Acusan al dueño de un almacén de Luceni (Zaragoza) de dejar caer mil kilos de guisantes sobre un operario
Acusan al dueño de un almacén de Luceni (Zaragoza) de dejar caer mil kilos de guisantes sobre un operario
El dueño de un almacén de grano de Luceni se sentó el 27 de noviembre pasado en el banquillo de los acusados como presunto responsable del accidente ocurrido el 21 de octubre de 2016 en las instalaciones de su empresa. Según la Fiscalía y la acusación particular, el investigado, Luis C. G., actuó de forma imprudente al remendar dos asas rotas de una saca que contenía una tonelada de guisantes. Y ello propició, dicen, que dicha saca se rompiera después sobre el operario que se encargaba de vaciarla sobre una tolva de siembra, provocándole graves lesiones cervicales.
El ministerio público solicitaba nueve meses de prisión y una multa de 1.440 euros por un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de lesiones por imprudencia grave. Planteaba también el abono de una indemnización de 22.479 euros a la víctima por las heridas y secuelas sufridas. La abogada que representa al trabajador, Carmen Sánchez Herrero, elevaba la petición de cárcel a tres años y la responsabilidad civil, a 49.274 euros. Sin embargo, el juicio no llegó a celebrarse, ya que el perjudicado consideró estas cantidades insuficientes y pidió tiempo para buscarse otro representante legal.
El accidente laboral obligó a intervenir en su día a la Inspección de Trabajo, que tras hablar con todas las partes implicadas llegó a la conclusión de que se habían producido una serie de irregularidades: inexistencia de medidas de comprobación del estado de las asas de las sacas antes de su utilización; empleo de sacas de 1.000 kilos deterioradas y con reparaciones en las asas improvisadas; falta de planificación y supervisión del trabajo; así como una falta de formación del operario. Por ello, consideró conveniente iniciar un expediente sancionador contra la empresa por incumplimiento de la normativa sobre riesgos laborales.
En cualquier caso, el dueño del almacén manifestó que las correas de la saca estaban en aparente buen estado y que no se habían remendado ni roto antes del fatal accidente.
Fuente: Heraldo