Jóvenes politécnicas en Sistemas Automotrices: Entre el reto y los imaginarios sociales. Instituto Politécnico Nacional

Este trabajo se llevó a cabo con el objetivo de conocer las expectativas y creencias que rodean a las estudiantes de la especialidad de sistemas automotrices del IPN, así como las prácticas que desdibujan y/o refuerzan la doxa construida sobre las actividades de la técnica en sistemas automotrices y sus posibilidades profesionales para las mujeres. Se entrevistó en profundidad a 10 alumnas de la especialidad, inscritas en 4° y 6° semestres del CECyT N° 7 cuyas edades fluctúan entre 16 y 18 años y que eligieron en primera instancia esta alternativa de formación técnica. Sus relatos muestran la vivencia que han tenido como mujeres en una especialidad signada como masculina desde el imaginario social y desde las prácticas del propio campo ocupacional. Las narraciones dan cuenta, además, de las variadas expectativas establecidas alrededor de su desempeño en estas prácticas técnicas. Las entrevistas son referidas a las actitudes y prácticas de docentes, familiares y personas con quienes han trabajado en estancias cortas. Por otra parte, las vivencias relatadas por las estudiantes, permiten identificar la subjetividad en este proceso de apropiación de los saberes técnicos automotrices, que devela su interpretación personal del imaginario y sus variantes. Las entrevistas realizadas a las jóvenes alumnas son el material empírico que permite la vincular la historia de vida y su diversidad con las creencias, expectativas y agencia juvenil, todas ellas enlazadas en el sutil tejido de la construcción de género.
Tema secundario: 
Main Author: 
SILVIA
OCHOA AYALA
Instituto Politécnico Nacional
México
Co-authors: 
Gumersindo David Fariña López
Fariña López
Instituto Politécnico Nacional
México
Introducción: 

La industria del automovilismo ha penetrado en el país desde principios del siglo XX, vinculando aspectos como la construcción de referentes masculinizadores: prestigio económicosocial, producción automovilística y formas de inclusión/exclusión laboral, además de la distancia entre los productores de tecnología y los ensambladores/reparadores de autopartes. La industria automotriz en la frontera norte de México ha mostrado un incremento en su producción desde el 2008 a la fecha, relacionado con la situación geográfica respecto a otros países productores/ensambladores, el programa arancelario que favorece el comercio y la mano de obra barata que se encuentra en el país (Álvarez y Carrillo, 2014, Dussel, 2014) . En las escuelas de Nivel Medio Superior del Instituto Politécnico Nacional, alumnas y alumnos pueden elegir que especialidad técnica desean cursar en su plantel, por ello y bajo el signo masculino de Sistemas Automotrices, es interesante que las jóvenes elijan dicha especialidad, que se inició en la institución desde 2008.

Las y los estudiantes han seleccionado su alternativa técnica a finales del segundo semestre, a partir de visitas a las especialidades, cuestionarios vocacionales y cuadros comparativos que buscan visualizar las ventajas y desventajas de cada especialidad enlazando las propias habilidades e intereses de las y los alumno. Su formación técnica se inicia a partir del 3er. Semestre y continúa a lo largo de 4 semestres más. Paralelamente las y los alumnos cursan las unidades de aprendizaje correspondientes al bachillerato en el área de Fisicomatemáticas. Actualmente las estudiantes participantes en este trabajo, han finalizado su ciclo de NMS, egresando como técnicas en Sistemas Automotrices, todas se encuentran cursando una carrera superior. Los nombres han sido modificados para conservar el anonimato de las participantes.

Por otra parte, algunos docentes que desarrollan los programas para las especialidades técnicas que se imparten en el Instituto Politécnico Nacional no han sido formados como docentes, han aprendido en la práctica esta actividad. Los currículums marcan ritmos, solicitan competencias específicas para docentes y alumnos. Los tiempos de la evaluación siempre fijos y demandantes transcurren sin tregua. Los cuerpos que habitan los espacios escolares se colocan de acuerdo a lo que Nespor (2004) denomina niveles, esto es, que los cuerpos se ubican jerárquicamente, se sitúan en los espacios que de manera no dicha, se asignan para cada cuerpo, las chicas en algunos espacios en que conviven más y de forma más cercana, más privada, los chicos en espacios abiertos, en espacios públicos y por supuesto, los docentes en sus academias, con lugares privilegiados y exclusivos. Los lugares docentes evidentemente colocados para que las y los chicos puedan acudir a ellos sin menoscabo de la privacidad y el control de acceso.  En este espacio de aprendizaje de ida y vuelta, los cuerpos se posicionan de distintas formas en el ámbito de sus actos performáticos, actúan sus saberes haciendo suyos los instrumentos con los cuales resolverán problemas concretos.

