La gran carga de trabajo es el principal riesgo para la salud mental en el entorno laboral, por delante de la precariedad, según un reciente estudio

La gran carga de trabajo es el principal riesgo para la salud mental en el entorno laboral, por delante de la precariedad, según un reciente estudio

Ha habido un deterioro de la salud mental muy elevado, con un aumento de personas en tratamiento psicológico o con recetas de antidepresivos
20 Octubre 2022

No fue hasta que Íñigo Errejón, líder de Más País, introdujo el debate de la salud mental en el Congreso de los Diputados, que la opinión pública empezó a mirar de cara a este problema. Los medios de comunicación, las campañas publicitarias, las redes sociales y el propio Gobierno empezaron a hablar cada vez más sobre ello.

La Organización Mundial de la Salud ya había avisado, antes incluso de que empezase la pandemia, de que el estrés y la depresión eran uno de los principales riesgos para la salud de las personas y que estas estaban ligadas al trabajo. 

La organización avisó en 2015 de que "no hay salud sin salud mental". Esta condición, que ha venido agravándose con el paso del tiempo y con la precarización de las condiciones de vida, se ha puesto de manifiesto a raíz del COVID-19.

Uno de los problemas que afrontar después de haber vuelto a cierta normalidad, son las secuelas mentales. Ha habido un deterioro de la salud mental muy elevado, con un aumento de personas en tratamiento psicológico o con recetas de antidepresivos. 

Las condiciones relacionadas con el trabajo son el principal motivo de la falta de salud mental y se evidencia en el aumento de renuncias voluntarias, que el pasado marzo se disparó un 100% rozando un récord histórico, con un 54% de trabajadores desmotivados en su trabajo, incluso en tiempos de incertidumbre. 

Además, según la reciente encuesta de Adecco, el 60% de los empleados españoles sienten estrés o ansiedad al margen de la pandemia. 

El pasado mayo fue la primera vez que un juzgado reconoció la baja por salud mental como accidente laboral, evidenciando el cambio de tendencia en la concepción del trabajo y el mercado laboral. 

Las grandes cargas de trabajo, la precariedad, la autoexigencia y los malos jefes, son las dinámicas que el COVID-19 ha acelerado aún más en los entornos de trabajo, provocando el aumento de la depresión, el estrés y la ansiedad. 

Según la investigación Empleo, trabajo y riesgos para la salud mental: análisis y propuestas de intervención, llevada a cabo por Óscar Pérez Zapata y Gloria Álvarez Hernández, los factores con mayor riesgo para la salud mental son la intensidad del trabajo, la precariedad, las relaciones de conflicto y el sentido del trabajo. 

Uno de los autores, Óscar Pérez Zapata, profesor del Departamento de Gestión Empresarial de la Universidad de Comillas, ha explicado a Business Insider España cuáles han sido los resultados más llamativos de la investigación.  Adjuntamos el texto completo del informe.

Durante la pandemia se han dado principalmente cuatro riesgos respecto a la salud mental: el miedo a contagiar, el miedo a la crisis económica, el deterioro de las relaciones sociales y los riesgos relacionados con el teletrabajo.

El trabajo desde casa y la cierta flexibilidad se empieza a percibir como un riesgo más que una ventaja, ya que está relacionado directamente con las cargas de trabajo y con la no desconexión, explica el profesor. 

"Cuando nos preguntan hacia dónde va el mundo del trabajo, siempre respondemos que se dirige a la precarización, es decir, inseguridad, bajos salarios, alta rotación; y hacia la intensificación, ligada al aumento de las cargas de trabajo en las que hay que dar respuestas cada vez más rápido". 

Para Pérez Zapata, haciendo referencia a los modelos de estrés tradicionales en la investigación, no importa si tienes cargas mientras tengas recursos: control en el trabajo, apoyo social, flexibilidad real, etc., pero esto se convierte en un problema cuando existen muchos picos de estrés prolongados en el tiempo y no se cuentan con estos recursos. Los trabajadores se acaban quemando y empiezan a experimentar patrones de estrés, ansiedad y depresión. 

Los trabajadores digitales son mucho más sensibles a la intensificación del trabajo

La hiperconexión, a través de los dispositivos digitales, hace estar atentos al correo y las notificaciones todo el tiempo.

El 37% de los españoles trabaja una media de 3 días más fuera de su jornada laboral, en la mayoría de las ocasiones debido a la alta carga de trabajo, aumentando los niveles de estrés y cansancio, según la encuesta de Adecco.

Una de las evidencias claras del estudio es que "los trabajadores digitales son mucho más sensibles a las cargas laborales y a la intensificación del trabajo que los no digitales", afirma el profesor. "Si comparamos a los empleados desde el punto de vista de la carga de trabajo entre los que tienen entornos digitales y los que no, los primeros están más expuestos a tener problemas de salud mental". 

La jornada laboral reducida presenta un riesgo para la salud mental de las mujeres

Esta medida, largamente extendida en el mundo laboral, se presentaba como una de las claves de la conciliación familiar, sin embargo, tiene ciertos riesgos para la salud mental, especialmente para las mujeres. 

Todavía son ellas las que se reducen la jornada para encargarse de los cuidados familiares y las tareas del hogar. 

Los hombres tienen un mayor riesgo de salud mental debido a la carga de trabajo, como evidencia el estudio, pero para las mujeres son mayoritarias en sectores como sanidad o educación, con trabajos más demandantes; además, tienen posiciones subordinadas y cargas no laborales, que en conjunto, hacen que también tengan un elevado riesgo. 

"La reducción de la jornada no significa trabajar menos horas, sino de forma más precaria", explica Pérez Zapata. "Además de atender a las demandas en el trabajo, al pasar más horas en el hogar, aumentan las demandas relacionadas con las tareas domésticas", incrementando de esta forma la presión sobre las mujeres y afectando a sus niveles de estrés. 

Algunas medidas para poder reducir los riesgos de una mala salud mental

El debate sobre la jornada de 4 días. La propuesta de la jornada reducida a 32 horas semanales en 4 días en vez de las 40, repartida en 5, todavía es un proyecto piloto. 

Sin embargo, esta discusión sobre los días y las horas de la jornada laboral no es tan importante para Pérez Zapata, puesto que hay que poner el enfoque en la calidad y el ritmo del tiempo de trabajo. 

Incentivos para las empresas. Las empresas aún no están concienciadas sobre la importancia de mejorar las condiciones de trabajo para la salud mental. Si se quiere frenar el problema "la administración pública tiene un papel que jugar a través de incentivos. Dar subvenciones a las empresas para que dediquen recursos a estudiar sus características específicas e implementar acciones a su medida, puede ser una de las soluciones". 

Otro tipo de incentivo más agresivo podría ser la obligatoriedad de publicar el número de empleados que se encuentran de baja por salud mental. "De esta manera, las empresas se cuidarían mucho de hacer lo posible para que sus trabajadores se encuentren en las mejores condiciones posibles". 

Fuente: Businessinsider

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