Xavier Marcet: “se lidera con el ejemplo y no con la palabra”

Xavier Marcet: “se lidera con el ejemplo y no con la palabra”

El consultor reivindica el management humanista y la necesidad de un nuevo Renacimiento
11 Marzo 2023

Xavier Marcet es sobre todo un humanista y un gran defensor del Renacimiento. Consultor de estrategia e innovación, presidente de Lead to Change y de la Barcelona Drucker Society o profesor de la Barcelona School of Management (BSM-UPF). Nacido en Terrassa, trabaja entre Barcelona y Boston. Empezó como profesor de historia de la UAB y después se dedicó a la gestión en la UPC y Esade.

De los 18 a los 28 años viajó a menudo a Italia para estudiar el Renacimiento. Su credo es “crecer haciendo crecer” y su propósito es desplegar el management humanista. “Liderar es poner swing y construir legado”, asegura. Su legado lo decidirán los otros, pero mientras tanto espera seguir cocinando arroces a fuego lento, paseando por las montañas de Sant Llorenç del Munt y ver crecer a la gente que quiere.

— Decidió dedicarse a la consultoría.

— Descubrí que disfrutaba teniendo varios proyectos a la vez. Era director general de Localret y había muchos proyectos que me atraían. Tenía ganas de aprender de diferentes organizaciones y la forma era la consultoría. Tenía experiencia profesional, cierta madurez y más de 40 años.

 Ya han pasado 20 años de aquella decisión. ¿Cómo es hoy, su día a día?

— Muy intenso. Mi forma de gestión es la agenda abierta y colectivizada y estoy al servicio de la gente de Lead to Change. Todos disponen de mi tiempo. Este último año me han pedido hacer 150 conferencias y esto supone una gran oportunidad. Antes de hacer una conferencia necesitas entender la organización y conocer a gente muy interesante. Paso la mitad de mi tiempo viajando, sobre todo a Boston.

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— ¿Qué podemos aprender de Boston y qué se puede aprender de Barcelona?

— Barcelona puede aprender mucho, si no copia nada. El cortar y pegar no funciona. Son dos ecosistemas muy inspiradores con una densidad de oportunidades muy alta por metro cuadrado. Tienen perfiles con mucho talento y dinero dispuesto al riesgo. Cuando viajo a Boston, hago negocios allí y es en el viaje de vuelta donde pienso en lo que he visto y me planteo como lo haríamos aquí. Siempre he intentado inspirarme mucho y no copiar nada. Boston podía aprender de nuestro modelo europeo que es más equilibrado y tiene un componente social y ambiental más importante. A pesar de que Boston es la ciudad más europea de Estados Unidos, incluso morfológicamente, porque es una ciudad y no un espacio donde vive gente entre muchos centros comerciales

Barcelona puede aprender mucho, si no copia nada. El cortar y pegar no funciona. Barcelona puede ser una de las capitales de la biosalud de Europa
 

— ¿Qué oportunidades y amenazas tiene la capital catalana?
 

— Barcelona es una ciudad con un gran atractivo internacional y todavía mantiene algo de lo que había sido la capital industrial de España. Tiene un gran potencial si hace las cosas bien. Creo que Barcelona puede ser una de las capitales de la biosalud en Europa. Es un referente emprendedor y nuestro reto no tiene que ser solo captar startups, sino hacerlas crecer. Tenemos que ayudar a tener corporaciones que aporten mucho valor añadido y que también sean más grandes. Uno de los problemas de Europa, Catalunya o Barcelona es la dimensión. El Small is beautiful puede ser bueno para otras cosas, pero nosotros necesitamos empresas con una dimensión importante.

— Es el momento del management humanista.
 

— El management humanista es la pretensión de lograr los resultados de una organización de acuerdo con un propósito y teniendo las personas en cuenta. Es decir, no dar resultados a cualquier precio. Vivimos un momento que requerirá un gran equilibrio entre personas y tecnología.
 

EL PRESIDENTE DE LEAD TO CHANGE TRABAJA ENTRE BARCELONA Y BOSTON. ©MARC LLIBRE

— Es “el Renacimiento” de las personas.
 

— Reivindicamos la lógica humanista recordando el Renacimiento que puso a las personas en el centro. Necesitamos un nuevo Renacimiento en un momento de sobredosis de tecnología donde tenemos que enfatizar el papel de las personas en las organizaciones.
 

— ¿Tenemos que humanizar más las empresas?
 

—  Humanizar más quiere decir entender la creación de valor con las personas. Esto a veces nos confunde porque la tecnología tiene un gran potencial disruptivo y plantea factores de innovación que tienden a democratizarse. Antes parecía que al tener Internet tenías una gran ventaja competitiva, pero después todo el mundo tuvo Internet. Por lo tanto, las personas hacen la diferencia y con las nuevas tecnologías de datos, IOT, Big Data o IA pasará lo mismo. Las empresas son comunidades de personas.
 

Reivindicamos la lógica humanista recordando el Renacimiento que puso a las personas en el centro. Necesitamos un nuevo Renacimiento en un momento de sobredosis de tecnología
 

— Necesitamos nuevos liderazgos.