En el territorio de la especialidad técnica de Sistemas Automotrices, los lugares son alumnos al no encontrar reparación posible, los cuerpos femeninos y masculinos jóvenes se distribuyen en el territorio de la especialidad para llevar a cabo estas labores, la agrupación estudiantil para trabajar ha sido resuelta por elección propia, de tal forma que se observan cuerpos sólo masculinos en algunos equipos y cuerpos heterogéneos en donde chicas y chicos se concentran para resolver estos dilemas técnicos. amplios y diversos, transcurren las actividades de formación técnica entre motores, limpiadores y grasa, entre overoles y herramientas, entre concentración, acción, descuidos y reparaciones exitosas. Desde el cuerpo joven, surgen distintas formas de resolver los retos que implica ese automóvil que ha sido abandonado por otros.

La industria del automovilismo ha penetrado en el país desde principios del siglo XX, vinculando aspectos como la construcción de referentes masculinizadores: prestigio económicosocial, producción automovilística y formas de inclusión/exclusión laboral, además de la distancia entre los productores de tecnología y los ensambladores/reparadores de autopartes. La industria automotriz en la frontera norte de México ha mostrado un incremento en su producción desde el 2008 a la fecha, relacionado con la situación geográfica respecto a otros países productores/ensambladores, el programa arancelario que favorece el comercio y la mano de obra barata que se encuentra en el país (Álvarez y Carrillo, 2014, Dussel, 2014

Metodología: 

Este estudio de corte cualitativo se llevó acabo en el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos N° 7 del Instituto Politécnico Nacional, se enfocó en un grupo de 6° semestre de la especialidad en Sistemas Automotrices. La elección de este grupo se basó en el generoso número de alumnas que lo conformaban[1]: 10. La edad promedio de las alumnas fue de 17.5 años, todas ellas académicamente sin adeudos y buen rendimiento escolar. Se llevaron a cabo entrevistas a profundidad con cada una de ellas, solicitándoles además, una breve historia vocacional por escrito y enviada vía correo electrónico a la investigadora. Todas enviaron sus historias y participaron en las entrevistas a profundidad. También se realizaron 2 entrevistas a profesores de la especialidad. Las entrevistas se realizaron en las instalaciones del plantel, así como las visitas a las instalaciones de la especialidad, durante el turno matutino

 

[1] El índice de feminidad es pequeño en esta especialidad, constituyendo de manera global para la generación estudiada  12% del total de alumnos inscritos. Es por ello que el grupo elegido resultó ser De las japropiado al contar con 10 alumnas sobre 40 alumnos varones (20% del total en el grupo académico)

Resultados: 

En este trabajo muestro algunas historias vocacionales y otras prácticas dentro del ámbito escolar que dan cuenta de la cotidianeidad, tensiones y creencias sobre el campo automotriz y las alumnas que se forman en él, todas  las participantes son alumnas del Nivel Medio Superior (NMS), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que han elegido para su formación técnica la carrera de Sistemas Automotrices. Esta especialidad técnica, ha sido relacionada con actividades y desarrollos tecnológicos propiamente varoniles, los instrumentos utilizados para reparar los automóviles y las piezas que conforman los mismos, son piezas pesadas que requieren habilidades específicas para ser manipuladas por lo que los cuerpos femeninos han sido excluidos de este ámbito a través de la naturalización esencializadora de su ser femenino.

