España dice adiós a los envases que contengan el disruptor endocrino bisfenol A

España dice adiós a los envases que contengan el disruptor endocrino bisfenol A

Después de las idas y venidas en la tramitación parlamentaria de la ley que regula la utilización de esta sustancia, su prohibición es ya un hecho
5 Octubre 2022

Tras amplios debates, incorporación de enmiendas, cambios de una cámara legislativa a otra, la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, ya en vigor, ha prohibido finalmente el uso del disruptor endocrino bisfenol A en la fabricación de envases de alimentación como las latas de conservas y de bebidas, donde se utiliza para separar el alimento del metal. España se suma así a países como Francia, que tiene vetado su uso para cualquier recipiente que contenga alimentos, mientras que la legislación europea tan solo limita su uso, pero no lo prohíbe.

La ley salió del Congreso de los Diputados con una prohibición expresa de utilización, sumada a la de los ftalatos (otra sustancia usada también en otros envases). Sin embargo, en su paso por el Senado, una enmienda del PP apoyada por el PSOE dio al traste con esa eliminación y sólo estableció su adaptación a lo que marcara la legislación europea. A pesar de que fueron varios los grupos en la Cámara Alta que solicitaron mantener la redacción del Congreso, la norma salió con una redacción laxa sobre estos compuestos.

Pero, en la ratificación y aprobación final del texto, de nuevo en el Congreso, que es la cámara que debe dar el último visto bueno, fueron varias las enmiendas procedentes del Senado que no fueron aceptadas durante la votación, entre ellas, la incorporada sobre el bisfenol A. Así, el texto final dela Ley de Residuos, ya aprobada y publicada en el BOE y cuyo texto completo adjuntamos, señala, entre las medidas para prevenir la generación de residuos, la de "fomentar la reducción del contenido de sustancias peligrosas en materiales y productos de acuerdo con los requisitos legales armonizados relativos a dichos materiales y productos establecidos a escala de la Unión Europea, evitando, en especial, la presencia de sustancias incluidas en el Anexo XIV del Reglamento REACH [ una norma europea que tiene como objetivo mejorar la protección para la salud humana y el medio ambiente frente al riesgo que puede conllevar la fabricación, comercialización y uso de las sustancias y mezclas químicas] o sustancias restringidas recogidas en su Anexo XVII, y de los alteradores endocrinos. En particular, y de conformidad con lo previsto en estas normas, estará prohibida la utilización de ftalatos y bisfenol A en envases".

Nueva investigación

El paso adelante dado en España se produce después de que hayan surgido numerosos estudios que alertan sobre los peligros de su uso en la salud. Uno de los últimos trabajos es el realizado por grupo de investigación de Oncología Básica y Clínica del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada que ha encontrado relación directa entre niveles altos de bisfenol A (BPA) en niños de 9 a 11 años y problemas de pensamiento y comportamiento evidenciados en su adolescencia, entre los 16-17 años.

El estudio analizó los cambios biológicos que se producen en los adolescentes, los llamados biomarcadores de efecto, como consecuencia de la exposición a diferentes agentes externos en edades tempranas, biomarcadores de exposición. Los utilizados fueron el nivel de BPA presente en orina, y el Factor Neurotrófico del Cerebro (BDNF), en sangre, para identificar la vía de acontecimientos que llevan al BPA a afectar el desarrollo neuroconductual. Para el análisis de las alteraciones del comportamiento de los adolescentes, se utilizó una encuesta donde los padres respondieron sobre el comportamiento de sus hijos.

Los resultados obtenidos han puesto de manifiesto que los niños con niveles más altos de BPA en la infancia (9-11 años) tenían más problemas de comportamiento (pensamiento y quejas somáticas) en la adolescencia.

Además, la exposición a esta sustancia química se asocia también con un aumento de la metilación del gen de BDNF, un proceso por el cual se añaden moléculas nuevas al ADN, llamadas grupos metilo, impidiendo que el gen se exprese. Así, según este estudio, la metilación del gen de BDNF explica al menos el 34 por ciento de la asociación encontrada entre la exposición a BPA y problemas de pensamiento en este grupo etario.

El equipo granadino investiga desde hace más de 25 años cómo bisfenol A, diseñado como estrógeno sintético en 1936 que está presente en muchos de los utensilios plásticos que forman parte de nuestro día a día, puede ejercer modificaciones epigenéticas (alteración de la metilación del ADN) que afectan al comportamiento humano, además de otros efectos adversos sobre la reproducción, el sistema inmunitario, el metabolismo o el aumento del riesgo de cánceres dependientes de las hormonas.

Los resultados de este último trabajo junto con investigaciones anteriores apoyan la opinión de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) de restringir el uso de BPA en materiales de contacto alimentario, debido al riesgo asociado de efectos inadecuados sobre la salud humana. De hecho, la EFSA, a raíz de distintas investigaciones, decidió modificar la recomendación de ingesta tolerable diaria, fijándola en 0,04 nanogramos por kilo de peso corporal, muy por debajo de la que estaba establecido anteriormente (año 2015) y que marcaba 4 microgramos.

Fuente: Diaromedico
 

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