El optimismo y el escepticismo marcan los ensayos con exoesqueletos de hombro en la industria cárnica

Redacción

En el corazón de Dinamarca, la industria cárnica enfrenta un desafío ergonómico significativo: el aumento del riesgo de trastornos del hombro entre los trabajadores debido a las exigencias físicas del trabajo en mataderos. La búsqueda de soluciones llevó a una innovación tecnológica, el exoesqueleto de hombro, diseñado para reducir la exposición mecánica y el esfuerzo en los trabajadores. Este dispositivo prometía ser un cambio de juego, pero ¿cumplió con las expectativas?

A lo largo de un estudio de campo de cinco meses en un gran matadero danés, se recopilaron datos mediante entrevistas semiestructuradas, cuestionarios y observaciones ‘in situ’, comparando las experiencias de los trabajadores al usar el exoesqueleto de hombro, un guante de elevación y trabajar sin ningún dispositivo de asistencia. Participaron 26 trabajadores de la línea de producción y sus gerentes, quienes compartieron sus expectativas y experiencias.

La investigación se publicó en ‘International Journal of Industrial Ergonomics’ y sus resultados revelaron una mezcla de optimismo y escepticismo. Mientras que algunos gerentes esperaban que los exoesqueletos permitieran a los trabajadores manejar más peso y reducir la necesidad de rotación de trabajo, los trabajadores informaron sentimientos encontrados. Algunos experimentaron una reducción en la tensión y una postura más erguida, mientras que otros no percibieron soporte significativo o encontraron el proceso de ponerse y quitarse el exoesqueleto demasiado tedioso.

Esta discrepancia subraya la importancia de alinear las expectativas con la realidad. El estudio concluye que la viabilidad de los exoesqueletos en el trabajo de la industria cárnica depende en gran medida de lo que se espera de ellos, de su contribución, desde el principio. Que estas tecnologías tengan una implementación exitosa requiere un enfoque personalizado y una consideración cuidadosa de las perspectivas y barreras presentes en los entornos de trabajo reales.

En última instancia, la investigación destaca la complejidad de integrar soluciones tecnológicas en entornos laborales tradicionales. Aunque los exoesqueletos ofrecen un potencial significativo para reducir las exposiciones mecánicas y mejorar la salud y seguridad de los trabajadores, su éxito depende de un compromiso profundo con la adaptación, la formación y el entendimiento mutuo entre trabajadores y directivos.

Este estudio pone de manifiesto la necesidad de un diálogo continuo y colaboración entre todos los interesados para garantizar que la tecnología no solo avance, sino que también se aplique de manera que mejore verdaderamente las condiciones laborales. La implementación de exoesqueletos y otras tecnologías de asistencia en la industria cárnica, y más allá, debe ser un proceso inclusivo, que considere tanto las aspiraciones tecnológicas como las realidades humanas.