— Liderar quiere decir avanzar hacia una visión y gestionar la complejidad. Se lidera con el ejemplo y no con la palabra. Hay que intentar que todo el mundo saque su mejor versión y combine responsabilidad e inspiración. Esto es liderar: una influencia positiva orientada al futuro. El liderazgo es muy importante si hace referencia a un propósito noble. Puede haber liderazgos nocivos, si el propósito es nocivo. Es muy importante vincular liderazgo con propósito.
 

— ¿Qué necesita un buen líder en pleno siglo XXI?

—  No estar muy pegado a sí mismo, tener ambición y mantener la humildad que es la capacidad de continuar aprendiendo siempre de los otros. Un buen líder tiene que ser sobre todo alguien que tenga claro que liderar es servir y no servirse y que cuando estás muy arriba en una organización, la gente no trabaja para ti, sino que tú trabajas para ellos.
 

Liderar es avanzar hacia una visión, tener una influencia positiva orientada al futuro y hacer referencia a un propósito noble. En las empresas tiene que haber cadenas de inspiración y aprendizaje
 

— ¿Qué es un Chief Learning Officer (CLO)?

— El Chief Learning Officer es un programa inspirado en las memorias de un antiguo CEO de General Electric. Intentamos que cada líder se sienta responsable del aprendizaje de su gente y esto quiere decir que él también tiene que aprender. En las empresas no tiene que haber solo cadenas de mando, sino cadenas de inspiración y aprendizaje.
 

— El editor Jordi Nadal asegura que “tienes la dosis perfecta de un Dry Martini con la sólida contundencia de Peter Drucker y el perfume maravilloso de Josep Pla”. Parafraseando los títulos de sus últimos libros: ¿Cómo esquivamos la mediocridad? ¿Y cómo militamos en la autenticidad?
 

— Esquivar la mediocridad es una reivindicación de la autenticidad como vertebrador de la vida. Es el intento de salvar aquella gente memorable que te has encontrado en las empresas y de la que no te puedes olvidar. Es el intento de reivindicar la empresa como un espacio de humanidad.
 

— ¿Cuál es la clave para crecer haciendo crecer?
 

— Crecer haciendo crecer es un paso más: definir la manera de hacer y liderar de una forma inclusiva con los clientes, la comunidad, los accionistas y la sociedad. Es el contrapunto al management que es muy arrogante y solo piensa en los resultados. Las empresas del siglo XXI tienen que crecer haciendo crecer a los otros.
 

Esquivar la mediocridad es una reivindicación de la autenticidad como vertebrador de la vida. Crecer haciendo crecer es un paso más: definir la manera de hacer y liderar de una forma inclusiva

— Decía Peter Drucker que “la cultura se come la estrategia para desayunar”.

— Peter Drucker era un gran observador de las personas. Decía que ya puedes ir haciendo planes y powerpoints, pero si no cambias las inercias profundas… La cultura se acabará comiendo la estrategia para desayunar.
 

— ¡Un buen desayuno!
 

— El management es adaptación y crear valor en un mundo que se mueve y dónde los cambios de verdad son los que tienen que ver con la gente.
 

— ¿Qué o cuál es el cambio?
 

— El cambio son las personas en transición que incluye elementos de cultura. La cultura es lo que haces cuando la gente y sobre todo los jefes no te ven.
 

— ¿Esto es extrapolable de las empresas a las ciudades?
 

— A nivel de ciudad es más difícil, a pesar de que a veces podemos hablar de la cultura de Barcelona o Silicon Valley. La cultura de Barcelona tiene elementos del Mediterráneo como, por ejemplo, hacer las cosas con un mayor equilibrio. Esto es muy europeo. Tenemos que reivindicar sociedades que no estén rasgadas.
 

Necesitamos sociedades que tengan mucha más ambición corporativa y tecnológica, pero que no pierdan el modelo de equilibrio social. Si algo puede aportar Barcelona al mundo es esto…
 

— ¿Tenemos una sociedad rasgada?
 

— Puedes crear una universidad con una gran aristocracia tecnológica, pero después puede estar socialmente cada vez más rasgada como lo que está pasando en California. Necesitamos sociedades que tengan mucha más ambición corporativa y tecnológica, pero que no pierdan el modelo de equilibrio social. Si algo puede aportar Barcelona al mundo es esto… Crear riqueza y mantener el modelo social. Sin embargo, si solo quieres mantener el modelo social sin crear riqueza ni ayudar a los que crean riqueza, entonces esto no se aguanta.
 

— Habla a menudo de propósito y legado… ¿Cuál es su propósito y cuál le gustaría que fuera su legado?
 

—Mi legado lo decidirán los otros. Mi propósito es ayudar a desplegar el management humanista en un momento donde tendremos que afrontar la construcción de un nuevo equilibrio social entre personas y tecnología. Yo quiero trabajar para empresas que sean capaces de dar resultados sin sacar a las personas del centro. También es una síntesis personal de mi fascinación por Italia y es así como puedo volver al management humanista y a la filosofía que viví muy intensamente de joven. Esto va mucho más allá de una oleada maravillosa de arte en Europa y tiene mucho que ver con la necesidad de reivindicar la centralidad de las personas. Dar resultados y cuidar de las personas es una síntesis y no tendría que ser un trade-off. También me gustaría continuar cocinando arroces y paseando por las montañas de Sant Llorenç del Munt. Así sería muy feliz. Aprender a preguntar es el trabajo de toda una vida y hay una cosa muy importante que es dominar las pretensiones.

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