las situaciones de riesgo “percibido” nos preguntamos, si son reflejo de la realidad de los riesgos existentes y nos sirven para cuantificar determinados factores de riesgo, por otro lado difíciles de medir.
Ya que, y por otro lado tenemos la otra fuente de datos para cuantificar el riesgo que son las estadísticas de accidentes de trabajo (AT), es decir, la materialización del riesgo, la producción de un efecto sobre la salud del individuo o daño que precisa atención médica. Así pues estas cuestiones nos planteamos al observar la evolución de cinco años de los AT con y sin baja ocurridos en el Centro y las CI recibidas tanto cuantitativa como cualitativamente.
Resultados cuantitativos
Variables de persona
Presentamos en primer lugar las variables de persona, correspondientes al trabajador, quién padeció un accidente de trabajo AT, quién comunicó incidencias CI en salud laboral, en qué turnos se produjeron, todo ello en relación al total de la plantilla del Centro.
En el cuadro I presentamos la distribución por sexos de los AT ocurridos y de las incidencias recibidas, con respecto al total de trabajadores.
CUADRO I: Distribución por sexos de los accidentes de trabajo (AT) declarados, comunicaciones de incidencias (CI) presentadas en el año 2007
HOMBRES |
MUJERES |
Totales |
|
AT declarados |
14 (30%) |
33 (70%) |
47 |
CI presentadas |
46 (25%) |
137 (75%) |
183 |
Personal del Centro |
243 (30%) |
579 (70%) |
822 |
Nuestra población - los 822 trabajadores del centro -, se distribuyen en un 30% hombres y un 70% mujeres. El dato coincide con los AT con Baja declarados durante el año 2007. El 5% de diferencia a favor de las CI presentadas por mujeres, se debe a que la práctica totalidad de las incidencias se da en unidades asistenciales y por personal de enfermería, en el que nos encontramos con un porcentaje mayor de personal femenino. Podemos concluir que ser hombre o mujer no es un factor determinante a la hora de comunicar incidencias en salud laboral o declarar accidentes de trabajo.
Por categorías profesionales, el 74% de los AT de los últimos cinco años fueron padecidos por auxiliares de enfermería y el 7% por diplomados de enfermería. En cuanto a la CI el 80% las declaran auxiliares de enfermería, 9% diplomados de enfermería y en un 5% de las CI implican médicos, en la mayoría de estos casos, la comunicación es colectiva. En otros estudios y bibliografía consultada se refiere que las comunicaciones de incidencias por el riesgo de agresión son sobre todo en personal médico y género femenino, resultados no encontrados en nuestro estudio (5, 6). No hemos encontrado trabajos publicados de estudios de esta naturaleza en Centros psiquiátricos o sociosanitarios.
Presentamos en la figura 1 la distribución del personal que ha padecido un AT, las personas que han comunicado incidencias y el total de la plantilla del centro, por edad. No se aprecian diferencias entre los tres gráficos. La comparación tanto con los AT con Baja y las CI por edades, muestra una distribución altamente coincidentecon la general. La edad – y en cierto modo la antigüedad en el puesto - no es un factor determinante a la hora de declarar un AT o presentar una incidencia.
Figura 1: Distribución por edad de los accidentes de trabajo (AT) y las comunicaciones de incidencias (CI) Año 2007.
AT C/BAJA declarados |
Total Centro |
INCIDENCIAS presentadas |
|
|
|
18 a 30 años |
||
31 a 43 años |
||
44 a 56 años |
||
> 56 años |
En la figura 2 presentamos la distribución por Turnos de trabajo de los tres grupos que comparamos: población total del centro, personal que padeció al menos un AT con baja y personal que comunicó incidencias durante 2007.
El personal con turno fijo del Centro se destina en un 47% al turno de mañana, en un 29% al turno de tarde y en un 24% al de noche.
Analizando la gráfica (Figura 2), a diferencia de los factores de sexo y edad, apreciamos ciertas diferencias porcentuales que se podrían relacionar con el riesgo percibido por los trabajadores. Las incidencias presentadas en el turno de Tarde (42%) destacan frente a la cifra total del centro (29%) y en especial frente a los AT que se producen por la tarde (25%).
