Un informe del MIT revela el papel de los early adopters en la maduración de cualquier tecnología

Un informe del MIT revela el papel de los early adopters en la maduración de cualquier tecnología

Un experimento hecho por el MIT ha medido hasta qué punto los usuarios más innovadores y visionarios (los early adopters) son importantes para que una tecnología nueva como el bitcoin acabe siendo un éxito o fracase.
21 Agosto 2017

En marketing se emplea el término early adopter para referirse a esos usuarios o consumidores que emplean cierto producto o servicio cuando éste todavía es desconocido para la gran mayoría o se encuentra en fase beta. Suelen ser los que después animan al resto a secundarles, y en el mejor de los casos logran que el prototipo se desarrolle o incluso sea un éxito.

Ahora una investigación del Instituto Tecnológico de Massachusetts – MIT – dedicada a analizar la Curva-S (con la que se mide la introducción, crecimiento y maduración de una tecnología) revela hasta qué punto los early adopters favorecen la difusión de las innovaciones (o la hunden).

La división del MIT dedicada al estudio del Bitcoin empezó hace tres años a ofrecer a sus estudiantes recién llegados 100 dólares en estas criptodivisas, para comprobar qué uso les daban dentro de un entorno controlado. Sin embargo, a algunos de los estudiantes decidieron retrasarles deliberadamente este obsequio un par de semanas.

La conclusión fue que los que no tuvieron acceso al bitcoin hasta tiempo después acabaron abandonándolo en una proporción mucho mayor que los que empezaron a familiarizarse con él desde el principio (casi el doble). Los early adopter además lograron influir en sus amigos y compañeros de clase, porque les contaban acerca de los bitcoins.

El estudio del MIT explica la influencia de los early adopters (también conocidos en inglés con las siglas NEAs) porque se sienten altamente motivados cuando forman parte de una élite exclusiva que tiene acceso a tecnologías minoritarias y poco conocidas.

Además, su mayor conocimiento de la tecnología inspira e influye en los late adopters (o NLAs), mucho más reacios a usar herramientas que desconocen sin escuchar antes la opinión de un “experto”.

Los millennials tienen todas las papeletas para acabar usando bitcoins

El estudio también concluye que los early adopters que convivían en sus habitaciones con otros estudiantes ejercían mayor influencia, para bien o para mal, a la hora de usar bitcoins. Es decir, aquellos a los que se les retrasó el pago acabaron abandonando esta tecnología antes y por tanto sus compañeros no se interesaron por ella.

La conclusión del experimento es que si la industria tecnológica quiere que una innovación triunfe, es importante identificar a estos sujetos, porque mientras que estando satisfechos su poder de influencia se multiplica, si se les impide el acceso las posibilidades de fracaso se incrementan en la misma proporción.

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