Imposición y participación: costes y beneficios

Imposición y participación: costes y beneficios

Una de las frases más leídas y escuchadas como medida de mejora en las organizaciones es “la participación de los trabajadores” ¿Qué costes y beneficios tiene?
15 September 2014

Está más que demostrado que el “Principio de la participación funciona”. Cualquier persona, desde un niño a un adulto, se siente más motivado por comprometerse con una medida, una norma, etc., si ha participado en la decisión y elaboración de la misma. Y lo contrario también está demostrado. Cuando a cualquier persona se le impone una decisión, no estará nada motivada para cumplirla, todo lo contrario. Esto es universal, igualmente para los niños que para los adultos.

En las organizaciones ocurre tres cuartos de lo mismo. ¿Por qué entonces no es tan habitual que se lleve a la práctica este principio? A menudo se disfraza el término de participación en las decisiones como información, consulta (no vinculante), etc. En definitiva, observo que es más habitual plantear que los trabajadores participen en aquello que la dirección y los mandos deciden. Siendo además, como es el caso de la seguridad y salud, cuestiones que afectan a los trabajadores.

Es posible que no nos hayamos parado a pensar en los costes y también los beneficios que estas políticas tienen. Las decisiones unilaterales, sin la participación de los trabajadores, máxime en las cuestiones de seguridad y salud, tiene unos costes importantes para la organización en comparación con la participación. Por ejemplo:

- Coste de los recursos dedicados a gestionar la resistencia

Debido a que las decisiones sin participación generan resistencia, la dirección y línea de mando necesita dedicar mucho tiempo y esfuerzo para manejar estas reacciones. Mucho tiempo en “vender” las decisiones, en tratar de convencer.

Puede que la decisión se tome más rápido, sin embargo se necesita mucho más tiempo para vencer la resistencia.

 - Coste de los recursos dedicados a que se implante

Dado que los trabajadores se van a sentir muy poco motivados en poner en práctica una decisión que se les impone, su implantación es difícil y nuevamente requiere de mucho tiempo y esfuerzo. Las organizaciones van a tener que terminar recurriendo al control y la vigilancia para que se pongan en práctica. En Seguridad y Salud estamos bastante hartos de que los Técnicos de Seguridad y Salud tengan que ejercer de policías para mantener el “orden”.

- Coste del distanciamiento

La imposición de decisiones unilaterales seguramente generará alejamiento del equipo y hostilidad por parte de este hacia su mando, deterioro de las relaciones, y finalmente un sentimiento de soledad por parte de los mandos.

- Coste personal

La elevada necesidad de vigilancia y control para que se cumplan las decisiones termina produciendo mucha tensión física y emocional en las direcciones y mandos que la utilizan, que pueden acabar en estrés y daños importantes para la salud.

Sin embargo, la participación de los trabajadores en la toma de decisiones de aquellas cuestiones que les afectan, como lo es la seguridad y salud, elimina todos los costes anteriores. El beneficio claro es el elevado compromiso que adquieren en poner en práctica las decisiones que se han acordado. Sienten que es “su decisión” y eso les motiva a ponerla en funcionamiento. Esto supone que se requiere mucho menos tiempo y esfuerzo para que se acepte, se implante, se controle. Supone una reducción enorme de tiempo y esfuerzo.

La participación en las decisiones de situaciones que afecten a los trabajadores no significa que son ellos los que deciden, porque estas decisiones también afectan a la dirección y línea de mando. Se trata de que las decisiones tomadas con la participación de todos cubran las necesidades de todas las partes. Solo entonces serán las mejores decisiones.

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