La explicación podría ser porque en el turno de Tarde, se da una reducción, no sólo del personal en general, sino en especial de personal técnico y facultativos que realizan sus actividades por la mañana. La mayoría de las CI presentadas en el turno de tarde (un 77%) lo son por Seres Vivos – Agresión de pacientes. El personal de Tarde probablemente se siente más vulnerable que el de la Mañana, pese a que la mayoría de los AT, cuando se materializa el riesgo, se dan en las actividades de la mañana.
Figura 2: Distribución por Turnos de los Accidentes de trabajo AT y CI. Año 2007.
AT con BAJA declarados |
Población total del Centro |
INCIDENCIAS presentadas |
|
24% 47% 29% |
|
Turnos
MAÑANA |
||
TARDE |
||
NOCHE |
Accidentes de trabajo y comunicación de incidencias. Evolución 2003-2007
![]() |
Analizando la evolución de los AT declarados en el período 2003 - 2007, se aprecia una tendencia al alza, en especial con los AT CON BAJA. Así mismo, de forma más pronunciada la evolución de las CI presentadas muestra la misma tendencia, en especial a partir del año 2005, sin duda causado por la intensificación de la difusión del documento en actividades de Formación e Información en el Centro. |
Figura 3: Evolución del número de Accidentes de Trabajo (AT) con y sin Baja declarados y Comunicaciones de incidencia (CI) presentadas. 2003 - 2007
AT declarados CON BAJA |
AT declarados SIN BAJA |
||||||||||||
50 |
47 |
50 |
|||||||||||
42 |
40 |
||||||||||||
40 |
36 |
35 |
40 |
36 |
|||||||||
30 |
30 |
26 |
24 |
||||||||||
20 |
20 |
||||||||||||
10 |
10 |
||||||||||||
0 |
0 |
||||||||||||
2003 |
2004 |
2005 |
2006 |
2007 |
2003 |
2004 |
2005 |
2006 |
2007 |
||||
CI presentadas |
|||||||||||||
200 186 183 |
|||||||||||||
150 |
|||||||||||||
100 84 |
|||||||||||||
58 |
|||||||||||||
45 |
|||||||||||||
50 |
|||||||||||||
0 |
|||||||||||||
2003 2004 2005 2006 2007 |
|||||||||||||
100% 7% 7% 12% 11% 9% 4% 2% 7% 4% 75% 50% 83% 87% 78% 73% 77% 25% 10% 8% 9% 10% 0% 2% 2003 2004 2005 2006 2007 Sobreesfuerzos Seres vivos – agresión Caídas al mismo nivel Otras causas
![]() |
Los resultados se presentan en base a la clasificación por “Forma de Accidente” de la Orden Ministerial 16/12/87 del Ministerio de Trabajo, tanto para los Accidentes de Trabajo, como para las Comunicaciones de Incidencias. Las incidencias recibidas por causa “Agresión” (entendiendo que se puede considerar agresión física, agresión verbal o ambas) y “otras” causas (en este grupo se engloban otras clases de incidencia entre las que están los sobreesfuerzos, caídas al mismo nivel y otras). En la figura 4 se presentan los datos recogidos entre 2003 y 2007, centrándonos en los tres riesgos considerados como más importantes para el centro: Seres vivos– Agresión, Sobreesfuerzos y Caídas al mismo nivel. En términos porcentuales mostramos la distribución por “Forma” de AT – con y sin Baja – y de CI. |
|
Figura 4: Distribución porcentual por “forma” de los accidentes de trabajo (AT) con y sin Baja declarados y las comunicaciones de incidencia (CI) presentadas entre 2003 a 2007.