De las aproximaciones femeninas jóvenes al campo automotriz

El relato de Liz  (17 años) sobre su experiencia laboral en el campo automotriz, muestra las condiciones que ella como joven, mujer y técnica, tuvo que afrontar en el ámbito del taller automotriz. Liz además, comparte en su relato escrito, otros intereses y motivaciones derivados de las condiciones del contexto en que se ha desarrollado hasta hoy:

Nací en Ciudad Netzahualcóyotl, pero actualmente vivo en Valle de Chalco, mi familia se integra por 4 personas incluyéndome…A lo largo de mi vida he realizado varias cosas para poder encontrar que era lo que me gustaba hacer. En 2015 tome dos cursos, el primero fue de Introducción al montañismo, el segundo dinámica mental, podría considerar que han sido de mis más grandes logros, eso y el poder tener el privilegio de estudiar en el Instituto Politécnico Nacional. En ese mismo año, trabajé en un taller mecánico, esto con el objetivo de ver si la carrera que estudiaba aun la quería seguir ejerciendo, pero me di cuenta que es un trabajo al que aún le falta progresar más, por qué no se acepta que una mujer trabaje en algo así, al menos por la mayoría de las personas que conozco. El tiempo que estuve laborando fue de 3 meses, en que me enfrenté a varios problemas con los mecánicos, que se burlaban  de que no sabía o no podía cargar cosas pesadas, tiempo después, me aceptaron y hasta me enseñaron varios trucos para cargar… aprendí mucho. Pero a la esposa del dueño del taller no le gustaba que yo estuviera ahí, por lo que decidí renunciar.

Posteriormente trabajé como animadora de eventos, ahí me di cuenta que me faltaba trabajar más en mi seguridad, ya que teníamos que organizar juegos de casino, y a veces yo no sabía cómo alegrarlos, y me daba mucha pena hablar pero es algo que he ido mejorando con el tiempo. 

Mi mejor etapa fue cuando entre al Nivel Medio Superior ya que fue cuando me di cuenta de mis miedos, mis malos hábitos, hice más amigos, esto fue importante para mí, porque yo acostumbraba a ser muy reservada  y me di cuenta de lo que quería lograr en un futuro. Mi mayor miedo es elegir la carrera equivocada, me gustaría tener una vida plena, pero no solo para mi sino también, darles una estabilidad económica a mis padres, ellos siempre han sido comerciantes y yo sé por todos los sacrificios que han pasado, así que me gustaría darles descanso dándoles parte de mis ingresos, es por eso que quiero terminar de estudiar, para conseguir un buen trabajo…  

En el caso de Liz se pueden observar varios actores en relación escuela-trabajo, en primer lugar su condición socioeconómica, si bien no es de clase media, sino de clase trabajadora (hija de comerciantes con trabajo informal), esto no ha impedido que recibiera apoyo en su formación académica. Sus padres buscaron una escuela privada para su formación primaria en Valle de Chalco, zona conurbana, conocida como un espacio de precariedad y desigualdades económicas marcadas, que no cuenta siempre con las condiciones para la formación académica pública óptima. Si bien es cierto que las opciones educativas del sector privado no siempre reflejan una buena formación, en el caso de Liz y su entorno, sí le proporcionó mejores elementos que otras alternativas menos favorecidas. Al ser hija única en ese tiempo, las atenciones para ella fueron generosas y sin competencia, ya que su hermana cuenta actualmente con 4 años, por lo que su infancia transcurrió como única hija bien atendida. La filiación a su bachillerato es evidente al igual que a su especialidad técnica.

