La ARC destina dos millones a promover la gestión de residuos orgánicos en Cataluña

La Agencia de Residuos de Cataluña (ARC) ha resuelto otorgar dos millones de euros en ayudas a entes locales y grandes productores para proyectos de gestión de residuos orgánicos municipales. En total, 54 entes locales y tres grandes productores han sido los destinatarios de las subvenciones.

La mayoría de los proyectos están dirigidos a la mejora de la recogida selectiva de la fracción orgánica de los residuos municipales, el diagnóstico del estado de la recogida y la realización de planes de actuación, y al auto compostaje como vía de gestión exclusiva.

El presupuesto de estas ayudas proviene mayoritariamente del retorno de los cánones sobre la eliminación de los residuos municipales. Es decir, del gravamen que pagan los municipios por la cantidad de fracción resto -la basura en masa- que envían a los vertederos o a incinerar. En 2018, el canon ha sido de 17,8 euros por tonelada destinada a los depósitos controlados y de 35,6 euros por tonelada de residuos destinados a la valorización energética.

Gracias a este impuesto ecológico, se incentiva un comportamiento más respetuoso con el medio ambiente -el fomento de la separación- y se pueden impulsar medidas de minimización y de valorización material de los residuos. En esta convocatoria, se premia a los entes locales que han puesto en marcha actuaciones para favorecer un mejor tratamiento y recogida de la fracción orgánica de los residuos municipales.

El servicio de recogida selectiva de la basura orgánica lo prestan actualmente 783 municipios catalanes, 180 de los cuales lo hacen a través del sistema puerta a puerta.

LA IMPORTANCIA DE LA SEPARACIÓN

La materia orgánica, con el 37% en peso, es la fracción más importante de los residuos municipales en Cataluña. La que se recoge selectivamente representa actualmente el 34,9% del total de los residuos orgánicos producidos y un 13% del total de los residuos municipales generados. Los últimos datos disponibles, correspondientes al año 2017, indican que la recogida selectiva bruta de la materia orgánica fue de 379.000 toneladas -un 2% superior al 2016-, aunque está bastante estancada desde 2012. El objetivo es que en 2020 el 60% en peso de los residuos orgánicos se pueda valorizar.

Los residuos orgánicos municipales están constituidos fundamentalmente por restos de comida y residuos vegetales de pequeñas dimensiones que se pueden recoger selectivamente y son susceptibles de degradarse biológicamente para transformarse en recursos, tanto materiales (compost) como energéticos (biogás). Una gestión apropiada de esta fracción contribuye a la mejora de múltiples retos ambientales: Aprovechamiento de recursos, protección del suelo, lucha contra el cambio climático, generación de puestos de trabajo en el sector ambiental e impulso de la economía circular.