Fuerza laboral baja en Alemania

Fuerza laboral baja en Alemania

19 Septiembre 2013

En Alemania, la población alemana se está contrayendo y las ciudades están trabajando duramente para ocultar el vacío. Algunas están inyectando estratégicamente extensiones de césped en complejos alguna vez densos.

Quizá no hay mejor lugar que el campo alemán para ver el impacto inicial del desplome de los índices de fertilidad de Europa a lo largo de las décadas, un problema que tiene aterradoras implicaciones para la economía y la psiquis del continente.

En algunas áreas, ahora hay abundantes patios con hierba crecida, ventanas cubiertas de tablones y preocupación por sistemas de drenaje demasiado vacíos para que funciones adecuadamente.

La fuerza laboral está encaneciendo rápidamente, y las líneas de ensamblaje están siendo rediseñadas para minimizar que las personas se inclinen y levanten peso.

En su censo más reciente, Alemania descubrió que había perdido 1.5 millones de habitantes. Para 2060, dicen expertos, el país pudiera contraerse en otro 19%, a alrededor de 66 millones de habitantes.

Los demógrafos dicen que un futuro similar espera a otros países europeos, y el asunto se vuelve más apremiante cada día a medida que los problemas económicos al parecer interminables de Europa aceleran la declinación.

Pero abrumados por los bancos en quiebra y los presupuestos menguantes, pocos están en posición de hacer algo al respecto.

Soluciones complejas. Alemania, una isla de prosperidad, está gastando fuertemente en encontrar salidas a las predicciones pesimistas, y parecería idealmente ubicado para poner el ejemplo al continente.

Hasta ahora, no obstante, aun cuando está gastando $265.000 millones al año en subsidios a las familias, Alemania sólo ha comprobado lo difícil que puede ser.

Eso es en parte porque la solución radica en reformar los valores, las costumbres y las actitudes en un país que tiene una historia llena de problemas con la aceptación de inmigrantes y donde las mujeres que trabajan y tienen hijos siguen siendo etiquetadas como “madres cuervo”, implicando descuido.

Si Alemania desea evitar una importante escasez de mano de obra, dicen los expertos, tendrá que encontrar maneras de mantener a los trabajadores de mayor edad en sus empleos, después de décadas de empujarlos hacia el retiro adelantado, y tendrá que atraer inmigrantes y hacerlos sentir lo suficientemente bienvenidos para que hagan su vida aquí. También necesitará lograr que más mujeres entren en la fuerza laboral mientras, al mismo tiempo, las alientan a tener más hijos, un cambio difícil en un país que desde hace tiempo ha glorificado a las madres que se quedan en casa.

A algunos expertos les preocupa que Alemania ya haya esperado demasiado tiempo para hacer frente al problema. Pero otros dicen que esa opinión es demasiado pesimista.

En cualquier caso, en Alemania el tema acapara ahora gran atención y preocupación.

Elevar los niveles de fertilidad en Alemania no ha resultado fácil. Los críticos dicen que el país ha logrado muy poco al invertir dinero en las familias en un sistema de beneficios y exenciones fiscales que incluye asignaciones para los hijos y las madres que se quedan en casa, y una exención fiscal para las parejas casadas.

Los demógrafos dicen que una inversión mucho mejor sería apoyar a las mujeres para lograr un equilibrio entre la maternidad y su profesión, ampliando los programas de guarderías y extraescolares. Dicen que datos recuentes muestran que es más probable que el crecimiento en la fertilidad llegue gracias a eso.

“Si se analizan con cuidado las cifras, lo que se ve es que entre más elevada la igualdad de género, más alta la tasa de natalidad”, dijo Reiner Klingholz del Instituto de Berlín para la Población y del Desarrollo.

Pero deshacer años de subsidios para los hogares tradicionales es difícil.

“Tocar eso representa el suicidio político”, dijo Michaela Kreyenfeld del Instituto Max Planck para la Investigación Demográfica en Rostock, Alemania.

Obstáculos. Mientras tanto, las madres que intentan trabajar en Alemania enfrentan obstáculos que desalientan a las familias grandes.

Aunque ese país recientemente promulgó una ley que garantiza el servicio de guardería para todos los niños mayores de 12 meses, comparado con mayores de tres años antes, expertos dicen que sigue habiendo una escasez de instalaciones asequibles.

Además, muchas escuelas terminan labores al mediodía y hay pocos programas extraescolares.

Melanie Vogel, de 39 años de edad y residente de Bonn, encontró que tratar de mezclar el trabajo y la maternidad era tan solitario, desalentador y costoso que decidió tener un solo hijo. Ninguna de sus amigas trabajaba de tiempo completo, su suegra puso en claro que lo desaprobaba y también los clientes en la compañía de ferias laborales que opera con su esposo.

Muchas de las madres que trabajan se encuentran rápidamente empujadas a “mini” empleos mal pagados: quizá 17 horas a la semana por unos $600 al mes. Más de cuatro millones de mujeres que trabajan en Alemania, alrededor de una cuarta parte de la fuerza laboral femenina, tienen empleos de ese tipo.

Adultos mayores e inmigrantes. Otra forma de adaptarse a la declinación de la población es hacer que los trabajadores de mayor edad pospongan el retiro. El gobierno alemán está elevando la edad de retiro gradualmente de 65 a 67 años, y las compañías han actuado rápidamente para adaptarse. La porción de las personas entre 55 y 64 años en la fuerza laboral se había elevado a 62% en 2012, respecto de 39% en 2002.

Con altas tasas de desempleo en la mayor parte del sur y el este de Europa, Alemania está en buena posición de incrementar su cuerpo laboral seleccionando a los mejores y más brillantes en sus países vecinos, y ha comenzado a hacerlo.

Sin embargo, con cientos de miles de empleos calificados vacantes, algunos ejecutivos creen que Alemania debería cambiar sus leyes de inmigración y aceptar las credenciales extranjeras para competir por los trabajadores con otros países que están envejeciendo.

La experiencia de Alemania en la integración de trabajadores extranjeros, particularmente de la gran minoría turca del país, ha resultado difícil, y muchos funcionarios del gobierno y líderes empresariales están examinando la cultura de Alemania, ansiosos por hacer lo que se requiera para ser hospitalarios.

Pero es poco claro si tendrán éxito. Un estudio reciente concluyó que más de la mitad de los griegos y españoles que vinieron a Alemania partieron en el plazo de un año. Muchos inmigrantes son jóvenes y altamente calificados y ven un mercado mundial para sus habilidades. Y muchos, si se les da la oportunidad, probablemente regresarán a su país de origen, dicen expertos. La inmigración en general se ha vuelto más temporal, y mudarse a través de las fronteras en Europa es especialmente fácil.

Fuente de Datos: nacion.com

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