Es de resaltar que cuando decide iniciar su vida laboral, no hay otro motivo que saber si es su vocación esta rama del saber, la posibilidad de explorar sus alternativas sin presiones económicas, la coloca también en otro punto del contexto. Esta situación cuestiona la creencia generalizada de que la búsqueda de empleo a esta edad y con desigualdades múltiples, es por razones económicas entre las y los jóvenes. Interpela además a la idea de que una joven desee trabajar en otras actividades ajenas a la mecánica automotriz. Ella relata en otra entrevista, que la mecánica le parece un ámbito muy interesante y que en su entorno la gente sufre mucho por inundaciones y por autos que no arrancan, esta rama de la ingeniería le parece relevante por su practicidad y por la ayuda que se puede brindar a los habitantes de su localidad.  La movilización de las actividades de cuidado aquí encuentra un nodo distinto, Liz desea ayudar a las personas de su entorno, brindando un servicio de reparación, de mantenimiento utilizando las habilidades y conocimientos que la especialidad en sistemas automotrices le ha proporcionado, es decir, un campo masculinizado y competitivo que, para sus objetivos personales, deja de serlo. Al ingresar al campo laboral choca con el sesgo de género al que no se había enfrentado antes de manera tan cruda, a pesar de ser rechazada, se mantiene en ese taller 3 meses para comprobar posteriormente, que el sesgo de género no sólo proviene de la postura de los mecánicos expertos, sino desde otra mujer, que ve en ella, un riesgo latente para su relación de pareja. En este punto debo agregar que falta analizar más condiciones y a otras estudiantes que no han tenido esta experiencia tan negativa, aunque si han enfrentado discriminación de género, principalmente al inicio de su vida laboral, por ser consideradas débiles o poco hábiles. Entrelazada a esta desigualdad, se encuentra la situación etaria, ya que a pesar de contar con la especialidad técnica concluida, se les considera demasiado jóvenes y sin experiencia. En otros casos, las jóvenes cuyos cuerpos se relacionan con etnias de estatura no muy alta, el entretejido interseccional de desigualdades, las coloca en un lugar de marginalidad contra el que han luchado en un periodo de “novatada” variable, pero no menos violento. Los cuerpos femeninos no tan altos, abundan en sesgos asociados a la esencialidad femenina: son pequeños y frágiles, razones que recrudecen la discriminación de las mujeres ante las actividades de la mecánica automotriz. Esta experiencia laboral negativa, dio pauta a Liz para buscar alternativas distintas y poner en juego sus propios talentos y capacidades, además de desarrollar habilidades de relación que requiere para su trabajo actual. Ha buscado y elegido otra carrera fuera de su área inicial que es Fisicomatemáticas, contemplando ahora Medicina, disciplina genéricamente asignada a los roles femeninos de cuidado y que además, cuenta con un prestigio consolidado. El campo laboral de esta carrera es muy competitivo y si se pudiera considerar que ella no cuenta con los antecedentes por área de conocimiento, también el ingreso es complejo por su alta demanda. Sin embargo Liz ingresó, ya que también cumple con los requisitos que la institución solicita y que son los mecanismos de regulación que el mercado educativo de la Medicina y el IPN exigen: promedio alto que se pretende reflejado en un examen de ingreso, cuenta con beca y su bachillerato contempla los conocimientos básicos para iniciar su formación como médica. Su deseo de apoyar a su familia y concluir con su propio deseo de ayudar, han motivado que a pesar de la sobredemanda de esta carrera, Liz la haya elegido, mostrando la heterogeneidad que este proceso de elección tiene.

Por otra parte la experiencia de vida que este contacto laboral le dejó, marca una diferencia importante en sus decisiones, que lleva a cuestionar también la diversidad de experiencias que los estudiantes pueden tener y que las/os lleve a buscar otras alternativas. Las habilidades que menciona, pueden ayudarle a construir otros caminos, fuera de las normas de la medicina tradicional. La búsqueda de Liz fue complementada con el trabajo semanal en Orientación, su decisión permite mirar la complejidad de actores y factores imbricados en este proceso. Los capitales sociales y culturales son importantes en la relación escuela-trabajo. Siguiendo a Bourdieu (1988), la conformación de los habitus, en este caso laborales, requieren el cumplimiento de los requisitos de membresía y permanencia de los miembros aspirantes a ingresar, es decir la demostración de las habilidades y estructuración de prácticas que consoliden la red social que funciona en un espacio laboral determinado. Liz inicia en un espacio apropiado para el habitus automotriz masculino, las bromas, las burlas la desconfianza de los varones mecánicos, son parte del juego de prueba para una joven, cuyo cuerpo no corresponde a la práctica de la técnica, sino al sitio de los cuerpos “bellos”, los que acompañan al verdadero dirigente del habitus: el ingeniero creador experto o al corredor de autos que si bien, no es necesariamente el experto en tecnología, es el experto en el manejo, en la función, en el control, en la competencia que lo hace campeón, por lo tanto varón dominante. Paty es una bella joven alta y delgada que nos muestra la opinión que de su trabajo como técnica, tiene su vecino:

No creo que esto sea lo tuyo, mira… tú tan delgadita, tan bonita y este trabajo tan pesado, puedes lastimarte…no esto no es para ti… 

