Pros y contras de ser una persona altamente sensible

Redacción

Ser altamente sensible es un rasgo personal que hace que ciertas áreas del cerebro relacionadas con el sistema nervioso estén más desarrolladas. Esto  brinda la capacidad de captar un mayor volumen de estímulos en el entorno.

No es un trastorno ni una enfermedad mental. La diferencia significativa, para los expertos, es que ser PAS constituye una ventaja evolutiva en algunas circunstancias y una desventaja en otras.

Las personas altamente sensibles (PAS) han sido identificadas en psicología en época reciente. Este rasgo empezó a ser estudiado en 1991 por la psicóloga estadounidense Elaine Aron como sensibilidad de proceso sensorial. A escala global, alcanzó proyección gracias a la publicación del libro El don de la sensibilidad firmado por Aron.

A nivel laboral

En el trabajo los PAS no son identificados como los más rápidos ni los más resolutivos peros sí son capaces de dar la visión de conjunto con facilidad; en especial, en las profesiones que requieren de la empatía como cualidad para un buen desempeño.

Sensibilidad muy elevada física, emocional y socialmente

Los PAS tienen un mayor nivel de percepción y estimulación neurosensorial y cognitiva que la media de la población ante estímulos externos o internos. La alta sensibilidad se manifiesta a nivel físico, emocional y social.

La parte más positiva es que detectan ruidos, olores, cambios de temperatura, alteraciones de rutinas con mucha facilidad. Son personas muy empáticas con los demás, saben leer muy bien las emociones de los demás y suelen ser muy creativas y perfeccionistas. Suelen ser excelentes mediadores en conflictos laborales, personales, etcétera.

En cambio, la desventaja o aspecto más negativo, es que la alta sensibilidad, si no se gestiona bien, puede llevar a desarrollar bloqueos, ansiedad, depresión e, incluso, aunque son casos extremos y es raro que se den, trastornos límites de la personalidad.