La economía de la salud aún no presta suficiente atención a la salud mental

La economía de la salud aún no presta suficiente atención a la salud mental

En la definición y valoración de los presupuestos sanitarios todavía no equilibra de forma adecuada la colaboración entre ambas disciplinas de los sistemas de salud
29 Noviembre 2024

Redacción

La salud mental es, históricamente, la gran agraviada en los presupuestos sanitarios. En una revisión publicada en ‘The Lancet Psychiatry’ y liderada por la Unidad para la Salud y el Envejecimiento a lo largo de la vida del departamento de Ciencias de la Población y Medicina Experimental del University College London, se evidencia que las evaluaciones económicas en salud deben definir un alcance apropiado de beneficios y costes y cómo valorarlos.

Los investigadores concluyen que aunque las prácticas actuales son transparentes y justificables, tienen claras limitaciones desde la perspectiva de la salud mental. La mayoría de los juicios de valor social, como la exclusión de resultados interindividuales y costes intersectoriales, restan valor a la mejora de la salud mental. La percepción es que la cuantificación en salud mental podría tener una desproporción en comparación con otros tipos de salud.

Aún falta estudiar e investigar en profundidad el alcance de esa desproporción para probar el tamaño de esos efectos diferenciales y cualquier efecto posterior en la toma de decisiones que pueden llegar a incluir evaluación de la adquisición y resultados de diferentes tecnologías sanitarias. Por tanto, se marca la colaboración entre la economía de la salud y las ciencias de la salud mental como un hecho y acción crucial para alcanzar la paridad entre la salud física y mental y llegar al objetivo final de la mejora sustancial de la salud mental, en general, de la población.

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