La reacción del vecino de Paty causó en ella desconcierto y duda; su papá y hermanos son mecánicos, por lo que se encuentra familiarizada con las herramientas y los sistemas, en la escuela es una de las alumnas más destacadas por su participación y su entusiasmo al trabajar con los motores. Su historia familiar como ayudante de mecánico, la antecede como buena estudiante con habilidades destacadas, sin embargo, este tipo de comentarios son los que ha llegado a escuchar, debido a la esencialización de su ser mujer. Finalmente Brenda de 17 años, refiere sus vivencias frente al discurso perteneciente a personas externas a la institución, que muestran en su cotidianeidad, que las formas heteronormativas de signar las profesiones, siguen prevaleciendo. Brenda describe su propia experiencia frente al modelo ocupacional signado en la vida cotidiana:

Cuando me metí, no les gustó (a mis padres)... decían que… iba a hacer demasiada fuerza o que estaba maltratando mis manos, pero de hecho no, porque si tú te cuidas y llevas el equipo especial pues… no te maltratas ni nada de eso. Al final me terminó gustando, porque (ahora) me dicen: “ayúdame a hacerle el cambio de aceite al auto”…  (En una reunión informal)…mis papás dicen “no,…pues Brenda está estudiando automotriz” (Respuesta de los interlocutores): ¡¿Pero cómo, si es mujer?! … como que todos dicen: “no… debería estudiar enfermería, o irse para estilista o cualquier cosa” y yo de… ¡no! (Brenda Alumna, Sistemas Automotrices).

De las prácticas escolares

En el taller escolar, el cuerpo adolescente muestra su plasticidad en la performance de su formación técnica. Por otra parte, los docentes indican que no hay diferencia en las habilidades y saberes que chicas y chicos ponen en juego durante su formación y que el curriculum apoya esta equidad. Sin embargo el ordenamiento genérico para mujeres y hombres se coloca en los sitios específicos que ocupa el cuerpo del alumnado. El profesor Ramiro como docente de esta especialidad, relata el orden de género de acuerdo al cuál, él construye espacios de protección para el cuerpo femenino de sus alumnas:

“…dejo de responsable al más fuerte para que, como es la fisiología de la mujer, pues…claro es delgada, es delicada no es que sea mujer, es que así es su cuerpo,.. Siempre, alguien [un compañero varón] está atrás [de ella] para cualquier cosa, pero no le está diciendo: quítate yo lo hago o hazlo así….Nomás está al pendiente de cualquier situación… a los chicos les agrada, el alumno se siente el protector de alguien…”

El cuerpo femenino se convierte en el indicador principal de fragilidad y poca habilidad de las alumnas, las cuales deben ser protegidas por un compañero varón que también debe ser de los más altos y fuertes del grupo, como posteriormente relata el profesor Ramiro, además hace hincapié en el gusto del varón al posicionarse en el papel de protector de alguien, que resulta ser justo una compañera. Este cuidado no es extensivo a los otros varones, quienes podrían poseer un cuerpo frágil, tampoco es liberado para las chicas altas y fuertes con que cuenta el grupo. El sentido de solidaridad es de este modo, limitado y sesgado genéricamente.

Susi y la dislocacióndel espacio automotríz

La madre de Susí es una mujer enérgica, en varias ocasiones ha detenido el llanto de Susi indicándole que de esta manera no logrará nada, exigiendo que trabaje duro y sin descanso por lo que quiere lograr. Susi ha aprendido la lección, en el taller de sistemas automotrices,  toma la iniciativa en el desmontaje del motor, busca diversas formas de abrir los componentes del mismo, por lo que su cuerpo toma postura de apoyo, su esbelta figura se torna poderosa al mostrar los movimientos fuertes y precisos que son requeridos para este trabajo, abre el motor y los compañeros se acercan para sujetar las piezas y distribuir las acciones pertinentes, el cuerpo de Susi se reubica para continuar con la tarea. Otra compañera, Ana, acude por las herramientas necesarias con gran diligencia; su pequeña silueta se pierde rumbo al almacén para regresar con una caja que tiene la apariencia de ser pesada, dos compañeros le ayudan y colocan la caja sobre la mesa en que iniciarán el proceso de limpieza. El binarismo masculino/femenino que ha signado las actividades de la mecánica automotriz, se desdibuja en la medida en que los cuerpos estudiantiles siendo varones o mujeres, se apropian de diversas formas de resolver las fallas de ese motor, sin atender a su condición genérica. Nespor (2004) propone el concepto niveles/escalas educativos/as para explicar la complejidad de las relaciones de poder espaciotemporales que se dan entre actores educativos y factores situados.    La propuesta de Nespor da cuenta de la dinámica de las redes de poder que se entretejen entre los espacios como el Hangar, que aun siendo compartido (no exclusivo para la especialidad), proporciona prestigio ante la comunidad estudiantil. Susi busca alternativas para poner en marcha el motor del auto, un go kart rojo, lo consigue con ayuda de Ana y sus compañeros.

