Las bromelias, aliadas para combatir los 'edificios enfermos'

Las bromelias, aliadas para combatir los 'edificios enfermos'

Absorben gran parte de los compuestos tóxicos procedentes de productos cotidianos que provocan mareos, asma y alergias
5 Septiembre 2016

La acetona, el benceno o el formaldehído forman parte de nuestro hogar. Estos compuestos químicos proceden de la pintura, los muebles, los productos de limpieza o la propia ropa. Su inhalación tiene efectos perjudiciales para la salud y se les considera responsables del llamado síndrome del edificio enfermo, que se manifiesta en forma de mareos, asma, alergias y pérdida de productividad.

La solución más habitual a este tipo de problema es la instalación de sistemas de ventilación o la eliminación de estas sustancias nocivas a través de diversos procesos físicos o químicos. Por suerte, existe una alternativa más sencilla y barata. Ciertas plantas domésticas son especialmente eficaces a la hora de combatir el efecto potencialmente dañino de compuestos volátiles orgánicos (VOCs, por sus siglas en inglés) como los ya citados. Así lo demuestra el estudio que se acaba de presentar en el 252º Congreso Nacional de la Asociación Americana de Química.

Cómo se resiente la salud ante la presencia de estos compuestos depende tanto del tiempo de exposición como de su concentración. "Si estamos expuestos a niveles elevados de VOCs durante un corto período de tiempo, se nos pueden irritar los ojos o la nariz, tener dolor de cabeza o experimentar vómitos y mareos. Si los niveles son bajos pero durante largo tiempo, podemos sufrir daños hepáticos, renales o del sistema nervioso central, incluso cáncer", explica Vadoud Niri, del departamento de Química de la Universidad Estatal de Nueva York en Oswego (Estados Unidos) y líder del estudio. Una situación que podría empeorar con el tiempo, alerta este investigador. "Algunos creen que al tener habitaciones más eficientes en términos energéticos con sistemas de aislamiento, se produce una menor ventilación y estos compuestos se concentran en los edificios".

Una planta para cada ocasión

Además de dióxido de carbono, las plantas pueden absorber gases como benceno o tolueno a través de sus hojas y raíces, como ya demostró la NASA en 1984. El proceso se conoce como biofiltración o fitoremediación y permite limpiar el aire de forma natural. Niri quería dar un paso más y comparar la eficiencia y la velocidad de eliminación de varios compuestos orgánicos por parte de diferentes especies de plantas.

Las cinco plantas domésticas analizadas fueron Crassula argentea (árbol de jade),Chlorophytum comosum (conocida popularmente como cinta, malamadre o araña), Guzmania lingulata (bromelia), Consolea falcata (cactus caribeño) yDracaena fragrans (Tronco del Brasil). Todas ellas son capaces de reducir la concentración ambiental de acetona -conocida por ser el disolvente que se utiliza para eliminar la pintura de uñas-, pero la Dracaena fragrans fue la única que logró eliminar un 94% de este compuesto. "Según nuestros resultados, podemos recomendar qué plantas son mejores para cierto tipo de VOCs y para ciertas localizaciones", comenta Niri. Y pone como ejemplo las bromelias. "Son muy buenas eliminando seis de los ocho VOCs que estudiamos -es capaz de absorber más del 80% de estos compuestos- durante doce horas", añade.

La cuestión ahora es pasar de la teoría a la práctica. "Diversos estudios han mostrado que los niveles de VOCs en interiores son generalmente entre dos y cinco veces superiores a los de los exteriores", dice Niri."A veces son tan altos que los puedes oler", añade. Por eso, desean probar el efecto de estas plantas en una habitación real. "Queremos investigar el efecto del área superficial de las plantas en relación con el tamaño de la habitación para estimar el número de plantas que necesitamos situar en cada lugar". Por ejemplo, plantean colocarlas en un salón de manicura durante varios meses para ver si pueden reducir los niveles de acetona a los que se exponen sus trabajadores.

Fuente: El Mundo

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