AT declarados CON BAJA |
AT declarados SIN BAJA |
|||||||||||
100% |
2% |
3% |
100% |
8% |
||||||||
22% |
4% |
|||||||||||
39% |
41% |
47% |
||||||||||
75% |
75% |
|||||||||||
50% |
||||||||||||
4% |
||||||||||||
41% |
8% |
|||||||||||
50% |
50% |
15% |
||||||||||
27% |
36% |
|||||||||||
25% |
25% |
42% |
38% |
|||||||||
24% |
||||||||||||
17% |
||||||||||||
0% |
||||||||||||
0% |
2003 |
2004 |
2005 |
2006 |
2007 |
|||||||
2003 |
2004 |
2005 |
2006 |
2007 |
||||||||
CI presentadas |
||||||||||||
Comparando los datos porcentuales en los tres registros de la figura 4, hacemos las siguientes consideraciones respecto a la “Forma” en cómo se producen. Los datos que se indican corresponden al valor más bajo y más alto del período de estudio:
- La “forma” Seres vivos–Agresión: Es la forma más predominante en la comunicación de Incidencias (73%– 87%). En contraste es claramente inferior en los AT con Baja (11% -22%) y en menor medida con los AT sin Baja (15%–50%).
- La “forma” Sobreesfuerzos: al contrario con la forma anterior, las incidencias clasificadas como Sobreesfuerzos suponen en todos los ejercicios un porcentaje menor del 10%. En los AT declarados incrementa notablemente: AT sin Baja (17%
-42%) y en mayor medida con los AT con Baja, que es la primera causa (58%–70%)
- La “forma” caídas al mismo nivel: el porcentaje de incidencias recogidas (4%– 7%) no resulta tan alejado con los AT declarados con Baja (5%–17%) y prácticamente coincide con los AT sin Baja (3%–8%). Es la tercera causa en las tres series de datos recogidos.
La primera causa de AT con Baja, los Sobreesfuerzos, representa la segunda causa en lo que respecta al registro de incidencias en salud laboral. Por el contrario, la segunda causa de AT con Baja, las causadas por agresiones de pacientes, son con gran diferencia la primera causa de CI (intervalo del 73% al 87%) en los cinco años del estudio.
El documento de CI es fuertemente utilizado por los trabajadores para comunicar ala Dirección incidentes y situaciones de riesgo relacionados con agresión de pacientes (en algunos ejercicios llegando al 87% del total de CI). Podemos deducir que de alguna manera la percepción del trabajador del riesgo de Seres vivos – agresión, es sensiblemente mayor de la materialización del mismo en forma de accidente. Contrariamente a lo que ocurre con el riesgo de sobreesfuerzo.
Aproximación al riesgo percibido
Intentaremos analizar si las CI pueden ser un instrumento para valorar la percepción del riesgo por los trabajadores. Utilizamos para ello las variables psicométricas utilizas por el INSHT en la NTP 578: Riesgo percibido: un procedimiento de evaluación. (3, 4)
El INSHT, propone una metodología de evaluación para poder asociar a cada riesgoconcreto, la percepción del trabajador sobre el mismo.
En nuestro estudio únicamente haremos una reflexión de las dimensiones que prevé el método para la determinación del riesgo percibido.
Conocimiento: Tanto el que considera que tiene el trabajador como el de los responsables de la gestión. El conocimiento de los responsables se ha relacionado con la confianza y la aceptación de las medidas preventivas que se proponen desde el Servicio de Prevención.
En el caso que nos ocupa (asistencia en un centro de salud mental), pese al amplio conocimiento científico que existe y los esfuerzos por mejorar la información sobre los pacientes entre los equipos y entre turnos, hay que tener en cuenta el factor de incertidumbre y de aleatoriedad en el comportamiento de los pacientes.
Temor que produce: respuesta emocional al temor. De los datos recogidos en el archivo de incidencias podríamos sospechar que el trabajador siente temor ante la posibilidad de una agresión.
Vulnerabilidad / susceptibilidad: es la diferencia entre la estimación del riesgo colectivo y la creencia de la propia vulnerabilidad.
Consecuencias: percepción de la gravedad de las consecuencias. En muchas ocasiones el potencial adverso que se atribuye al factor de riesgo – en nuestro estudio de las incidencias por agresión de pacientes – puede mantener una relación con el riesgo total percibido.
Controlabilidad/evitabilidad: se relaciona con la visión que tiene el trabajador de su capacidad para realizar acciones preventivas y reducir la probabilidad de aparición del daño o como mínimo reducir el impacto del daño en caso de materialización del riesgo.