Discusión de resultados: 

Los testimonios de las jóvenes estudiantes, muestran las desigualdades que enfrentan tanto en el ámbito laboral como en la cotidianeidad, el discurso heteronormativo circula de manera sutil y abierta entre las alumnas estudiantes y las personas con quienes se relacionan, no sólo para quienes son ajenos a las prácticas de la especialidad, sino para quienes están dentro del espacio académico. Autores como Segato (1998), Butler (2006), Kosofsky (1990), Carrara y Assis (2007) entre otros, consideran que las prácticas cotidianas de los hombres y las mujeres obedecen a modelos hegemónicos, que marcan las pautas más adecuadas de comportamientos considerados por las instituciones sociales como convenientes para el desarrollo y constitución de ambos géneros. Cuando Kosofsky aborda la posición dicotómica y deliberadamente normalizadora impuesta a los comportamientos masculinos y femeninos, hace referencia a cómo esta dicotomía trasciende la esfera del comportamiento sexual, para infiltrarse en otros campos de las prácticas sociales que contribuyen a establecer formas estereotipadas de comportamientos que no consideran las relaciones estructurales de clase o raza es decir, son ficticiamente universalizadoras y naturalizadoras de las diferencias de género. Las entrevistas con alumnas y docentes, brindan la oportunidad de observar, contradicciones, tensiones y negociaciones entre el imaginario institucional de las relaciones de género y la vivencia cotidiana en el ámbito escolar. Estos testimonios, muestran que el modelo hegemónico heterosexual se encuentra presente en varias dinámicas, pero no se manifiesta de manera lineal, como lo indica Nespor (2004), es una red de relaciones complejas en donde las relaciones de género se proyectan de diversas maneras. La experiencia de las estudiantes y profesores da cuenta de desigualdades, actitudes violentas y prejuicios relacionados al género y la especialidad técnica elegida.  Es necesario realizar una exploración detallada y profunda de esta dinámica, que permita analizar cómo las relaciones de género desarrolladas en la institución, se vinculan con la construcción de la identidad y el curriculum escolar en estas especialidades técnicas.

Conclusiones: 

El cuerpo de las y los adolescentes se situa dejando marca de las huellas de su historia

•   El espacio que apropian las alumnas es un espacio generizado, pero no constituye una regla para el género imaginario de sistemas automotrices, dentro del hangar, las alumnas se sitúan de manera heterogénea, es decir ubican sus cuerpos y movimientos acorde a sus intereses, algunas muestran la historia genérica de su cuerpo y su performance acorde al modelo feminizado tradicional, pero otras no persisten en este performance, actúan de forma transgresora.

•   El Profesor reproduce el orden de género imaginario esperado, no sólo discursivamente, sino en prácticas concretas que proyectan el establecimiento de una continuidad entre su imaginario y lo que él espera que sea el ordenamiento correcto. No obstante, durante el ejercicio libre de su performatividad, las alumnas descolocan esta propuesta, reubicando sus cuerpos y acciones de acuerdo a sus necesidades.

•   En Sistemas automotrices, la complejidad cuerpo-espacio y género, permite dar cuenta de un ordenamiento genérico heterogéneo no dicotómico, que muestra resistencia y agencia por parte de las alumnas para ganar un lugar de reconocimiento de sus habilidades como técnicas en sistemas automotrices.

                                                                                                      

Agradecimientos: 

Agradecemos a la ORP la oportunidad de exponer nuestro trabajo y a las jóvenes estudiantes que nos permitieron compartir su experiencia.

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