Inspección de seguridad. Experiencia subjetiva del trabajador.

Una inspección de seguridad es un análisis, que en mi opinión debería ser pormenorizado, de las condiciones de trabajo con el objeto de detectar irregularidades y de esta manera prever posibles riesgos de accidente, debido a dichas condiciones materiales peligrosas y/o prácticas inadecuadas. ¿Prácticas inadecuadas, precisamente, debidas a una experiencia subjetiva insatisfactoria del trabajador relacionada con su seguridad y salud laboral?. Teniendo en cuenta, como hemos dicho, que uno de los objetivos de las inspecciones de seguridad es la identificación de las acciones inadecuadas de los trabajadores, en mi opinión, se hace necesario definir las características que determinan estas condiciones de experiencia subjetiva.

Debemos entender al trabajador desde un punto de vista amplio, es decir, es un sistema abierto. Las condiciones de experiencia subjetiva que siente explican por que responde y reacciona al trabajo tal y como lo hace, siempre intentando mantener una coherencia con el carácter integral que define la realidad que le rodea. Es decir, un trabajador que perciba (y muchas veces se le refuerce la idea) de que la seguridad laboral no es importante para la realización de su trabajo (y ni mucho menos para la organización) es un trabajador que cometerá actos inseguros Por tanto, la experiencia subjetiva es un estado psicológico producido por unas condiciones del trabajo y su propia adaptación.

El conseguir que un trabajador esté siempre y en todo momento satisfecho con su trabajo, a mi juicio, supone una utopia. Sin embargo, que esté satisfecho con su seguridad laboral es un reto. Si el primer caso supone una heterogeneidad en relación al grado de satisfacción, en el segundo caso debería ser una constante, y de ahí el reto. La experiencia subjetiva que tenga el trabajador de la prevención de riesgos laborales no es otra cosa que el reflejo de cómo vivencia su propia seguridad. Y además, condicionará la percepción que tenga de la misma.

Dicho todo lo anterior, ¿Qué determina, desde el punto de vista “trabajador” esta experiencia subjetiva?. Es decir, ¿Qué debemos analizar (inspeccionar)?

La actitud del trabajador es un factor desencadenante en la conducta de este y aumenta o disminuye la probabilidad de la ocurrencia del accidente. Entender la actitud es entender (por este orden) la cognición, la emoción y la conducta. La dimensión de la cognición es la respuesta del trabajador a nivel de procesamiento de la información como consecuencia de las condiciones de seguridad laboral que le rodea. Esta es la primera consecuencia que tiene una adecuada o inadecuada gestión de la seguridad y salud laboral para el trabajador. La dimensión afectiva es la reacción emocional. Y finalmente, la conducta es la respuesta que vemos, bien porque esté obligado a emitir (en función de las represalias), bien porque es consecuencia de un desencadenante no forzoso (la libertad de emisión conductual).

A mi juicio, es importante tener en cuenta la experiencia subjetiva del trabajador en relación a su seguridad y salud laboral. Y por tanto, debido a esta importancia, es necesario evaluarla a través de una “inspección” específica. Conocer la opinión del trabajador es prever un posible riesgo debido a una práctica inadecuada. Una impresión favorable o desfavorable (pensamiento) que se forme el trabajador sobre las condiciones de seguridad en las que trabaja, hará que se sienta satisfecho o insatisfecho (emoción) y su desempeño (conducta segura o de riesgo) quedará reforzada.

La prevención de los riesgos laborales y la seguridad y salud laboral somos todos, pero no todos la entendemos de la misma manera. El sentido común, en seguridad y salud laboral, no es el común de todos los sentidos.