General Motors paga 25,5 millones de euros de multa por no llamar a revisión tras haber detectado problemas de seguridad
General Motors paga 25,5 millones de euros de multa por no llamar a revisión tras haber detectado problemas de seguridad
General Motors asume su culpa y se compromete a pagar 25,5 millones de euros por no llamar a revisión a tiempo a casi tres millones de vehículos después de haber detectado varios fallos de seguridad en sus vehículos. La multa, que supone una cifra récord en el sector, ha sido impuesta por el Departamento de Transporte de EEUU.
La sanción, la más elevada contemplada por la legislación al respecto vigente en EEUU, se completa con un acuerdo entre las autoridades y el fabricante, por el que GM se compromete a llevar a cabo una amplia serie de cambios internos en relación con sus procedimientos para la revisión de los fallos de seguridad detectados.
"La seguridad es nuestra principal prioridad y este anuncio pone en guardia a todos los fabricantes de que serán responsables si no informan y resuelven con rapidez los fallos de seguridad detectados", destacó el secretario de Transportes de EEUU, Anthony Foxx.
Los 35 millones de dólares (25,5 millones de euros al cambio) es la máxima sanción económica que permite la ley estadounidense, por eso Foxx aprovechó el anuncio para recordar al Congreso de EEUU la necesidad de sacar adelante la legislación que permitirá incrementar las multas en casos parecidos hasta los 300 millones de dólares (219 millones de euros).
La normativa del Departamento de Transporte de EEUU obliga a los fabricantes de automóviles a informar en un plazo máximo de cinco días laborales en el caso de detectar deficiencias en los sistemas de seguridad y efectuar inmediatamente una llamada a revisión de los automóviles potencialmente afectados.
La sanción es el último capítulo de una historia que comenzó en febrero cuando GM llamó a revisión a 588.000 vehículos por 13 muertes. Habían detectado un problema en el sistema de ignición que hace que el motor se pare de manera repentina e involuntaria. Después se supo que el grupo estadounidense conocía el fallo desde 2001, por lo que el número de fallecidos podría aumentar hasta 303.
La consejera delegada de GM, Mary Barra, declaró que la compañía "ha aprendido" y concentrará a partir de ahora sus esfuerzos en convertirse en un líder del sector en seguridad. "Saldremos de esta situación como una empresa más fuerte", añadió. Antes, ya había anunciado que se haría responsable de todas las muertes causadas por el fallo de seguridad.
General Motors se compromete también a subsanar todos los fallos y a informar, cada dos semanas, del progreso de los trabajos de reparación. Aún así y a pesar del pago de la sanción, el Departamento de Seguridad anuncia que podría haber más castigos para el gigante americano.
Fuente: Autobild