España será el único país del euro con un paro de doble dígito desde este año, según el FMI
España será el único país del euro con un paro de doble dígito desde este año, según el FMI
El punto débil de la recuperación económica de España sigue siendo la elevada tasa de paro. Aunque el país ha superado los 21 millones de ocupados, todavía tiene una bolsa de parados de más de 2 millones de personas que no consiguen encontrar un empleo. El boom del empleo que ha vivido el país no es excepcional, ya que ha ocurrido en otros países del continente, pero el estancamiento de la tasa de paro sí es una particularidad de España.
El Fondo Monetario Internacional ha actualizado este martes sus previsiones de crecimiento mundiales (World Economic Outlook), mejorando en cuatro décimas su proyección para España, como ya adelantó la semana pasada. Espera que el país crezca un 1,9%, justo lo contrario que la eurozona, que ha vuelto a sufrir un recorte de previsiones ante las graves dificultades del continente para seguir creciendo. El organismo prevé un crecimiento de los países del euro de apenas el 0,8%, con Alemania estancada un año más.
España será uno de los países líderes de la eurozona en crecimiento, aunque superada por la mayor parte de países del Mediterráneo (Grecia, Malta, Chipre y Croacia). Sin embargo, la digestión del paro sigue siendo muy pesada. El FMI prevé que la tasa de desempleo se reduzca apenas medio punto este año, pasando del 12,1% en 2023 al 11,6%. Y en 2025 el descenso será más pobre, de tres décimas, hasta el 11,3%.
El FMI descarta la promesa del Gobierno de conseguir el pleno empleo en esta legislatura, como previamente hizo el Banco de España. De hecho, lo que se extrae de estos números es que la reducción del número de desempleados será testimonial y la tasa de desempleo se reducirá por aumento del denominador de la ratio: la población activa ocupada. La llegada de inmigrantes que ocupan los puestos que no quieren los nacionales explica una buena parte del incremento del empleo en los dos últimos años. Esto explica que se esté produciendo, al mismo tiempo, un aumento de la ocupación con un estancamiento de la tasa de paro.
España se quedará como el único país con una tasa de desempleo de doble dígito. El FMI prevé que Grecia deje este vagón de cola ya este año, bajando al 9,4% y al 8,7% en 2025. Si se cumplen estas previsiones, Grecia habrá reducido su tasa de paro en 8,6 puntos desde los niveles previos a la pandemia hasta 2025, el triple que España, que habrá reducido el paro en 2,8 puntos porcentuales.
El informe que publicó el Fondo la semana pasada tras su misión a España, ya señalaba que la reducción de la tasa de desempleo exigía un impulso reformista que el país ha perdido por la fragmentación política y la incapacidad de los partidos para llegar a acuerdos. Sin ir más lejos, reclama que se lleve a buen puerto la reforma del subsidio por desempleo que tumbó Podemos en el Congreso al inicio del año y que sigue estancada. El organismo apuntaba que la reforma iba en la buena dirección al “aumentar los incentivos para la aceptación de un empleo [...] al hacer que los beneficios sean compatibles con los ingresos laborales”. Esta fue una petición del Ministerio de Economía que aceptó Trabajo antes de rechazar el resto de sus propuestas.
El Fondo también recuerda que España tiene un importante déficit en las políticas activas de empleo. En primer lugar, porque falta financiación para los servicios públicos. En segundo, porque las oficinas de empleo no hacen un trabajo eficaz. Y, en tercero, porque sería preferible el sistema de ‘ventanilla única’ para integrar las políticas activas y pasivas. Esto es, unificar la gestión de la prestación de desempleo con la de la reincorporación del trabajador al mercado laboral.
España sigue teniendo un grave problema en casar la demanda de trabajo de las empresas con las cualidades de los desempleados. Además, existen desincentivos a que los parados acepten ofertas de trabajo por el diseño de las prestaciones y los subsidios. Todo esto provoca que se haya estancado una bolsa de parados de más de dos millones de personas que es imposible digerir ni siquiera con la creación de más de medio millón de empleos al año. Es más, las empresas necesitan inmigración para cubrir sus vacantes.
Sin estas medidas, España no tiene opciones de converger hacia los niveles de paro de la Unión Europea. Las previsiones de los expertos apuntan a un estancamiento de la tasa de desempleo por encima del 11% durante los próximos años. Esto es, casi el doble que el conjunto de la eurozona.