AESPLA y el IBV presentan la Guía de Ergonomía para el trabajo a distancia
AESPLA y el IBV presentan la Guía de Ergonomía para el trabajo a distancia
Redacción
El Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) con la colaboración de la Asociación Española de Servicios de Prevención Laboral (AESPLA) han presentado la ‘Guía de Ergonomía para el trabajo a distancia’. En este documento se aportan las recomendaciones necesarias para adecuar el puesto de trabajo en casa, o en otro entorno diferente al puesto de trabajo en la oficina.
La guía está dividida en cinco apartados:
1.- Condiciones ambientales.
2.- Silla de trabajo.
3.- Mesa de trabajo.
4.- Equipo informático.
5.- Organización.
El puesto de trabajo en remoto debe respetar una serie de condiciones para salvaguardar la salud física y mental. “No hay que olvidar que sigue siendo un puesto de trabajo a todos los efectos y, por tanto, afectará a nuestra productividad, a nuestro bienestar y a nuestra salud” destacan desde AESPLA y el IBV.
Entre las condiciones ambientales figuran el control del ruido, la temperatura y la iluminación. El ruido no debería superar los 55 decibelios (dB) y situarse entre 35 y 45 dB si la tarea implica concentración. Además, no se recomienda usar auriculares de forma continua durante toda la jornada laboral.
La temperatura ambiental tiene que estar entre 23 y 26 grados en verano y 20 y 24 grados en invierno. El espacio de teletrabajo debe ventilarse con regularidad.
El nivel de iluminación en la zona de trabajo debe ser suficiente para leer y escribir con comodidad sin provocar deslumbramientos o exija forzar la vista. La recomendación es estar en el orden de los 500 lux si se trabaja principalmente con pantallas.
La silla de trabajo tiene que estar adaptada a las características de cada persona y también a las de la tarea que se va a realizar. El asiento tiene que tener un mecanismo pivotante que permita a la silla girar 360 grados, la silla tiene que tener 5 patas con ruedas, asiento y respaldo acolchados, inclinación del respaldo regulable, y el asiento tiene que ser regulable, evitar deslizamientos y no debe generar compresión en ningún punto que afecte a la circulación sanguínea.
La mesa de trabajo debe cumplir con unos requisitos mínimos como un grosor mínimo de 3 cm para evitar la acumulación de cargas electroestáticas en los bordes. Se deben evitar mesas metálicas o de cristal que tienen una elevada trasmisión térmica, la altura de la mesa debe estar a la altura de los codos y el cableado debe gestionarse de modo que no cause tropiezos accidentales. El espacio libre detrás de la mesa debe ser, como mínimo, de 80 centímetros.
También hay que evitar obstáculos bajo la mesa como cajoneras, cajas, etcétera.
En cuanto al equipo informático y periféricos se indica, entre otras recomendaciones, que para trabajar de manera habitual lo más adecuado es disponer de un ordenador con monitor, teclado y ratón independientes. La pantalla se situará a una altura que pueda ser visualizada dentro del espacio situado entre la línea de visión horizontal y la trazada a 40 grados bajo la horizontal. La inclinación del cuello tiene que ser de entre 20 y 25 grados.
Por último, en el trabajo, aparte de la carga física y postural, hay que evitar la fatiga mental y el sedentarismo asociado al teletrabajo. Para combatir los riesgos psicosociales y organizativos hay que disponer tratar de tener un espacio de uso exclusivo para trabajar, apagar el ordenador al final de la jornada laboral para favorecer la desconexión digital, tener una correcta organización, planificación y priorización de tareas, fijar objetivos realistas y realizar pausas periódicas durante el tiempo de trabajo. Se recomienda descansar 5 minutos cada hora.