En el caso de las agresiones, las medidas preventivas adoptadas (organizacióndel trabajo, trabajo en parejas, avisadores electrónicos, cámaras de vigilancia, vigilante de seguridad, información, formación, etc.) en la mayoría de los casos sirven para minimizar las consecuencias del suceso, pues difícilmente se puede evitar la agitación inicial e inesperada de un paciente.
Demora en las consecuencias: en general, cuanto más demorada es una consecuencia de un riesgo menos nos impacta.
Podemos apuntar que este parámetro está en la base de la tradicional separación entre las especialidades preventivas desde las que tratan de evitar las pérdidas de salud inmediatas (seguridad) y las que se ocupan de prevenir las pérdidas de salud demoradas (higiene y ergonomía -psicosociología).
En este caso, parece claro que el trabajador pondera más las agresiones de los pacientes, por la inmediatez en las consecuencias que puede conllevar.
CONCLUSIONES
- La utilización de la “Hoja de comunicación de Incidencias en salud laboral” (CI) por parte de los trabajadores, se ajusta al objetivo previsto con la creación del registro y se utiliza de forma generalizada en los diferentes servicios y turnos del centro.
No apreciamos diferencias significativas en lo que respecta a la distribución poredades y sexo en el año 2007.
- El documento de Comunicación de Incidencias en Salud Laboral, sirve como: Complemento en la recogida de datos para la Evaluación de Riesgos. En especial en lo que respecta a la probabilidad de materialización del riesgo en los riesgos de Seguridad, no lo siendo tanto para los riesgos ergonómicos e higiénicos, más relacionados con las condiciones de trabajo a medio y largo plazo.
Una de las formas para superar la discrepancia en la valoración del riesgo es reconocer el componente subjetivo de toda evaluación y establecer procesos sistemáticos de obtención, análisis y síntesis de la información
- La CI es una herramienta de comunicación. Permite la colaboración y cooperación entre los trabajadores con la Dirección en materia de Prevención de Riesgos Laborales (art.18 y 29 LPRL). En consecuencia consideramos que puede conllevar una mejora del clima laboral.
- La CI puede ser un instrumento para valorar la percepción del riesgo por los trabajadores. En el estudio apreciamos aspectos que pueden apuntar en esa línea como sería la diferencia notable entre los AT con Baja por Sobreesfuerzos y las CI presentadas por este concepto (figura 4) o el porcentaje de CI presentadas en el turno de Tarde en el año 2007 (figura 2).
Para corroborar esta hipótesis, sería interesante completar este estudio con la aplicación del método de Evaluación del Riesgo Percibido, en una muestra de trabajadores, obteniendo el perfil correspondiente para cada riesgo.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos sinceramente a las Hermanas Hospitalarias SCJ por su constante apoyo hacia esta investigación y en especial a la Dirección del Benito Menni - Complejo Asistencial en Salud Mental donde hemos realizado este proyecto.
REFERENCIAS
- 1. Boletín Oficial del Estado 10 de noviembre de 1995. Ley de prevención de riesgos laborales. 31/1995 de 8 de noviembre.
- 2. Benavides F.G., Benach J., Castejón J., Mira M., Serra C. La evaluación de riesgos laborales en la planificación de la prevención. Arch Prev Riesgos labor 2001;4 (1):2431
- 3. Portell Vidal, M., Solé Gómez, MD. NTP 578: Riesgo percibido: un procedimiento de evaluación. 2003 INSHT. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
- 4. Gil Soto, Rosa M.; Mullet, Etienne; Portell, Mariona. ¿Se puede evaluar el riesgo percibido? Una experiencia en el sector sanitario. Santiago de Compostela 2004. Proceedings of the Third International Conference on Occupational Risk Prevention ORP2004.
- 5. Colegio Oficial de Médicos de Barcelona. Guía para prevenir y gestionar la violencia en el lugar de trabajo contra los médicos. Cuadernos de la buena praxis. Barcelona, COMB Septiembre 2004, 17.
- 6. Sanchez Valdivieso AA. Et al. Evolución y prevención de las agresiones a los profesionales en el distrito sanitario Almería. Sevilla 2006. Proceedings of the Fourth International Conference on Occupational Risk Prevention ORP2006
Papers relacionados





